YMA SUMAC

La voz de los incas: Yma Sumac

Todavía es una milagrosa criatura musical con una voz más poderosa que la de cualquier cantante de ópera, carismática, misteriosa y de una magnífica belleza.
Hablamos de Zoila Augusta Emperatriz Chavarri del Castillo, conocida también bajo su nombre artístico Yma Sumac.

Su nombre real es Zoila Emperatriz Chavarri del Castillo. Nació el 12 de Septiembre de 1.924 en las montañas de Ichocán (16 mil metros sobre el nivel del mar),en Cajamarca, Perú. Su madre fue Emilia(descendiente de Atahualpa,el último rey Inca) y su padre Sixto (un terrateniente de origen español). Sus amigos le apodaban Perita. Desde los 12 años embelezaba a su gente con una voz encantadora imitando los sonidos de la naturaleza, dejando colar su regia estirpe de sonidos altibajos. Una semidiosa comenzaba a gestarse. Posteriormente, sus habilidades la llevaron a ser solicitada por una delegación oficial de Lima y allí es invitada a la Radio Nacional del Perú,conducida por el compositor Moisés Vivanco, quién a la postre sería su esposo y tutor por mas de 10 años. Se separó de Vivanco en 1.965, quién murió el 19 de Septiembre de 1.998. Al pié del volcán Misti en Perú,nació su hijo Charles el 06 de Julio de 1.942. Fundó junto con su esposo y Cholita Rivero el trío Inca Taki. Sus primeros éxitos musicales vinieron con el LP Voz de Xtabay, del cual sin publicidad alguna se vendieron mas de medio millón de copias en 1.950. En 1.951 salió al aire su nueva producción: La Leyenda de la Virgen del Sol, dónde resalta mucho la música ancestral y folclórica del Perú, esto le valió la invitación del presidente de la Unión Soviética, Nikita Krushchev a visitar 40 ciudades de ésta,de dónde surgió un trabajo musical en vivo: Tour Ruso, en 1.961. También actuó en New York, Manhatan y Londres. Éstas aclamaciones le ocasionaron desaires en Perú, a tal punto que le negaron una presentación en el Teatro Municipal de Lima porque exhibían unos perros acróbatas de un circo ruso. Según expertos de la música, incluyendo seguidores de la vida de ella, es una de las voces mas impresionantes que hubo en el siglo XX. Su registro vocal recorre 5 octavas de rango teniendo la versatilidad de interpretar desde un Barítono pasando por un Contralto hasta llegar al Soprano con los altos mas agudos. En una ópera podría cantar en todos los papeles clásicos femeninos y masculinos. Sobre su vida se tejen varios misterios, como su exacta fecha de nacimiento, el hecho que vivió de incógnito en cierta época como una doméstica de nombre Amy Camus (su nombre artístico al revés),también se dicen relatos velados, mitos y leyendas .

Hoy es descubierta por todos, escuchada por los mas afortunados y cantada por nadie. Ésta legendaria princesa Quechúa vivía en Los Ángeles para el 2.000 a la edad de 76 años. (A.J.B.L.)
Su historia está hecha de la misma materia que las leyendas, con sus cuerdas vocales logra encender verdaderas obras pirotécnicas y su árbol genealógico se remonta hasta el último emperador inca Atahualpa que fue asesinado por el español Pizarro en 1533 durante la conquista del Perú.

 

Este ilustre orígen le fue confirmada en 1946 por el Consul General Peruano en los EEUU por escrito. Con ello se le puso fin a los rumores que la acusaban de ser una simple ama de casa de Brooklyn cuyo verdadero nombre era Amy Camus.

En realidad, Yma Sumac procede de Ichocán, un pueblo en el distrito de Cajamarca en la meseta del Perú. Su espléndida carrera la llevaría hasta Hollywood, donde logró fama mundial pasajera con su extraordinaria voz de cuatro y media octavas y una puñada de discos.

Su aventurera historia comienza, según „La crónica“, un periodico peruano, en 1939 en su pueblo natal. Con apenas 12 años de edad, Yma canta allí en ocasiones especiales canciones escogidas en quechua. En una fiesta tradicional en honor al Dios del Sol, Inti Wantanam fue descubierta por un empleado de gobierno que la lleva junto con su familia a Lima. A los 14 años se casa con él que posteriormente sería su manager y asesor de musica, Moisés Vivanco. En los años siguientes viajaría con él y su Compañía Peruana de Arte por toda Latinoamérica, grabando discos, participando en películas y programas de radio. Se la celebra tormentosamente como estrella del folklore.

En los años 40 se muda hacia Nueva York, dónde el éxito se hace esperar: su repertorio es demasiado insólito, los producentes de aquellos tiempos se sienten extrañados. A quién se le ocurre cantar simples canciones folklóricas cuando tiene la capacidad de usar las árias más difíciles como simples ejercícios gimnásticos para las cuerdas vocales?

Yma Sumac tiene que decidirse entre la música clásica y sus raíces latinoamericanos. Realmente no tiene opción: su estilo excéntrico la tilda como una testaruda y curiosa dama. Durante años viaja a lo largo y ancho del país, se conforma con pequeños contratos y su familia vive principalmente de la venta de atún.

Recién su descubrimiento por Capitol Records que la invita a Hollywood trae finalmente el deseado éxito. Su primer disco, Voice of the Xtabay (1950), impacta como una bomba y se convierte en poquísimo tiempo en un bestseller. Su enorme variedad de tonos – puede cantar todo de bajo hasta soprano coloratura -, sus increíbles cambios de cantos líricos de coloratura a retumbos, rugidos y gruñidos fascinan al mundo de la música y a su público.
La autopresentación de Yma como alta sacerdotiza de los incas y Virgen del Sol dan en el punto del tiempo. Un halo místico, exótico e intransparente envuelve su persona.

Que tuviera éxito en este tiempo es explicable por el hecho de recién haber pasado el susto de la Segunda Guerra Mundial, y que la gente huía hacia en entretenimiento ligero. En el continente del Norte de América existía un deslumbramiento por los países „exóticos“ del Sur. Seguramente, los explícitos reportajes del descubrimiento del legendario Macchú Pichú (1911) en los años treinta contribuían a la fascinación. La figura de la „princesa incaíca cantando“armonizaba con la nostaljia por lo misterioso de la gente.

Para la artista peruana se suceden precipitadamente un musical en el Broadway, una película en Hollywood con Charlton Heston en la cual ella se autointerpreta – una princesa inca – (The secret of the Inca, 1952/53), y cuatro discos de larga duración. Su perfecta música de entretenimiento se puede disfrutar de manera más magnífica en su album más vendido y conocido „Mambo!“ de 1955, un homenaje a las entonces (y ahora) bailes de moda de Latinoamérica.

Los exorbitantes y espectaculares shows le ofrecían a la diva el marco adecuado para sus acrobáticos cantos.

Sin esfuerzo alguno canturreaba dulces cancioncitas, bramaba en profundos bajos con ahumada voz de cantante de whisky o evocaba con siseos y chasquidos místicos sonidos de la jungla amazónica.

 

Claro, las imagenes de los discos parecen de opereta con la mímica dramática de la artista, con los disfrazes costosos y las joyas lujosas. Contrariamente a sus anteriores giras en América latina, cuando cantaba la auténtica música folklórica de los Andes, en sus discos exitosos tenía que hacer concesiones al gusto blanco, al gusto del público en EEUU. Sí, querían cosas exóticas y distintas, pero en la mayoría de los casos no llegaron más allá de un Tarzán manso de tipo Johnny Weissmüller.

Así que también las composiciones de Yma, o sea de su marido, no contenían más que una inspiración folklórica, sin el apoyo bombástico de una banda de instrumentos de viento y los graciosos efectos vocales y expresivos de la cantante, sus discos nunca hubieran alanzado grandes ventas. La técnica de la grabación de discos en estos años tenía que mostrar toda su capacidad cuando la reina de la improvisación volaba con sus voz otra vez hasta „alturas de estratosfera“ a toda velocidad – y la capacidad no alcanzó en todos los casos, la artista acostumbraba no avisar antes!

Además se permitío uno u otro escándalo y un divorcio espectacular, y en consecuencia su vida privada se extendía en detalles por la prensa amarilla. A eso se tiene que añadir otra cosa más grave: su marido, Moisés Vivanco, había defraudado hacía años los impuestos, hecho que se le tomaba muy mal en los EEUU ultraconservativos de los 50. La fama de Yma Sumac sufrió bastante y la presión de repagar las deúdas enormes le dio un cambio clave a su vida. Por lo tanto,Vivanco organizó una gira mundial pasando por Rusia, Europa y Asia. Aunque todos los conciertos fueron bastante exitosos y cinco años más tardes podrían pagar los impuestos defraudadas, al regresar a EEUU ya nadie conocía más el nombre de Yma Sumac. Cinco años sin discos nuevos, sin apariencias públicas, en cuanto a música „exótica“ popular, era demasiado tiempo. Encima, el gusto musical había cambiado enormemente: masas de petticoats de color rosado marcaban las calles y el estilo de Yma, visto desde la perspectiva de un público adicto a la música rock`n roll, parecía un poco muy raro.

En 1965, los dos se divorciaron definitivamente, Vivanco emigró a España, mientras Yma, casi olvidada, se quedó en California.

 
Como los productores se acordaban muy detalladamente de esa excepcional dama y de unas particularidades folklorísticas como „Legends of the Jivaro“, los discos nuevos se realizaron sólo con dificuldades.

En los años 70 durante una primera ola de revitalización de esta música, su estrella subió otra vez. Con sólo un concierto, Yma logró convertir a una nueva generación de aficionados en una masa de adictos fanáticos. La mayoría de ellos ni siquiera nació en los tiempos de los primeros éxitos de la diva.

Los cambios permanentes de su popularidad entretanto se habían convertido en una característica de la mujer que hoy tiene más de 70 años de edad. Nunca más ganó tanta fama como en sus años emprendedores aunque su voz todavía es una delícia para el oído.

Corre la voz de que hoy todavía existe una princesa incaíca que vive en California dando de vez en cuando conciertos con una voz mágica.

En 1996, sus discos viejos y unas compilaciones fueron reeditadas en compact.
Para el disfrute de todos ustedes es posible escuchar unas canciones seleccionadas en la versión americana de amazon. No se lo pierden.

Lorenzo Humberto Sotomayor L.

Lorenzo Humberto Sotomayor
Lorenzo Humberto Sotomayor

Lorenzo Humberto Sotomayor Lishner, nació el 10 de Agosto de 1915, siendo hijo de don José Francisco Sotomayor y Rodulfo y de doña Leonor Lishner Pimentel de Sotomayor.

Lorenzo cursó sus estudios en el Colegio Saint Joseph de los Hermanos Maristas en el Callao (actualmente Colegio San José) hasta 4º de Media, pues el último año lo hizo en el Colegio Guadalupe de Lima en el año 1933. Luego ingresó a la Universidad Católica para seguir Derecho, pero encontrándose aún en la Facultad de Letras abandonó los estudios por la música.

Se casó el 31 de Mayo de 1941 con Elvira von Maack Lara, habiendo tenido dos hijos: Lorenzo y Elvira Sotomayor von Maack. Ha quedado viudo el 27 de Octubre de 1999″.

Su primera composición criolla fue el Vals «El Solitario» en 1939. «Corazón» lo compuso en 1945.

Chabuca Granda

Chabuca Granda
Chabuca Granda

Su nombre completo fue María Isabel Granda Larco. Nació en el departamento de Apurímac, Perú, el 3 de septiembre de 1920; murió en 1983 en Miami, Estados Unidos. Recién casados, sus padres -el ingeniero Eduardo Granda y San Bartolomé y doña Isabel Susana Larco Ferrari- se instalaron cerca de la mina de oro y plata donde trabajaba el padre; su primer hijo murió muy pequeño. El nacimiento de Chabuca los consoló un poco de la pérdida. A las pocas horas de nacer la niña, la casa entera se incendió y quedó en cenizas; Chabuca fue salvada por un trabajador.

La familia se muda a Lima cuando la niña ya está en edad de asistir a la escuela. Fue buena deportista; estudió en el Colegio de Jesús y a los 12 años descubrió que tenía grandes aptitudes para la música. Llegó a ser presidenta de la Asociación de Canto del Colegio. Tanto el padre como el abuelo de Chabuca habían sido integrantes de conocidos grupos filarmónicos, por lo que su vocación musical fue considerada hereditaria.

Chabuca formó un dúo con su amiga Pilar Mujica, llamado «Luz y sombra», y cantaron en la Radio Nacional. En 1938 se desempeña como animadora de un programa de radio para artistas aficionados usando el pseudónimo de Conchito cuello largo. En 1940 forma un trío con Martha y Charo Gibson y empiezan a interpretar canciones mexicanas; recordemos que Chabuca tuvo gran influencia de los compositores mexicanos. Fue una de las primeras artistas que apareció en la Televisión de Perú, en 1958.

Se casa con Enrique Demetrio Fuller da Costa el 13 de mayo de 1942; tuvo dos hijos, Carlos Enrique (1947) y Teresa María Isabel Emilia (1948). Su matrimonio fracasa en 1952 y su esposo la acusa de «conducta deshonesta» por querer componer valses de música criolla.

Su despliegue personal como cantautora se inicia luego de su divoricio, que fue visto como un escándalo para la sociedad limeña de aquella época.

El primer período de su producción creativa es netamente evocativo y pintoresco; “Chabuca” –este es el nombre con el que se hizo llamar– le canta a la Lima antigua señorial de fines del 1800. Es la ciudad que ella conoció a través de su padre, la del barrio del Barranco, de grandes casonas francesas, con inmensos portales y jardines de invierno. A esta etapa pertenecen “Lima de Veras”, “La flor de la Canela”, “Fina Estampa”, “Gracia”, “José Antonio”, “Zeñó Manué” y muchas otras. Ella rompe la estructura rítmica convencional del vals, y sus melodías, de tesitura muy amplia, alternarán el nuevo lenguaje que propuso con el de los antiguos valses de salón. Su producción también revela una estrecha relación entre letra y melodía, que fue variando con el tiempo hacia una tendencia poética cada vez más sintética.

Mujer de buen comer y vivir, a partir de esta época empieza a componer las canciones que la harían famosa en todo el mundo. Hizo gran amistad con María Dolores Pradera, quien inmortalizó algunas de sus composiciones. A esta etapa pertenecen “Lima de Veras”, “La flor de la Canela”, “Fina Estampa”, “Gracia”, “José Antonio”, “Zeñó Manué” y muchas otras. Ella rompe la estructura rítmica convencional del vals, y sus melodías, de tesitura muy amplia, alternarán el nuevo lenguaje que propuso con el de los antiguos valses de salón. Su producción también revela una estrecha relación entre letra y melodía, que fue variando con el tiempo hacia una tendencia poética cada vez más sintética.

Más adelante, Chabuca quebrantará incluso las estructuras de la poesía convencional, y el ritmo de las canciones seguirá los pasos de esa evasión de las rimas, consonancias y métricas dadas. A este última etapa pertenece un ciclo de canciones dedicadas a la chilena Violeta Parra y a Javier Heraud, poeta peruano muerto en la revolución de Velasco Alvarado.

En sus últimos años, Chabuca Granda interpretó un repertorio ligado al renacimiento de la música negra afro-peruana que, a pesar de haber estado presente a nivel popular, había sido denostado por razones sociales y raciales. Manejó con maestría “negra” el abanico de ritmos que enriquecieron la música popular peruana y su poesía tomó el sesgo de la acuarela, el trazo sintético y sugerente de colores y sensaciones.

Murió por una disfunción cardíaca en una clínica de los Estados Unidos, en el año 1983. Su voz y su vasta creación se extendieron más allá de las fronteras de su país, recreadas también por intérpretes de todo el mundo que han visto en sus obras una fina y sensible expresión de la música del Perú.

Luis Abanto Morales

Luis Abanto Morales
Luis Abanto Morales

 

Luciano Huambachano Temoche, compositor nacido el 29 de mayo de 1910 en Lima y, por lo tanto, de una generación posterior a la de Pinglo, es autor de un bello vals, «Barrio bajopontino»,entre otros muchos.

Debió representar mucho para los criollos María Eugenia Gallo. Donosa alegre, acaso un monumento al amor. César Enrique Ferreyros la cita tambien en su semblanza «Abajo el Puente», inserta en el opúsculo Barrios de mi cuidad que publicó en 1946.

Huambachano vivía en Malambo, rodeado de un vecindario mayoritariamente negro, mulato y zambo; pero él, tan jaranista como sus fraternales amigos, se sentía orgulloso de su raigambre chola, o , si queremos expresarlo de otra manera, de su linaje cupisnique. En la década de 1940 se mudó al Pasaje tercero Nº254 del cuarto Barrio Obrero, en el Puente del Ejército (Rímac).

Decía Augusto Ascuez (1892-1985) que en el grupo denominado «Los 12 pares de Francia» eran figuras destacadas tanto Luciano Huambachano como su hermano Enrique «que tocaba bandurria, piano y guitarra»; Malambo, actual avenida Francisco Pizarro, «era como una sola familia que se frecuentaba mucho para los santos y las jaranas» (Ascuez).

El futuro compositor criollo había sido educado en el Colegio de Adán Filomeno, un popularísimo maestro de escuela a quien don Mateo Huambachano y doña Hermelinda Temoche recomendaron al muchacho para que lo instruyese lo mejor posible y, si el caso requería, «lo metiese en vereda». Porque era un poco inquieto, travieso, amigo de la calle y de la bullanga. Pasó el tiempo y Luciano, un joven de 22 años en 1932, formó el dúo Huambachano-Pizarro.

Eran reconocidos como «Los gauchos peruanos»

por su compenetración con la música argentina. En «La lira limeña» Nº99 figura el tango «Bailarín», con letra de César Pizarro y música de Luciano Huambachano. Tocaba guitarra y piano.

Después de este periodo tanguero.del que ningún cantante o compositor criollo escapó, se definió su vocación artística.

 

LUCIANO HUAMBACHANO

Todos los años, en julio, los limeños criollos dan serenata a la Virgen del Carmen en su antiguo santuario de los Barrios Altos. Desde hace muchos años estaba a cargo de la organización de ese homenaje a la patrona de la canción criolla, uno de los devotos mas ciertos y fervorosos de la reina del Carmelo; Luciano Huambachano Temoche. Pero él que espera llegar a tan venturoso acontecimiento, murió un martes cinco de ese mes. Antes de condolerse por la desaparición de tan auténtica figura de la canción criolla, trovador, intérprete instrumental y compositor de fecunda trayectoria, rendimos homenaje a su señorío singular, a su elegancia y profunda manera de entender la amistad. Ha partido un virtuoso caballero, paladín de la fraternidad, que tanto se hizo querer y respetar por quienes tuvimos el privilegio de ser sus amigos.

 

SU CAMINO AL ARTE

Ya en 1924 el famoso dúo Huambachano-Pizarro, compuesto por Luciano Huambachano y César Pizarro, debutó en el desaparecido teatro «Royal» del jirón Cajamarca. Allí prácticamente se inicia la carrera artística del joven trovador que era eximio guitarrista. Ellos estuvieron en la inauguración de Radio Nacional , cuyo primer director fue don Antonio Garland, la primera locutora nuestra admirada doña Rosa Hernando y el pianista, nada menos que Carlos A. Saco. Desde aquellos años aurorales ¿cuántos conjuntos integró Luciano? Solo él podría habernos dado la respuesta.

Pero el impulso musical venía en la sangre porque habiendo nacido en 1910 en el corazón de Malambo, fueron sus progenitores don Mateo Huambachano, maestro y educador y su madre doña Hermelinda Temoche y Granados, ambos músicos de gran inspiración.

Por eso quien conoció a los Sancho Dávila y los Ascues y a lo más graneado de la canción rimense, sabía lo que decía, y quien instrumentaba piano y guitarra tan bien como Huambachano, era reconocido como maestro y autoridad en un ramo que se le desfigura por los consabidos idiotas, si se afirma fue de legitima y la mejor bohemia.

Como compositor deja canciones muy bellas y con un texto auténticamente limeño, citadino, flor de barrio, lo más conocido su valse: «Barrio bajopontino», que fue si se quiere una obra autobiográfica; «Chinita», «La Perricholi» y el último, tal vez «Malambo».

El legendario valse de César Miró y Filomeno Ormeño: «Se va la paloma», que desde hace tantos años invita a ir a las fiestas de la Virgen del Carmen, lo he sentido siempre muy ligado a mis afectos. El valse dice:-Vamos a la fiesta del Carmen. Y él que en la práctica todos los años convocaba a esa serenata clásica, don Luciano Huambachano, será siempre el más querido ausente. Más sabe la gente y lo enseña la liturgia que es la Señora Carmelitana la conductora de las buenas almas. Y ya en la compañía de su augusta y dulce patrona, señora de la música criolla, ha entrado al reino de Dios.

Tania Libertad

Datos Generales:

Lugar de Nacimiento: Chiclayo, Perú
Domicilio: Ciudad de México
Cumpleaños: 24 de Octubre
Iniciación profesional: a los siete años de edad

Tania es casada con el Brasilero Luis Felipe Gómez de Silva, y tiene un hijo.

DISCOGRAFIA

1995-1982 (México):

  • Amar Amando
  • África en América
  • Personalidad II
  • México lindo y querido
  • Personalidad
  • Boleros hoy (dueto con: Armando Manzanero, Miguel Bosé, Iván Lins en Azucar Moreno)
  • Tania canta a Losé Alfredo Jiménez (dueto con: Vicente Fernández)
  • Razón de vivir (dueto con: Djavan en el tema: Lila)
  • Mucho corazón
  • Trovadicción (dueto con: Pablo Milanés en el tema: Mi primer amor)
  • Me voy pa’la pachanga
  • Nuevamente boleros
  • Boleros
  • Como una campana de cristal
  • Lo inolvidable de chabuca granda
  • Alfonsina y el mar

    Discos Cooperativos

  • La Libertad de Manzanero (con: Armando Manzanero)
  • Lo esencial (con: Eugenia León)
  • Dos Grandes del Bolero Moderno (con: Víctor Yturbe ‘Pirulí)
  • Mujeres (con Betsy Pecanins y Amparo Ochoa)

    1977-1965 (Perú):

  • Éxitos Vol. III

  • Exitos Vol. II

  • Exitos

  • La contamanina

  • Concierto en la voz de Tania Libertad

  • El mismo puerto

  • La dulce voz de Tania Libertad

  • Mejor que nunca

  • Soy Peruana

  • Tania Libertad

    Televisión

    Tania Libertad realizó los programas mas importantes de la televisión Peruana. 1972, «Danzas y canciones del Perú» (como conductora, este era el programa mas importante de la televisión Peruana, y en el estuvo por cinco años). «Tania presenta», programa en el que ella era titular.

    Así mismo, ha participado en programas de televisión de países tales como: España, Bulgaria, Venezuela, Brasil, Argentina, Estados Unidos, Puerto Rico, Nicaragua, Holanda e Italia.

    Desde su llegada a México en el año de 1980, ha participado en los programas mas importantes de este país, así como la emisión de varios espaciales de sus conciertos mas sobresalientes.

    Giras

    A lo largo de su trayectoria Tania ha realizado giras por: Ecuador, Cuba, Estados Unidos, Puerto Rico, Venezuela, Canadá, Suiza, Holanda, Bélgica, Alemania, Argentina, Uruguay, Nicaragua, Italia y su natal Perú.

    Durante estas giras comparte escenarios con figuras de la talla de: Mercedes Sosa, Pablo Milanés, Silbo Rodríguez, Chico Buarque, Alfredo Zitarrosa, Inti Illimani, Willy Colón, Tito Puente, Juan Carlos Baglietto, león Gieco, Oscar Chávez, Iván Lins, Ricardo Cocciante, Marco A. Muñíz, Armando Manzanero, Soledad Bravo, Joan Manuel Serrat, Gal Costa, Amalia Rodríguez, Susana Rinaldi, Juan Gabriel, Lucha Villa y Arberto Cortéz.

    Festivales

  • Festival de la Canción y la Voz, Chiclayo, Perú, ganó el 1er lugar con el tema: «Tu voz» de Juan Gonzalo Rose.

  • Festival de la Canción Peruana, ganó el 1er lugar con el tema: «Si un rosal se muere» de Juan Gonzalo Rose.

  • Festival de la Canción y la Voz, Puerto Rico.

  • Festival de la Voz en Venezuela.

  • Festival de Bulgaria.

  • Festival Latinoamericano Quito, Ecuador.

  • Festival de la Canción Popular en Managua, Nicaragua.

  • Festival de Varadero en Cuba (2 ocasiones).

  • Festival de Berlín, Alemania.

  • Festival Latino, Joe Papp, New York, U.S.A..

  • Encuentro Latinoamericano, Brasil.

  • Encuentro Latinoamericano, San Francisco, California.

  • Festival de Inauguración del Parlamento Latinoamericano «Soy loco por ti América» En Sao Paulo, Brasil.

  • Festival de Boleros de oro en la Habana, Cuba.

  • Festival de Cosquin, Argentina.

    Carrera

    Con más de diez años de carrera artística en México, Tania Libertad se encuentra en uno de los lugares más privilegiados del ámbito artístico nacional. Su calidad, sencillez versatilidad y tesón son cualidades que le han hecho ganar un público que se acrecienta cada día más. En su natal Perú, Tania Libertad inició su carrera artística desde que era una niña, teniendo sus propios programas de televisión y radio, grabando mas de una decena de discos.

    Con el fin de conocer y darse a conocer a otros públicos, Tania emprende el camino de ascensión, difícil pero satisfactorio. Tania Libertad llega a México al principio de la década de los 80’s, se aventura, se arriesga, y graba su primer disco titulado «Alfonsina y el mar» con el que demuestra al público Mexicano que posee un singular estilo y una voz privilegiada, que hacen que aquél irremediablemente quede atrapado por su sensibilidad.

    Su trayecto ha sido largo, pero siempre lo ha emprendido con paso firme. Su audacia y osadía la han hecho pionera en muchas cosas: fue la última cantante Latinoamericana que tuvo la inteligencia y el peso necesario para trascender y mostrar su arte al margen de espacios y tiempos. Fue la pionera en el rescate y actualización de géneros musicales tales como la rumba y el bolero, a los cuales les ha impreso su toque nostálgico. Ahora esos géneros han pasado a formar parte de la cultura popular de muchos pueblos Latinoamericanos.

    Y buscando nuevas formas de expresión musical, Tania transita por cualquier genero. Graba «Trovadicción», un disco donde aborda el rock y se erige como una cantante sin fronteras, de claros matices vocales y arreglos por demás vanguardista. Mas delante, junto con Cesar Carmargo Mariano, toda una institución musical en Brasil, graba el disco «Razón de vivir».

    Había un género que Tania no se atrevía abordar, pero también lo enfrentó y con gran éxito, «Tania canta a José Alfredo Jiménez» en una excelente amalgama con mariachi.

    Antes y después de su estancia definitiva en México, Tania ha emprendido giras por Cuba, Ecuador, Venezuela, Puerto Rico, Estados Unidos, Canadá, Brasil, Argentina, y su natal Perú, Uruguay, Nicaragua y países Europeos como Suiza, Holanda, Bélgica y Alemania, entre otros. Durante estas giras, ha compartido escenario con figuras de talla de Mercedes Sosa, Pablo Milanés, Silbo Rodríguez , Chico Buarque, Alfredo Zitarrosa, Willie Colón, León Gieco y Oscar Chavez.

    En el primer encuentro de Jefes de Estados de Iberoamérica, efectuado en Guadalajara, Tania representó a Perú en el concierto que se ofreció para los mandatarios en el Teatro Degollado y que se le nominó «Voces de Iberoamérica». Allí alternó con Susana Rinaldi de Argentina, Gal Costa de Brasil, Joan Manuel Serrat de España, Juan Gabriel de México, y Amalia Rodríguez de Portugal.

    Posteriormente nos ofreció su álbum «Boleros hoy», un producto de encuentros del mas alto nivel y considerado como el disco histórico. Este material reunió a Tania con Phil Manzanera virtuoso guitarrista del legendario grupo de rock Inglés «Roxi Music». Aparte de esta gran mancuerna, se reunieron personalidades musicales como Miguel Bosé, Iván Lins, Azúcar Moreno y Armando Manzanero. Una producción de once boleros, adaptados a la tecnología avanzada, que ya forman parte de la historia musical contemporánea.

    Por los meses de Septiembre y Octubre del 91, Tania Libertad realizó una extensa gira por varios países de Sudamérica. Recibiendo una acogida impresionante por parte del público.

    En 1992, esta gran interprete lanza al mercado su mas reciente material discográfico que lleva por título «México Lindo y querido», realizado por la misma Tania y dirigido por José L. Hernández.

    En 1993, durante los meses de febrero, marzo y abril presentó su espectáculo «En la margen opuesta» en el Polyforum Cultural Siqueiros. Posteriormente realizó giras por Alemania, Holanda y el interior de la República Mexicana.

    En 1994 trabajó tanto en la presentación de su temporada anual, como en la grabación del disco y el montaje en teatro del proyecto de danza y música «África en América»; ambos trabajos están basados en la música Latinoamericana con raíces Africanas.

    En 1995 se presentó durante siete meses en Hotel Camino Real con Armando Manzanero en el Show llamado «La libertad de Manzanero». El cual se llevo a cabo tres veces por semana. De cuyo programa se grabó el disco con el mismo nombre.

    En marzo de 1996 apareció el disco «Amar Amando», una muestra fantástica de la canción Latinoamericana

Erasmo Díaz: El compositor del amor

Erasmo Díaz Yuiján
Erasmo Díaz Yuiján

Después del homenaje que el compositor Erasmo Díaz recibiera con el álbum Sólo Erasmo, prepara jóvenes valores del criollismo con algunos de sus nuevos temas

El sendero sinuoso del amor alimenta sus composiciones. Hace más de medio siglo, Erasmo Díaz Yuiján (Chincha, 1925) descubrió en la música el mejor lenguaje para comunicar sus sentimientos. Todo se lo debe al piano Wetzell que heredó de sus abuelos y al incansable apoyo de “mamá Angélica”.

A los diez años viajó a Lima e ingresó en el colegio Salesiano de Breña. Allí conoció a Mario Cavagnaro –“compañero de carpeta y travesuras”- y juntos reafirmaron su vocación artística al compartir la música sacra con la ejecución de todo tipo de géneros.

En 1949, mientras dirigía el conjunto criollo de Radio América y estudiaba derecho en la Casona de San Marcos, Erasmo conoció al amor de su vida: Anita Tang. La cortejó día y noche, sin mayor resultado. Hasta que, inspirado, le compuso su primer –y más famoso- valse: Cariñito.

La dulzura de la canción (hoy llegas a mi lado / como una bendición / jamás quiero que te apartes / tú de mi corazón) conmovió y sedujo a la muchacha, hasta el punto de que, luego ella aceptara casarse con él.  Ahora, cincuenta años después, no sólo continúan casados, sino, además, disfrutan de los placeres que les otorgan cinco hijas y dos nietos.

“En estos días no existe el romanticismo de antaño. Los jóvenes van a otro ritmo, cambian de pareja demasiado pronto. Desconocen que, con el tiempo, el amor verdadero se transforma, que significa un aprendizaje continuo. Por eso, el amor fue y será la principal motivación de mi obra”, afirma.

Su creatividad se traduce en valses –Sincera confesión, Valsecito del ayer, Amé y perdí-, en boleros –Te esperaré- e incluso en un festejo como La parrita. Además de Olvídame, el tema que lanzó al estrellato a Eva Ayllón durante el Festival Criollo de Sullana de 1978.

El autor criollo reconoce que, al componer, son igual de fructíferos el enamoramiento y las desilusiones amorosas. “El amor frustrado, el engaño y el despecho producen una sensación única, que a la juventud contemporánea le fascina. Por eso, mis composiciones actuales se relacionan con esos temas”.

Así, cada sábado se reúne en su casa con jóvenes valores del criollismo –Pamela Abanto, Carlos Castillo y Roxana Molina-, quienes interpretan sus temas inéditos. De ese modo dan vida a un nuevo registro del compositor en piezas que reflejan las pérdidas amorosas (Amigo de qué) y el desamor (Con qué derecho).

A ello se suma el homenaje musical que recibe con el disco Sólo Erasmo de Vilma Chávez y producido por Lucho González, que reúne a diez de sus clásicos y dos temas nuevos que corroboran su vigencia: En Lima fue y Mirador del puente.

Risueño, y con saludable sinceridad, confiesa que su amor por la música es inmenso. Por eso, no se opone a que se renueve y evolucione. Aunque a sus 77 años es un hombre realizado, considera que su mayor sueño continúa siendo la globalización de nuestros ritmos.

Amparo Baluarte

La gran poetisa peruana Amparo Baluarte nació en la ciudad de Moquegua el 24 de setiembre de 1921. Fue a fines de la década de los 30’s cuando el talento de esa gran poetisa se incorpora a la canción popular convirtiéndose en una de las más fecundas entre las mujeres peruanas. Autora de aproximadamente 200 canciones entre valses, polcas y otros, como pasillos y boleros, vivió inmersa en un mundo de versos, rimas, poemas y canciones.

Desde el año 1951 hasta 1980 publicó nueve poemarios de los cuales se hizo un compendio en el año 1984 que fue publicado en la «Antología de la Poesía de Amparo Baluarte».

Su talento autoral fue unido a la de grandes compositores naciendo de esa manera canciones que han dado mucha gloria a nuestra música criolla como los valses «Así será mi suerte», «Juventud, que te vas», «No quiero recordar», «Noche Criolla» y las polcas «Mágica Flor» y «Vivacia» con Nicolás Wetzell; los valses «Nativa», «Nostalgia», «Secreto» y la polca «Mañanita» con Francisco Reyes Pinglo; la polca «Alborada» con Alcides Carreño Blas y el vals «Separación» con Polo Bedoya Bambarén. Filomeno Ormeño, Juan Reyes Calderón y otros grandes compositores también unieron su talento al de Amparo Baluarte.

Falleció el 19 de diciembre de 1992 y sus restos descansan en su amada Moquegua.

Por cortesia de Peruan-ita

Es sabido que el influjo de la tierra ejerce una acción determinante y definida en el carácter y en la vida misma de los seres que nacen sobre su suelo. Y si es el caso, en particular como es el que nos ocupa, que esa tierra haya sido regada con el dolor y la sangre de sus hijos predilectos que se inmolaron en horas lejanas, luctuosas y de triste recordación como es el de nuestra sureña ciudad de Moquegua, tan vinculada al sentimiento nacional y a nuestra historia, este influjo adquiere caracteres indelebles y muy especiales, los que en un día veinticuatro de un jubiloso y primaveral Setiembre de hace unas cuantas décadas se manifiesta con un raro esplendor cuando presurosa llega a este mundo una moqueguana egregia, que más tarde será el orgullo de su terruño y de su país; ella es AMPARO BALUARTE CORNEJO.

Fueron sus padres don Felipe Neri Baluarte Ugarteche y la distinguida dama doña María Encarnación Cornejo de Baluarte, ambos moqueguanos.

Más adelante apreciaremos la profunda huella que el permanente cariño y el recuerdo que AMPARO siempre profesó a sus padres, primero en vida de los mismos y posteriormente honrando su memoria, se perenniza en diversas etapas de su fecunda obra poética.

El año mil novecientos cincuenta y uno contrajo matrimonio con don Ángel Alvarado Valdez -su «alma gemela» como lo proclamaría años más tarde en sus versos enamorados, oriundo del Departamento de Amazonas, Profesor de Coros Escolares del Ministerio de Educación, con quien comparte un hogar en el que impera el amor y el afecto verdadero, sólidamente afianzado durante largos años de feliz unión.

AMPARO, por esas cosas del destino, vino a Lima en compañía de sus padres a la temprana edad de cinco años y aquí se quedó cursando sus estudios en el Colegio María Auxiliadora del Callao. Pero no por ese hecho olvidó su lejana y amada Moquegua, pues ella vive bajo la permanente nostalgia del suelo que la vio nacer y al que le ha entregado su afectuoso recuerdo en versos sentidos que testimonian su memoria.

Su infancia y su posterior asomo a la juventud transcurre en un hogar en el que no se hace ostentación de riquezas, pero en el que existe un sólido soporte espiritual que impregna todo su ser de bondad y dulzura y forja la fragua incandescente de su intelecto creador.

Es así que sucesivamente y cual si fuera una ola incontenible, sus poemas toman forma y al materializarse se engarzan unos con otros formando un collar precioso inmenso, inacabable, pues de su mente ligada en íntima comunión con su espíritu, que fulgura como si hubiera recibido un soplo divino, la poesía fluye con la vital fertilidad que emana de su radiante juventud.

Sus tempranas obras literarias fueron recogidas por destacados compositores nacionales que tuvieron en los poemas de AMPARO la fuente de inspiración para producir temas musicales que engalanaron con brillo sin igual una década de oro en el cantar popular de nuestra patria (comprendida entre los años 1940-1950), pródiga en temas musicales que el tiempo no alcanza a borrar y han quedado para deleite de las generaciones venideras.

Podemos mencionar entre muchísimas de sus co-producciones, pues AMPARO aporta las letras, su cálido e idílico vals «Secreto», una de las canciones más difundidas y conocidas de nuestro cancionero y de la que se conocen y están registradas veintidós grabaciones por distintos intérpretes tanto en el Perú como en el extranjero, el poético vals «Cerca de ti», la perfumada y también ampliamente difundida polka «Mañanita», su tersa y anhelante «Nostalgia», temas que se complementan en la parte musical con la participación de Francisco Reyes Pinglo, a esa incomparable y descriptiva «Noche Criolla», rebosante de alegría y auténtico sabor limeño, la sutil «Fantástica», el vals «La Espera» en cuyas notas se trasunta la ansiedad por la demora del ser amado en acudir a la cita de amor; tenemos también ese bello manojo de polkas conformado por «Viva…ia» y «Mágica flor» y el expresivo vals «No quiero recordar» entre otras tantas composiciones musicalizadas por el maestro y eximio laudista don Nicolás Wetzell y así, debiendo hacer penosas abstenciones por razones estrictamente de espacio, de cientos de otros poemas llevados al pentagrama por destacados compositores, llenaríamos páginas enteras proclamando el significado que tiene el aporte del Talento, la inspiración y el verso florido y galano de AMPARO para llenar de poesía las letras de nuestro cancionero popular, el mismo que ha contribuido a enriquecer y enaltecer como muy pocos han logrado hacerlo a través de los años.

Por otra parte, la rima y la métrica en la poesía de AMPARO se ha caracterizado por el esmerado afán y cuidado que siempre ha puesto nuestra insigne poetisa en la conformación gramatical de sus poemas. De esa manera, la conjugación musical de los mismos se ve facilitada por la homogeneidad de las sílabas que conforman sus versos haciendo que su incorporación dentro de la rigidez imperante en los compases musicales se vea facilitada en extremo, dando oportunidad al lucimiento de todo aquel que musicalice el incomparable mensaje que encierra su poesía.

AMPARO BALUARTE es la poetisa auténtica de nuestra canción y tuvo el singular acierto de aparecer en el firmamento musical cuando nuestro cancionero popular más lo necesitaba, engalanando con su talento páginas musicales que supieron calar hondamente en nuestro más profundo sentimiento y en tal razón obtuvieron de inmediato el favor y el aplauso no solamente dentro de nuestras fronteras sino que han sabido transponerlas hacia distintas latitudes y figuran en el repertorio de artistas consagrados a nivel mundial, contribuyendo a la exitosa difusión internacional de nuestro cantar, asociando el nombre de AMPARO a esa nostalgia que se siente y experimenta cuando se escuchan en países hermanos los acompasados versos de su canto. Esta faceta tan particular de AMPARO ha sido recogida en las páginas de su libro «ALMA CANCIONERA» editado el año mil novecientos sesenta y siete. (Quinto Libro).

Mas el éxito alcanzado por AMPARO en el campo de la composición musical no ha podido sustraerla de acciones lesivas a su auténtico prestigio y por qué no decirlo, también a sus legítimos intereses, pues se han detectado diversos plagios, muchos de ellos en forma aviesa y sutil y otros en forma total, en los que se ha cambiado el título y el «nombre» del autor, perpetuándose un delito que lamentablemente debido a la carencia de una adecuada jurisprudencia, queda impune y sin la necesaria rectificación.

El reconocimiento del país entero a la participación de AMPARO BALUARTE en esta actividad literario-musical de singulares relieves y que tienen su origen en la belleza, hondura y ponderación de sus versos, podemos sintetizarlo en el tema musical en tiempo de vals «Nativa», con letra de Aurelio Collantes y música de Francisco Reyes Pinglo, hizo ampliamente conocido y divulgado y del cual incluimos las últimas estrofas que recogen el testimonio de gratitud y admiración nacional.

«AMPARO de la nueva armonía   BALUARTE de nuestra canción,auténtica es la melodía

que brota de tu inspiración»

Si bien AMPARO BALUARTE se dio a conocer mediante su aporte literario al cantar nacional, es en la poesía en la que adquiere dimensiones astrales, elevándose a las más altas cumbres de la emoción estética, deslumbrando con el insoldable misticismo de sus versos tersos, tiernos y sentidos, plenos de rara musicalidad y de dulzura, cual si hubieran sido transportados por alados mensajeros venidos de un lejano país de ilusión.

En sus primeros poemas se trasluce el tierno candor que le brota de su inocente adolescencia, que transcurre entre sueños y quimeras, entre alegrías y por qué no, entre tristezas. También se percibe en ella su temprano anhelo de poder forjar su «mundo poético» cimentado en el amor, que en sus versos adquiere dimensiones celestiales pues en él no tienen cabida la maldad, la envidia o el rencor; tan solo se siente animada de sentimientos positivos, elevados y de una acrisolada pureza espiritual.

No es por lo tanto una poesía de acabada madurez, pues le hace falta esa hondura que le confiere la experiencia que se recoge en el diario transitar por la vida; y esto es explicable si tomamos en cuenta que su temprano despertar a ese mágico mundo de rimas, versos y poesía la sorprende cuando en «ese SU mundo» todo es bueno y alcanzable, es utópico, noble, limpio y puro, pues AMPARO vive intensamente esa dulce edad de las ilusiones desenfrenadas de dudas y presentimientos, de anhelos exaltados, todos ellos rociados del más puro romanticismo con que alimenta una insaciable sed de amar y ser amada.

En esta etapa la pureza de su amor premunido de romántico embeleso la hace vibrar constantemente y, al hacerlo, canta a todo lo que ve, percibe o siente y aún a lo que inocentemente presiente. Así indistintamente canta al agua clara y cristalina, al fuego que todo lo abrasa y consume, al aire, al Sol y a la Luna que siempre es cómplice de todo romance, al lucero rutilante que es callado confidente de sus cuitas, o al viento que lleva en su vertiginoso batir el mensaje de su alma enamorada de la vida misma.

Desde su más tierna edad, luego en su febril adolescencia, más tarde en su jubilosa juventud y cuando ya florecida se asoma a la vida convertida en mujer, la imagen de AMPARO reluce nítida, fervorosa y diáfana, circundada de un aura luminosa y resplandeciente que ciñe su alma de poetisa refulgente y cuyos destellos fulguran en las rimas que con mayor o menos intensidad brotan espontánea e incesantemente de su sentir.

El correr de los años y las experiencias y vivencias que en ese discurrir se asimilan. Van cincelando su alma, dándole nuevas perspectivas, mostrándole nuevos horizontes hacia donde se dirige presurosa, guiada por su inefable sed de amar, amar y por siempre amar!… El amor es y será, como lo ha sido desde un principio, el sello característico con que rubrica y enmarca todos los actos de su vida y la fuente en que sacia sus ardores y sus ilusiones, pues quien nació para amar seguirá haciéndolo mientras tenga un soplo de vida. Esta es la mejor definición que he podido hallar para dimensionar, aunque creo no poder recoger en mis palabras la verdadera valía literaria y espiritual de AMPARO BALUARTE.

Por eso, para quien supo conjugar desde su más tierna edad el verbo amar, es fácil advertir en AMPARO de modo sustancia y preponderante su amor a Dios, a sus padres, a su terruño lejano y a sus semejantes. Posteriormente ese amor germinaría al unir su destino con el ser que conjuga sus ansias, que calma sus inquietudes y sus temores y vivifica su existencia.

Toda la producción literaria correspondiente a su asomo al mundo del verso y cuyas características hemos detallado en líneas anteriores las vuelva ansiosa, llena de esperanza y fe en su primer poemario: BREVIARIO PASIONAL, que se edita en el año mil novecientos cincuenta y dos y con lo cual brota en germen de su fertilidad literaria.

Y así, habiendo tomado contacto con el mundo de ensueño y de ilusión que para ella es «su vida», la poesía incesantemente aflora de lo mas hondo de su ser. Para AMPARO la poesía es vida y ella vive la vida en verso y como el tiempo transcurre por su cauce inexorable, dejándonos alegrías y sinsabores, esas mismas vivencias hacen que nuestra poetisa ingrese a una etapa de evidente superación y consistencia literaria que origina la publicación de su segundo libro al que denomina LA RUTA LUMINOSA, publicado el año mil novecientos cincuenta y ocho, en el que ya surge como poetisa profunda, inspirada e iluminada. Ya no solo canta al amor idealizado sino que también asoman los primeros vestigios de estado de ánimo contrapuestos, ya la desilusión se hace presente en actitudes en las que su entrega no es correspondida, añadiendo al gozo de amar el dolor que produce la incomprensión o el temor que la invade ante la posibilidad de la pérdida o alejamiento del ser amado.

También la huella de la separación surca profundamente su vena lírica y aún los elementos de la naturaleza se van revistiendo de inclemencia, de frigidez y del tedio que produce el hastío y el desasosiego.

Lo que sí se afianza es ese sólido afecto que le profesa a todos sus semejantes, a quienes identifica y valora como si fueran sus hermanos. Este amor le brota como un murmullo cuando en forma categórica, plena de convencimiento de lo que siente y ansía nos expresa con la ternura de su verso cálido y febril:

«Hoy comprendo que todos, todos son mis hermanos,

y ungidos por un óleo milagroso y divino

con mi lámpara en alto voy mostrando el camino

del amor verdadero a los seres humanos…»

AMPARO ya encontró su destino, su lugar en la vida y el por qué de su existencia; para ella la poesía es TODO y vive para ella, pues preside todos sus actos, es su principio y su fin, es su sustento material y espiritual, es el alimento con que nutre sus ansias, es como si en las alas de su verso quisiera recorrer el mundo entero…!

Y efectivamente emprende ese periplo lírico y sus poemas recorren el firmamento y llegan a otros países, algunos de ellos muy lejanos y va….es hermanos en fe y en el verso se preguntan: ¿quién es esta diosa que a las alturas se remonta, cruza mares y montañas trayéndonos su mensaje de bondad, de amor y de ternura? Es el insondable misterio de poder transmitir un sentimiento elevado por medio de las letras y si éstas se conjugan poéticamente, ese mensaje es capaz de aperturar todos los corazones.

Y cual románticos trovadores inician una cruzada epistolar con nuestra AMPARO a quien colman de ofrendas galanas que ponderan la exelcitud y virtudes tanto de la poetisa como de la mujer. Y AMPARO recoge el guante literario que le han enviado y teje sutil a veces, ingeniosa en otras y siempre afectuosa en todas, las respuestas a los cálidos mensajes que le llegan de todas partes del mundo del verso, de ese mundo de ilusión y fantasía en que ella vive intensamente.

Todo este conjunto de poemas dedicados a AMPARO y sus consecuentes contestaciones a los bardos que la ofrendan, es recogido en su tercer libro bajo el título de EPISTOLARIO LIRICO, que se publica el año mil novecientos sesenta y tres y contiene cual rico joyel, multitud de homenajes líricos que vienen de España, Argentina, Uruguay, México, Brasil, República Dominicana, Cuba, El Salvador, Honduras, Colombia, Chile y Bolivia. Este libro marca el espaldarazo consagratorio para AMPARO, pues la presenta como maestra en la poética. Es un libro en el que el aroma de las rosas queda perennizado y el jazminero destila su fragancia nocturnal en cada una de sus páginas.

En mil novecientos sesenta y cinco publica su cuarto poemario al que pone por título la esencia de su vida misma, de su propio ser: AMOR. Este libro recoge todo el fuego y la profundidad emocional que proviene de un alma enamorada. Lo divide en dos partes: la primera denominada LUZ, y la segunda SOMBRA, en las que aparecen versos llenos de optimismo, de bondad y de fe, y otros pletóricos de pesar, desilusión y desesperanza, respectivamente.

La diferencia entre las dos etapas anímicas es muy marcada, pues mientras en uno de los sonetos iniciales de LUZ define el amor en forma categórica y sencilla, en otro poema de la etapa de SOMBRA, muestra su desesperante angustia por la falta de afecto del ser amado.

Ambos versos se recogen en las líneas siguientes:

«El amor es la esencia de la vida

es aroma del blanco jazminero,

LUZ es la luz temblorosa de un lucero

es la dicha soñada y presentida…»

«Están vacías mis manos

SOMBRA porque no tengo tu amor…

estaban plenas, colmadas

de ardientes sueños en flor…»

Este manojo de versos floridos se puede reducir a la fervorosa ofrenda que hace AMPARO al comienzo de este libro, cuando expresa plenamente convencida:

«En cuatro letras

-como en cuatro brasas-

arde mi corazón…

AMOR

suprema esencia de la vida:

¡tuya por siempre soy!»

Agotado el primero de sus libros de poemas, el año mil novecientos setenta y uno se publica una nueva edición de BREVIARIO PASIONAL a la que se agregan nuevos poemas y estancias amorosas con los que se rubrica el éxito alcanzado años atrás y se afianza entre ese selecto público lector sediento de beber del cáliz de su fraganciosa poesía.

Y qué mejor para exaltar la cúspide artística ya alcanzada por AMPARO, que esa primera cuarteta de su deliciosa ofrenda de este libro en ese verso que dice:

MI NOMBRE…

«Mi nombre vino del Cielo,

me lo puso el mismo Dios;

AMPARO de la ternura

y BALUARTE del AMOR!…»

Ya a estas alturas estamos ante la presencia de una artista del verso consagrada y laureada en repetidas ocasiones. Su poesía se va haciendo cada vez más cálida, pletórica, hechizante. Y a la vez que acrecienta su verbo, en AMPARO fluye a borbotones un torrente de lo que la encandila y la acerca paso a paso a Dios, en quien reconoce al Supremo Hacedor de dichas y desventuras y ante quien postra su verso de rodillas.

De esa manera, como queriendo dar testimonio viviente de esa SU FE, en mil novecientos sesenta y cuatro publica su último libro al que le da un titular incandescente como su amor: LÁMPARA VOTIVA, que en su parte primera ofrece poemas místicos en los que hace una cálida invocación a Dios como se puede apreciar en estos versos:

«Mi corazón es lámpara votiva

que arde perennemente ante Tu Altar;

Por eso mi canción es llama vida

que te alaba, ferviente y sensitiva,

hasta que Tú la quieras silenciar…!»

Mas no es solamente el amor a Dios el que ilumina su musa sino que también rinde su homenaje de fe cristiana a muchos de los Santos que brillan en el firmamento celestial al lado de Cristo Redentor, y así una tras otra, suben sus plegarias convertidas en versos que son testimonio de su devoción.

La segunda parte lleva como sub-título «Corona Filial» y está dedicada al recuerdo fervoroso de su señora madre y está llena de poemas de tal hondura y sentimiento como aquél que dice así…:

«Yo no puedo creer que te hayas ido

al lugar del que nunca se regresa,

y en la ansiedad de verte, vive presa,

……………………..(no se entiende)……

Y vamos llegando a la etapa de la consagración de AMPARO y en la que, por derecho propio y ante la aclamación que se le brinda a su intelecto, se ciñe el laurel que testimonia su talento. Ya su poesía ha llegado a la cumbre y más allá, sólo queda la Gloria…

El año mil novecientos setenta y cinco sale a la luz su octavo libro titulado CÁLIZ DE AMOR, con cuyos versos participa en el Grand Prix de Poesie de la Ville d´Artes et Prix Louis Jullian, (Ar…s, Francia – Julio de 1972), haciéndose merecedora a la más alta distinción por su Ensamble de Poemas obteniendo Diploma y Medalla de Honor. Y así como esta guirnalda que se le ciñe en Francia, muchas otras adornarán sucesivamente su aterciopelada frente en reconocimiento a la inmensidad de su verso.

AMPARO tiene por costumbre hacer una Ofrenda poética al comienzo de cada uno de sus libros, pero en la que a mi manera de ver alcanza a describirse en cuerpo y alma es en aquella que adorna el encabezamiento de CÁLIZ DE AMOR y que dice así:

OFRENDA

«Ofrezco el brindis de la vida mía

en un CÁLIZ DE AMOR al mundo entero;

que me recuerden, para siempre quiero

los que beban mi ardiente poesía…

Late en ella la sangre de mis venas,

la fiebre que a mi cuerpo consumía,

el amargo secreto de mis penas

y el torrente de luz de mi alegría…!»

En este libro aparece una nueva faceta de la ilustre poetisa en la que saliéndose de sus pautas de rima florida y exacta, da paso a poemas como su «Requien para la paz» en el que hace una apología de la guerra y sus funestas consecuencias. También figura su retrato de los diversos Paisajes del Perú en los que pinta poéticamente todo el encanto y el colorido de las distintas circunscripciones de nuestra patria.

Pero en donde su poesía alcanza la cima del dramatismo hondo y desgarrador es en una de sus composiciones más sentidas en la que refleja un sentimiento de pesar y su desencanto al no haber podido ser madre; y este anhelo frustrado por obra del destino se manifiesta patético, inconsolable en los versos de su «Romance del hijo que……………..(no se entiende)…………

«¡Ay!…, pero me fue negado ese don de la natura… ¡mis manos están vacías, no fue mi entraña fecunda!…».

Y de esta manera vamos culminando este recorrido literario que hemos realizado tomados de la mano de AMPARO BALUARTE, y en el que nos ha mostrado los variados matices que adornan su mosaico poético.

Y el último ejemplar de estas joyas literarias es su noveno poemario que aparece el año mil novecientos ochenta y lleva un título florido, período del aroma que despide su singular contenido: FLORES DEL ALMA. En este libro ya aparece su poesía con toda la fuerza que emana de su madurez intelectual y espiritual y los versos se suceden unos a otros con una rima incomparable y esa donosura que tan solo es propia de unos pocos elegidos. En él rinde también su afectuoso tributo a la amistad y la engalana con sus Guirnaldas como sublime ofrenda de ese cariño que solamente seres como AMPARO son capaces de entregar.

Hay otro capítulo que nuestra poetisa ha titulado «Un alto en el camino» y que encierra mensajes de amor y de esperanza «de mujer a mujer» y en los que se refleja su alma diáfana, limpia y pura. Y este libro tiene lo que su autora denomina su «Broche de oro», pues así se titula el último poema que entra nuestra AMPARO con la siguiente dedicatoria: «Para el compañero de mi vida, Ángel Alvarado Valdez, con todo mi amor…».

Yo me pregunto, ¿cabe agregar algo más a todo lo que ya hemos expresado de esta laureada artista del verso? Definitivamente creo que no, salvo el hacer mención al aspecto curricular de la señora BALUARTE indicando que pertenece a la Asociación Nacional de Escritores y Artistas (ANEA), a la Asociación Peruana de Autores y Compositores (APDAYC), a la Directiva del Club Moquegua con carácter Honorario y es además Presidenta-Fundadora del Círculo Literario y Artístico Internacional del Perú (CLAIP); ha sido galardonada por Instituciones Culturales del Perú y del extranjero y que sus obras literarias figuran en Antologías tanto de nuestra patria como de otras latitudes en donde consideran que sus versos deben figurar en el recuento universal de toda actividad creadora que encumbre a su autora a la cima de la fama.

Como dato complementario mencionaremos que, honrando su memoria y considerándola como un faro y guía de la juventud de la tierra que la vio nacer, dos promociones de la Gran Unidad Escolar «Santa Fortunata» de Moquegua llevan con orgullo su nombre.

Pero todas las cuentas de este rosario galano y florido se quedarían truncas al no completarse la decena de perlas que complementarían el misterio. Por tal razón y culminando una anhelada y largamente acariciada ilusión, se vierten en un crisol ardiente las mejores poesías que están contenidas en los nueve libros que hemos detallado y comentado y de esta manera nace esta ANTOLOGÍA DE LA POESÍA DE AMPARO BALUARTE, que ella entrega al mundo premunida de ese místico fervor con que ilumina, desde sus inicios, la tersura de su verso. En ella también se recogen los últimos poemas que han brotado de la cantera inagotable de su estro refulgente y diáfano.

Finalmente debo agregar que la señora AMPARO BALUARTE asumiendo una actitud deferente que no creo merecer por motivo alguno, me ha pedido que prologue esa ANTOLOGÍA.

Lo hago conciente de la responsabilidad que ese honroso e inmerecido encargo encierra, mas creo con absoluta certeza que la dimensión universal que ha alcanzado su obra me releva de proseguir exaltándola. Por tal motivo me he limitado a comentarla resumiendo los pasajes más determinantes de su vida poética, teniendo en cuenta la cronología observada en la aparición de sus nueve libros publicados, la misma que se observa en la presente ANTOLOGÍA.

Pasarán los años y el rastro luminoso que deja en el espacio azul del firmamento literario esta inigualable poetisa fulgurará con más y más intensidad, pues sus versos son como una pasión que se acrecienta con el tiempo y luego es imposible borrarla de nuestro corazón.

Pocas personas como nuestra laureada poetisa han dignificado tanto nuestro idioma, nuestra gramática y a la poesía con la magnificencia del lenguaje que utiliza para expresar a viva voz todo lo que siente y lleva dentro de sí, ese fuego interior que arde en el altar de su intelecto. Siempre sus pensamientos aparecen elevándose, tratando de acercarse al infinito, proyectándose hacia lo bello y lo sublime, como queriendo llegar a Dios.

AMPARO BALUARTE ha tenido la virtud de despertar en muchas personas -entre las cuales me incluyo-, ese «algo» tan personal que todos llevamos muy adentro, en un rincón del alma, y que a veces lo ignoramos durante casi toda una vida y nos hace experimentar, un sentimiento de vacío, como si algo nos faltara para poder realizarnos completamente como seres humanos. Y así estamos a la espera de la llegada de esa «Hada Madrina» que viene hacia nosotros envuelta entre pliegues de ilusión, y al influjo de su mágica varita, que en este caso es su verbo florido, fértil y deslumbrante, nos trasmita el cálido soplo que despierte nuestra musa adormilada y silente.

Pasarán los años prosiguiendo su marcha implacable, pero de lo que podemos estar seguros es que con el correr del tiempo este mundo convulso y desaprensivo que se debate en bajas pasiones, odios, rencores y mezquinos intereses, deberá enmendar su rumbo si no quiere llegar a su autodestrucción. Y entonces asomará, como una esperanza, como una luz en el camino que ilumine la oscura noche de nuestra vida, el verso terso, puro y sentido que emana de la maestría de la pluma de nuestra siempre recordada AMPARO, dando testimonio de AMOR, bondad, de paz y unión entre todos los seres del Universo pues su poesía hermana, une, comprende y perdona.

Querida AMPARO: nunca el fantasma del olvido rondará en pos de opacar el recuerdo imperecedero de tu obra. Yo te puedo asegurar que el tiempo será testigo inmortal de tu triunfo.

¡Qué Dios te bendiga eternamente!

LUIS FRANCISCO GARLAND LLOSA

Amparo: Baluarte de la inspiración popular

Amparo Baluarte es la mejor letrista del criollismo. Porque es poeta.

Ganadora de concursos literarios, su nombre y obras figuran en las antologías poéticas de América y España. Nacida en Moquegua. Fueron sus padres don Felipe Neri Baluarte Ugarteche y la distinguida dama doña María Encarnación Cornejo de Baluarte, ambos moqueguanos.

A los cinco años de edad Amparo vino a Lima en compañía de sus padres y aquí se quedó cursando sus estudios en el colegio María Auxiliadora del Callao. Es autora de los libros: «Brevario pasional», 1952; «La ruta luminosa», 1958; «Epistolario Lírico», 1963; «Amor», 1965; «Alma cancionera», 1967; «Brevario pasional» (segunda edición), 1971; «Lámpara votiva», 1974; «Cáliz de amor», 1975; «Flores del alma», 1980; «Antología poética», 1984.

Con su obra «Cáliz de amor» ganó el premio Internacional de poesía, Francia.

En su acogedora residencia de Breña se pueden ver las fotografías del Diploma de Honor que le enviaron de Francia por haber ganado el «GRAND PRIX DE POESIE» de la Ville d´Arles, 1975.

El año de 1951 contrajo matrimonio con el extranjero músico compositor Ángel Alvarado Valdez, con quien ha conformado un hogar pleno de amor. Decimos que Amparo Baluarte es la poeta del criollismo, porque todas las letras de sus ofrendas musicales tienen candor, ternura y profundidad.

«Secreto» es uno de sus más conocidos valses y ya pertenece a la inmortalidad de la lírica popular. Este valse tiene más de 20 grabaciones por consagrados músicos y cantantes. Hernando Avilés, ex – primera voz de Los Panchos, la grabó con su conjunto Los Caminantes en México. La música de «Secreto» pertenece al gran músico Francisco Reyes Pinglo.

Amparo Baluarte también tiene la gracia de la mujer limeña. En «Noche criolla» encontramos nuestra hermosa tradición: ´Ven amor, a bailar este vals en mis labios te quiero estrechar / y después pasaremos al bar / calmar nuestra sed y cenar. / Los licores provocan mi bien / y la causa limeña también / que rico está el camarón, / que dulce está el picarón / y los choclitos que tiernos son…´, etc.

(Max Dextre)

Hecho por Reneè Alvarado e Maria Julia Avellaneda

Amparo Baluarte
La gran poetisa peruana Amparo Baluarte nació en la ciudad de Moquegua el 24 de setiembre de 1921. Fue a fines de la década de los 30’s cuando el talento de esa gran poetisa se incorpora a la canción popular convirtiéndose en una de las más fecundas entre las mujeres peruanas. Autora de aproximadamente 200 canciones entre valses, polcas y otros, como pasillos y boleros, vivió inmersa en un mundo de versos, rimas, poemas y canciones.
Desde el año 1951 hasta 1980 publicó nueve poemarios de los cuales se hizo un compendio en el año 1984 que fue publicado en la «Antología de la Poesía de Amparo Baluarte».
Su talento autoral fue unido a la de grandes compositores naciendo de esa manera canciones que han dado mucha gloria a nuestra música criolla como los valses «Así será mi suerte», «Juventud, que te vas», «No quiero recordar», «Noche Criolla» y las polcas «Mágica Flor» y «Vivacia» con Nicolás Wetzell; los valses «Nativa», «Nostalgia», «Secreto» y la polca «Mañanita» con Francisco Reyes Pinglo; la polca «Alborada» con Alcides Carreño Blas y el vals «Separación» con Polo Bedoya Bambarén. Filomeno Ormeño, Juan Reyes Calderón y otros grandes compositores también unieron su talento al de Amparo Baluarte.
Falleció el 19 de diciembre de 1992 y sus restos descansan en su amada Moquegua.

Por cortesia de Peruan-ita

Es sabido que el influjo de la tierra ejerce una acción determinante y definida en el carácter y en la vida misma de los seres que nacen sobre su suelo. Y si es el caso, en particular como es el que nos ocupa, que esa tierra haya sido regada con el dolor y la sangre de sus hijos predilectos que se inmolaron en horas lejanas, luctuosas y de triste recordación como es el de nuestra sureña ciudad de Moquegua, tan vinculada al sentimiento nacional y a nuestra historia, este influjo adquiere caracteres indelebles y muy especiales, los que en un día veinticuatro de un jubiloso y primaveral Setiembre de hace unas cuantas décadas se manifiesta con un raro esplendor cuando presurosa llega a este mundo una moqueguana egregia, que más tarde será el orgullo de su terruño y de su país; ella es AMPARO BALUARTE CORNEJO.
Fueron sus padres don Felipe Neri Baluarte Ugarteche y la distinguida dama doña María Encarnación Cornejo de Baluarte, ambos moqueguanos.
Más adelante apreciaremos la profunda huella que el permanente cariño y el recuerdo que AMPARO siempre profesó a sus padres, primero en vida de los mismos y posteriormente honrando su memoria, se perenniza en diversas etapas de su fecunda obra poética.
El año mil novecientos cincuenta y uno contrajo matrimonio con don Ángel Alvarado Valdez -su «alma gemela» como lo proclamaría años más tarde en sus versos enamorados, oriundo del Departamento de Amazonas, Profesor de Coros Escolares del Ministerio de Educación, con quien comparte un hogar en el que impera el amor y el afecto verdadero, sólidamente afianzado durante largos años de feliz unión.
AMPARO, por esas cosas del destino, vino a Lima en compañía de sus padres a la temprana edad de cinco años y aquí se quedó cursando sus estudios en el Colegio María Auxiliadora del Callao. Pero no por ese hecho olvidó su lejana y amada Moquegua, pues ella vive bajo la permanente nostalgia del suelo que la vio nacer y al que le ha entregado su afectuoso recuerdo en versos sentidos que testimonian su memoria.
Su infancia y su posterior asomo a la juventud transcurre en un hogar en el que no se hace ostentación de riquezas, pero en el que existe un sólido soporte espiritual que impregna todo su ser de bondad y dulzura y forja la fragua incandescente de su intelecto creador.
Es así que sucesivamente y cual si fuera una ola incontenible, sus poemas toman forma y al materializarse se engarzan unos con otros formando un collar precioso inmenso, inacabable, pues de su mente ligada en íntima comunión con su espíritu, que fulgura como si hubiera recibido un soplo divino, la poesía fluye con la vital fertilidad que emana de su radiante juventud.
Sus tempranas obras literarias fueron recogidas por destacados compositores nacionales que tuvieron en los poemas de AMPARO la fuente de inspiración para producir temas musicales que engalanaron con brillo sin igual una década de oro en el cantar popular de nuestra patria (comprendida entre los años 1940-1950), pródiga en temas musicales que el tiempo no alcanza a borrar y han quedado para deleite de las generaciones venideras.
Podemos mencionar entre muchísimas de sus co-producciones, pues AMPARO aporta las letras, su cálido e idílico vals «Secreto», una de las canciones más difundidas y conocidas de nuestro cancionero y de la que se conocen y están registradas veintidós grabaciones por distintos intérpretes tanto en el Perú como en el extranjero, el poético vals «Cerca de ti», la perfumada y también ampliamente difundida polka «Mañanita», su tersa y anhelante «Nostalgia», temas que se complementan en la parte musical con la participación de Francisco Reyes Pinglo, a esa incomparable y descriptiva «Noche Criolla», rebosante de alegría y auténtico sabor limeño, la sutil «Fantástica», el vals «La Espera» en cuyas notas se trasunta la ansiedad por la demora del ser amado en acudir a la cita de amor; tenemos también ese bello manojo de polkas conformado por «Viva…ia» y «Mágica flor» y el expresivo vals «No quiero recordar» entre otras tantas composiciones musicalizadas por el maestro y eximio laudista don Nicolás Wetzell y así, debiendo hacer penosas abstenciones por razones estrictamente de espacio, de cientos de otros poemas llevados al pentagrama por destacados compositores, llenaríamos páginas enteras proclamando el significado que tiene el aporte del Talento, la inspiración y el verso florido y galano de AMPARO para llenar de poesía las letras de nuestro cancionero popular, el mismo que ha contribuido a enriquecer y enaltecer como muy pocos han logrado hacerlo a través de los años.
Por otra parte, la rima y la métrica en la poesía de AMPARO se ha caracterizado por el esmerado afán y cuidado que siempre ha puesto nuestra insigne poetisa en la conformación gramatical de sus poemas. De esa manera, la conjugación musical de los mismos se ve facilitada por la homogeneidad de las sílabas que conforman sus versos haciendo que su incorporación dentro de la rigidez imperante en los compases musicales se vea facilitada en extremo, dando oportunidad al lucimiento de todo aquel que musicalice el incomparable mensaje que encierra su poesía.

AMPARO BALUARTE es la poetisa auténtica de nuestra canción y tuvo el singular acierto de aparecer en el firmamento musical cuando nuestro cancionero popular más lo necesitaba, engalanando con su talento páginas musicales que supieron calar hondamente en nuestro más profundo sentimiento y en tal razón obtuvieron de inmediato el favor y el aplauso no solamente dentro de nuestras fronteras sino que han sabido transponerlas hacia distintas latitudes y figuran en el repertorio de artistas consagrados a nivel mundial, contribuyendo a la exitosa difusión internacional de nuestro cantar, asociando el nombre de AMPARO a esa nostalgia que se siente y experimenta cuando se escuchan en países hermanos los acompasados versos de su canto. Esta faceta tan particular de AMPARO ha sido recogida en las páginas de su libro «ALMA CANCIONERA» editado el año mil novecientos sesenta y siete. (Quinto Libro).
Mas el éxito alcanzado por AMPARO en el campo de la composición musical no ha podido sustraerla de acciones lesivas a su auténtico prestigio y por qué no decirlo, también a sus legítimos intereses, pues se han detectado diversos plagios, muchos de ellos en forma aviesa y sutil y otros en forma total, en los que se ha cambiado el título y el «nombre» del autor, perpetuándose un delito que lamentablemente debido a la carencia de una adecuada jurisprudencia, queda impune y sin la necesaria rectificación.
El reconocimiento del país entero a la participación de AMPARO BALUARTE en esta actividad literario-musical de singulares relieves y que tienen su origen en la belleza, hondura y ponderación de sus versos, podemos sintetizarlo en el tema musical en tiempo de vals «Nativa», con letra de Aurelio Collantes y música de Francisco Reyes Pinglo, hizo ampliamente conocido y divulgado y del cual incluimos las últimas estrofas que recogen el testimonio de gratitud y admiración nacional.
«AMPARO de la nueva armonía   BALUARTE de nuestra canción,auténtica es la melodía
que brota de tu inspiración»
Si bien AMPARO BALUARTE se dio a conocer mediante su aporte literario al cantar nacional, es en la poesía en la que adquiere dimensiones astrales, elevándose a las más altas cumbres de la emoción estética, deslumbrando con el insoldable misticismo de sus versos tersos, tiernos y sentidos, plenos de rara musicalidad y de dulzura, cual si hubieran sido transportados por alados mensajeros venidos de un lejano país de ilusión.
En sus primeros poemas se trasluce el tierno candor que le brota de su inocente adolescencia, que transcurre entre sueños y quimeras, entre alegrías y por qué no, entre tristezas. También se percibe en ella su temprano anhelo de poder forjar su «mundo poético» cimentado en el amor, que en sus versos adquiere dimensiones celestiales pues en él no tienen cabida la maldad, la envidia o el rencor; tan solo se siente animada de sentimientos positivos, elevados y de una acrisolada pureza espiritual.
No es por lo tanto una poesía de acabada madurez, pues le hace falta esa hondura que le confiere la experiencia que se recoge en el diario transitar por la vida; y esto es explicable si tomamos en cuenta que su temprano despertar a ese mágico mundo de rimas, versos y poesía la sorprende cuando en «ese SU mundo» todo es bueno y alcanzable, es utópico, noble, limpio y puro, pues AMPARO vive intensamente esa dulce edad de las ilusiones desenfrenadas de dudas y presentimientos, de anhelos exaltados, todos ellos rociados del más puro romanticismo con que alimenta una insaciable sed de amar y ser amada.
En esta etapa la pureza de su amor premunido de romántico embeleso la hace vibrar constantemente y, al hacerlo, canta a todo lo que ve, percibe o siente y aún a lo que inocentemente presiente. Así indistintamente canta al agua clara y cristalina, al fuego que todo lo abrasa y consume, al aire, al Sol y a la Luna que siempre es cómplice de todo romance, al lucero rutilante que es callado confidente de sus cuitas, o al viento que lleva en su vertiginoso batir el mensaje de su alma enamorada de la vida misma.
Desde su más tierna edad, luego en su febril adolescencia, más tarde en su jubilosa juventud y cuando ya florecida se asoma a la vida convertida en mujer, la imagen de AMPARO reluce nítida, fervorosa y diáfana, circundada de un aura luminosa y resplandeciente que ciñe su alma de poetisa refulgente y cuyos destellos fulguran en las rimas que con mayor o menos intensidad brotan espontánea e incesantemente de su sentir.
El correr de los años y las experiencias y vivencias que en ese discurrir se asimilan. Van cincelando su alma, dándole nuevas perspectivas, mostrándole nuevos horizontes hacia donde se dirige presurosa, guiada por su inefable sed de amar, amar y por siempre amar!… El amor es y será, como lo ha sido desde un principio, el sello característico con que rubrica y enmarca todos los actos de su vida y la fuente en que sacia sus ardores y sus ilusiones, pues quien nació para amar seguirá haciéndolo mientras tenga un soplo de vida. Esta es la mejor definición que he podido hallar para dimensionar, aunque creo no poder recoger en mis palabras la verdadera valía literaria y espiritual de AMPARO BALUARTE.
Por eso, para quien supo conjugar desde su más tierna edad el verbo amar, es fácil advertir en AMPARO de modo sustancia y preponderante su amor a Dios, a sus padres, a su terruño lejano y a sus semejantes. Posteriormente ese amor germinaría al unir su destino con el ser que conjuga sus ansias, que calma sus inquietudes y sus temores y vivifica su existencia.
Toda la producción literaria correspondiente a su asomo al mundo del verso y cuyas características hemos detallado en líneas anteriores las vuelva ansiosa, llena de esperanza y fe en su primer poemario: BREVIARIO PASIONAL, que se edita en el año mil novecientos cincuenta y dos y con lo cual brota en germen de su fertilidad literaria.

Y así, habiendo tomado contacto con el mundo de ensueño y de ilusión que para ella es «su vida», la poesía incesantemente aflora de lo mas hondo de su ser. Para AMPARO la poesía es vida y ella vive la vida en verso y como el tiempo transcurre por su cauce inexorable, dejándonos alegrías y sinsabores, esas mismas vivencias hacen que nuestra poetisa ingrese a una etapa de evidente superación y consistencia literaria que origina la publicación de su segundo libro al que denomina LA RUTA LUMINOSA, publicado el año mil novecientos cincuenta y ocho, en el que ya surge como poetisa profunda, inspirada e iluminada. Ya no solo canta al amor idealizado sino que también asoman los primeros vestigios de estado de ánimo contrapuestos, ya la desilusión se hace presente en actitudes en las que su entrega no es correspondida, añadiendo al gozo de amar el dolor que produce la incomprensión o el temor que la invade ante la posibilidad de la pérdida o alejamiento del ser amado.
También la huella de la separación surca profundamente su vena lírica y aún los elementos de la naturaleza se van revistiendo de inclemencia, de frigidez y del tedio que produce el hastío y el desasosiego.
Lo que sí se afianza es ese sólido afecto que le profesa a todos sus semejantes, a quienes identifica y valora como si fueran sus hermanos. Este amor le brota como un murmullo cuando en forma categórica, plena de convencimiento de lo que siente y ansía nos expresa con la ternura de su verso cálido y febril:
«Hoy comprendo que todos, todos son mis hermanos,
y ungidos por un óleo milagroso y divino
con mi lámpara en alto voy mostrando el camino
del amor verdadero a los seres humanos…
»
AMPARO ya encontró su destino, su lugar en la vida y el por qué de su existencia; para ella la poesía es TODO y vive para ella, pues preside todos sus actos, es su principio y su fin, es su sustento material y espiritual, es el alimento con que nutre sus ansias, es como si en las alas de su verso quisiera recorrer el mundo entero…!
Y efectivamente emprende ese periplo lírico y sus poemas recorren el firmamento y llegan a otros países, algunos de ellos muy lejanos y va….es hermanos en fe y en el verso se preguntan: ¿quién es esta diosa que a las alturas se remonta, cruza mares y montañas trayéndonos su mensaje de bondad, de amor y de ternura? Es el insondable misterio de poder transmitir un sentimiento elevado por medio de las letras y si éstas se conjugan poéticamente, ese mensaje es capaz de aperturar todos los corazones.
Y cual románticos trovadores inician una cruzada epistolar con nuestra AMPARO a quien colman de ofrendas galanas que ponderan la exelcitud y virtudes tanto de la poetisa como de la mujer. Y AMPARO recoge el guante literario que le han enviado y teje sutil a veces, ingeniosa en otras y siempre afectuosa en todas, las respuestas a los cálidos mensajes que le llegan de todas partes del mundo del verso, de ese mundo de ilusión y fantasía en que ella vive intensamente.
Todo este conjunto de poemas dedicados a AMPARO y sus consecuentes contestaciones a los bardos que la ofrendan, es recogido en su tercer libro bajo el título de EPISTOLARIO LIRICO, que se publica el año mil novecientos sesenta y tres y contiene cual rico joyel, multitud de homenajes líricos que vienen de España, Argentina, Uruguay, México, Brasil, República Dominicana, Cuba, El Salvador, Honduras, Colombia, Chile y Bolivia. Este libro marca el espaldarazo consagratorio para AMPARO, pues la presenta como maestra en la poética. Es un libro en el que el aroma de las rosas queda perennizado y el jazminero destila su fragancia nocturnal en cada una de sus páginas.
En mil novecientos sesenta y cinco publica su cuarto poemario al que pone por título la esencia de su vida misma, de su propio ser: AMOR. Este libro recoge todo el fuego y la profundidad emocional que proviene de un alma enamorada. Lo divide en dos partes: la primera denominada LUZ, y la segunda SOMBRA, en las que aparecen versos llenos de optimismo, de bondad y de fe, y otros pletóricos de pesar, desilusión y desesperanza, respectivamente.
La diferencia entre las dos etapas anímicas es muy marcada, pues mientras en uno de los sonetos iniciales de LUZ define el amor en forma categórica y sencilla, en otro poema de la etapa de SOMBRA, muestra su desesperante angustia por la falta de afecto del ser amado.
Ambos versos se recogen en las líneas siguientes:
«El amor es la esencia de la vida
es aroma del blanco jazminero,
LUZ es la luz temblorosa de un lucero
es la dicha soñada y presentida…»

«Están vacías mis manos
SOMBRA porque no tengo tu amor…
estaban plenas, colmadas
de ardientes sueños en flor…»

Este manojo de versos floridos se puede reducir a la fervorosa ofrenda que hace AMPARO al comienzo de este libro, cuando expresa plenamente convencida:

«En cuatro letras
-como en cuatro brasas-
arde mi corazón…
AMOR
suprema esencia de la vida:
¡tuya por siempre soy!»

Agotado el primero de sus libros de poemas, el año mil novecientos setenta y uno se publica una nueva edición de BREVIARIO PASIONAL a la que se agregan nuevos poemas y estancias amorosas con los que se rubrica el éxito alcanzado años atrás y se afianza entre ese selecto público lector sediento de beber del cáliz de su fraganciosa poesía.

Y qué mejor para exaltar la cúspide artística ya alcanzada por AMPARO, que esa primera cuarteta de su deliciosa ofrenda de este libro en ese verso que dice:

MI NOMBRE…

«Mi nombre vino del Cielo,
me lo puso el mismo Dios;
AMPARO de la ternura
y BALUARTE del AMOR!…»


Ya a estas alturas estamos ante la presencia de una artista del verso consagrada y laureada en repetidas ocasiones. Su poesía se va haciendo cada vez más cálida, pletórica, hechizante. Y a la vez que acrecienta su verbo, en AMPARO fluye a borbotones un torrente de lo que la encandila y la acerca paso a paso a Dios, en quien reconoce al Supremo Hacedor de dichas y desventuras y ante quien postra su verso de rodillas.
De esa manera, como queriendo dar testimonio viviente de esa SU FE, en mil novecientos sesenta y cuatro publica su último libro al que le da un titular incandescente como su amor: LÁMPARA VOTIVA, que en su parte primera ofrece poemas místicos en los que hace una cálida invocación a Dios como se puede apreciar en estos versos:

«Mi corazón es lámpara votiva
que arde perennemente ante Tu Altar;
Por eso mi canción es llama vida
que te alaba, ferviente y sensitiva,
hasta que Tú la quieras silenciar…!»

Mas no es solamente el amor a Dios el que ilumina su musa sino que también rinde su homenaje de fe cristiana a muchos de los Santos que brillan en el firmamento celestial al lado de Cristo Redentor, y así una tras otra, suben sus plegarias convertidas en versos que son testimonio de su devoción.
La segunda parte lleva como sub-título «Corona Filial» y está dedicada al recuerdo fervoroso de su señora madre y está llena de poemas de tal hondura y sentimiento como aquél que dice así…:

«Yo no puedo creer que te hayas ido
al lugar del que nunca se regresa,
y en la ansiedad de verte, vive presa,
……………………..(no se entiende)…..
.

Y vamos llegando a la etapa de la consagración de AMPARO y en la que, por derecho propio y ante la aclamación que se le brinda a su intelecto, se ciñe el laurel que testimonia su talento. Ya su poesía ha llegado a la cumbre y más allá, sólo queda la Gloria…
El año mil novecientos setenta y cinco sale a la luz su octavo libro titulado CÁLIZ DE AMOR, con cuyos versos participa en el Grand Prix de Poesie de la Ville d´Artes et Prix Louis Jullian, (Ar…s, Francia – Julio de 1972), haciéndose merecedora a la más alta distinción por su Ensamble de Poemas obteniendo Diploma y Medalla de Honor. Y así como esta guirnalda que se le ciñe en Francia, muchas otras adornarán sucesivamente su aterciopelada frente en reconocimiento a la inmensidad de su verso.
AMPARO tiene por costumbre hacer una Ofrenda poética al comienzo de cada uno de sus libros, pero en la que a mi manera de ver alcanza a describirse en cuerpo y alma es en aquella que adorna el encabezamiento de CÁLIZ DE AMOR y que dice así:

OFRENDA
«Ofrezco el brindis de la vida mía
en un CÁLIZ DE AMOR al mundo entero;
que me recuerden, para siempre quiero
los que beban mi ardiente poesía…

Late en ella la sangre de mis venas,
la fiebre que a mi cuerpo consumía,
el amargo secreto de mis penas
y el torrente de luz de mi alegría…!»

En este libro aparece una nueva faceta de la ilustre poetisa en la que saliéndose de sus pautas de rima florida y exacta, da paso a poemas como su «Requien para la paz» en el que hace una apología de la guerra y sus funestas consecuencias. También figura su retrato de los diversos Paisajes del Perú en los que pinta poéticamente todo el encanto y el colorido de las distintas circunscripciones de nuestra patria.
Pero en donde su poesía alcanza la cima del dramatismo hondo y desgarrador es en una de sus composiciones más sentidas en la que refleja un sentimiento de pesar y su desencanto al no haber podido ser madre; y este anhelo frustrado por obra del destino se manifiesta patético, inconsolable en los versos de su «Romance del hijo que……………..(no se entiende)…………

«¡Ay!…, pero me fue negado ese don de la natura… ¡mis manos están vacías, no fue mi entraña fecunda!…».
Y de esta manera vamos culminando este recorrido literario que hemos realizado tomados de la mano de AMPARO BALUARTE, y en el que nos ha mostrado los variados matices que adornan su mosaico poético.
Y el último ejemplar de estas joyas literarias es su noveno poemario que aparece el año mil novecientos ochenta y lleva un título florido, período del aroma que despide su singular contenido: FLORES DEL ALMA. En este libro ya aparece su poesía con toda la fuerza que emana de su madurez intelectual y espiritual y los versos se suceden unos a otros con una rima incomparable y esa donosura que tan solo es propia de unos pocos elegidos. En él rinde también su afectuoso tributo a la amistad y la engalana con sus Guirnaldas como sublime ofrenda de ese cariño que solamente seres como AMPARO son capaces de entregar.
Hay otro capítulo que nuestra poetisa ha titulado «Un alto en el camino» y que encierra mensajes de amor y de esperanza «de mujer a mujer» y en los que se refleja su alma diáfana, limpia y pura. Y este libro tiene lo que su autora denomina su «Broche de oro», pues así se titula el último poema que entra nuestra AMPARO con la siguiente dedicatoria: «Para el compañero de mi vida, Ángel Alvarado Valdez, con todo mi amor…».
Yo me pregunto, ¿cabe agregar algo más a todo lo que ya hemos expresado de esta laureada artista del verso? Definitivamente creo que no, salvo el hacer mención al aspecto curricular de la señora BALUARTE indicando que pertenece a la Asociación Nacional de Escritores y Artistas (ANEA), a la Asociación Peruana de Autores y Compositores (APDAYC), a la Directiva del Club Moquegua con carácter Honorario y es además Presidenta-Fundadora del Círculo Literario y Artístico Internacional del Perú (CLAIP); ha sido galardonada por Instituciones Culturales del Perú y del extranjero y que sus obras literarias figuran en Antologías tanto de nuestra patria como de otras latitudes en donde consideran que sus versos deben figurar en el recuento universal de toda actividad creadora que encumbre a su autora a la cima de la fama.
Como dato complementario mencionaremos que, honrando su memoria y considerándola como un faro y guía de la juventud de la tierra que la vio nacer, dos promociones de la Gran Unidad Escolar «Santa Fortunata» de Moquegua llevan con orgullo su nombre.
Pero todas las cuentas de este rosario galano y florido se quedarían truncas al no completarse la decena de perlas que complementarían el misterio. Por tal razón y culminando una anhelada y largamente acariciada ilusión, se vierten en un crisol ardiente las mejores poesías que están contenidas en los nueve libros que hemos detallado y comentado y de esta manera nace esta ANTOLOGÍA DE LA POESÍA DE AMPARO BALUARTE, que ella entrega al mundo premunida de ese místico fervor con que ilumina, desde sus inicios, la tersura de su verso. En ella también se recogen los últimos poemas que han brotado de la cantera inagotable de su estro refulgente y diáfano.
Finalmente debo agregar que la señora AMPARO BALUARTE asumiendo una actitud deferente que no creo merecer por motivo alguno, me ha pedido que prologue esa ANTOLOGÍA.
Lo hago conciente de la responsabilidad que ese honroso e inmerecido encargo encierra, mas creo con absoluta certeza que la dimensión universal que ha alcanzado su obra me releva de proseguir exaltándola. Por tal motivo me he limitado a comentarla resumiendo los pasajes más determinantes de su vida poética, teniendo en cuenta la cronología observada en la aparición de sus nueve libros publicados, la misma que se observa en la presente ANTOLOGÍA.
Pasarán los años y el rastro luminoso que deja en el espacio azul del firmamento literario esta inigualable poetisa fulgurará con más y más intensidad, pues sus versos son como una pasión que se acrecienta con el tiempo y luego es imposible borrarla de nuestro corazón.
Pocas personas como nuestra laureada poetisa han dignificado tanto nuestro idioma, nuestra gramática y a la poesía con la magnificencia del lenguaje que utiliza para expresar a viva voz todo lo que siente y lleva dentro de sí, ese fuego interior que arde en el altar de su intelecto. Siempre sus pensamientos aparecen elevándose, tratando de acercarse al infinito, proyectándose hacia lo bello y lo sublime, como queriendo llegar a Dios.
AMPARO BALUARTE ha tenido la virtud de despertar en muchas personas -entre las cuales me incluyo-, ese «algo» tan personal que todos llevamos muy adentro, en un rincón del alma, y que a veces lo ignoramos durante casi toda una vida y nos hace experimentar, un sentimiento de vacío, como si algo nos faltara para poder realizarnos completamente como seres humanos. Y así estamos a la espera de la llegada de esa «Hada Madrina» que viene hacia nosotros envuelta entre pliegues de ilusión, y al influjo de su mágica varita, que en este caso es su verbo florido, fértil y deslumbrante, nos trasmita el cálido soplo que despierte nuestra musa adormilada y silente.
Pasarán los años prosiguiendo su marcha implacable, pero de lo que podemos estar seguros es que con el correr del tiempo este mundo convulso y desaprensivo que se debate en bajas pasiones, odios, rencores y mezquinos intereses, deberá enmendar su rumbo si no quiere llegar a su autodestrucción. Y entonces asomará, como una esperanza, como una luz en el camino que ilumine la oscura noche de nuestra vida, el verso terso, puro y sentido que emana de la maestría de la pluma de nuestra siempre recordada AMPARO, dando testimonio de AMOR, bondad, de paz y unión entre todos los seres del Universo pues su poesía hermana, une, comprende y perdona.
Querida AMPARO: nunca el fantasma del olvido rondará en pos de opacar el recuerdo imperecedero de tu obra. Yo te puedo asegurar que el tiempo será testigo inmortal de tu triunfo.
¡Qué Dios te bendiga eternamente!

LUIS FRANCISCO GARLAND LLOSA
Amparo: Baluarte de la inspiración popular
Amparo Baluarte es la mejor letrista del criollismo. Porque es poeta.
Ganadora de concursos literarios, su nombre y obras figuran en las antologías poéticas de América y España. Nacida en Moquegua. Fueron sus padres don Felipe Neri Baluarte Ugarteche y la distinguida dama doña María Encarnación Cornejo de Baluarte, ambos moqueguanos.
A los cinco años de edad Amparo vino a Lima en compañía de sus padres y aquí se quedó cursando sus estudios en el colegio María Auxiliadora del Callao. Es autora de los libros: «Brevario pasional», 1952; «La ruta luminosa», 1958; «Epistolario Lírico», 1963; «Amor», 1965; «Alma cancionera», 1967; «Brevario pasional» (segunda edición), 1971; «Lámpara votiva», 1974; «Cáliz de amor», 1975; «Flores del alma», 1980; «Antología poética», 1984.
Con su obra «Cáliz de amor» ganó el premio Internacional de poesía, Francia.
En su acogedora residencia de Breña se pueden ver las fotografías del Diploma de Honor que le enviaron de Francia por haber ganado el «GRAND PRIX DE POESIE» de la Ville d´Arles, 1975.
El año de 1951 contrajo matrimonio con el extranjero músico compositor Ángel Alvarado Valdez, con quien ha conformado un hogar pleno de amor. Decimos que Amparo Baluarte es la poeta del criollismo, porque todas las letras de sus ofrendas musicales tienen candor, ternura y profundidad.
«Secreto» es uno de sus más conocidos valses y ya pertenece a la inmortalidad de la lírica popular. Este valse tiene más de 20 grabaciones por consagrados músicos y cantantes. Hernando Avilés, ex – primera voz de Los Panchos, la grabó con su conjunto Los Caminantes en México. La música de «Secreto» pertenece al gran músico Francisco Reyes Pinglo.
Amparo Baluarte también tiene la gracia de la mujer limeña. En «Noche criolla» encontramos nuestra hermosa tradición: ´Ven amor, a bailar este vals en mis labios te quiero estrechar / y después pasaremos al bar / calmar nuestra sed y cenar. / Los licores provocan mi bien / y la causa limeña también / que rico está el camarón, / que dulce está el picarón / y los choclitos que tiernos son…´, etc.
(Max Dextre)

Hecho por Reneè Alvarado e Maria Julia Avellaneda