TRANVIAS LIMEÑOS

HISTORIA DE LOS TRANVIAS EN LIMA

En 1862 se inician los planes que, luego de varios intentos, culminan en 1877 con la construcción del tranvía urbano de Lima (con tracción animal). La empresa que lo construyó estaba dirigida por Mariano Antonio Borda, quien había firmado un contrato con el Municipio en 1876. Para ello Borda fundó la EMPRESA DE TRAMWAYS, cuya gerencia desempeño hasta 1898. El 7 de febrero de 1878 se realizó el primer viaje por la línea que partía del Paseo de las Aguas, en el barrio de Bajo el Puente (hoy Rímac). La dirección técnica de los trabajos estuvo a cargo del ingeniero Manuel Marca (a quien se le considera el introductor de los tranvías en el Perú), quien trabajó en esta empresa desde su origen hasta 1905.

El servicio fue inaugurado oficialmente el domingo 24 de marzo de 1878. Se trataba de un tranvía de coches sobre rieles jalados por caballos (¿mulas?). En 1890 esa empresa ya tenia tres líneas que atravesaban la ciudad. Así en 1877 se estableció un servicio de tranvías de tracción animal. Su línea principal, debido a la falta de un número adecuado de carros, después de una década, cubría de manera deficiente el recorrido desde los Descalzos hasta la Exposición. Existían también más de un centenar de coches de alquiler, unos cincuenta coches de uso particular y unas quinientas carretas de dos y cuatro ruedas, jalados por caballos. En ese entonces Lima contaba con alrededor de 100 mil habitantes.

Tranvia jalado por caballos en el centro de Lima

Cabe recordar que después de la terminación de la Guerra con Chile, (la ocupación y el saqueo), nuestra Capital de la República seguía presentando un lamentable estado de crisis y atraso.

Las comunicaciones con el Callao y los Balnearios eran atendidas por el Ferrocarril Inglés de Lima, Callao y Chorrillos y por el Ferrocarril de la Magdalena que ofrecían cinco viajes diarios al Callao, siete a Chorrillos y cuatro a la Magdalena, dos de estos en coches abiertos. En ese entonces se utilizaban locomotoras a vapor.

En 1898, la EMPRESA DE TRAMWAYS cambió de propietarios, quienes unieron capitales para incrementar las líneas e introducir mejoras. Así se crea la COMPAÑIA DEL FERROCARRIL URBANO DE LIMA, con un capital de ese entonces de 50,000 libras peruanas. A inicios del siglo esa compañía contaba con cuatro líneas.
1 Descalzos – Exposición
2 Monserrate – Cercado
3 Camal – Acequia de Islas
4 Malambito – Santa Rosa
El transporte público de Lima se fue modernizando aceleradamente a inicios de este siglo. Entre 1902 y 1906 el tranvía de Lima (que se había inaugurado en 1877 con tracción animal) inició su conversión a la tracción eléctrica y fueron contruidas dos nuevas líneas de tranvía eléctrico: a Chorrillos, en febrero de 1904, y al Callao, en junio de 1904.

 

Lima, Calle la Merced hacia 1890

Lima, primer tranvia urbano electrico, 1906

En 1903 fue iniciada la construcción del TRANVIA ELECTRICO LIMA CHORRILLOS. Su construcción fue culminada en 1904 y se inauguró el 17 de febrero de ese año. Fue el primer tranvía eléctrico del Perú. Inicialmente sólo llegaba hasta Barranco, pero el 3 de marzo del mismo año el servicio fue extendido hasta Chorrillos. En 1906 la empresa del TRANVIA ELECTRICO LIMA CHORRILLOS tenía un total de 26 kilómetros de vías férreas. En 1904 la COMPAÑIA DEL FERROCARRIL URBANO DE LIMA suscribió un contrato con el Municipio para electrificar el tranvía mediante el sistema trolley. Los trabajos de conversión estuvieron tambien a cargo del ingeniero Manuel Marca. La primera línea de tracción eléctrica fue puesta en servicio el 1 de junio de 1906 (Descalzos – Exposición, Tranvía urbano). Sucesivamente fueron convertidas las otras líneas hasta que, en 1918, la extensión total de la red de tranvías urbanos de tracción eléctrica era de 39 kilómetros.

El comienzo de la electrificación

Tranvia en la «calle del Tren», Chorrillos


Tranvia recorriendo la Escuela Militar de Chorrillos

 

El tunel de la Heradura fue construido para los Tranvias

Si bien sus primeras y eventuales manifestaciones comenzaron a partir de 1886, sólo a comienzos del siglo XX el empleo de la electricidad aumentaba relativamente rápido en el Perú.

En 1895, a fin de electrificar sus instalaciones (movidas hasta entonces con fuerza hidráulica proporcionada por el río Huatica), la Sociedad Industrial de Santa Catalina (empresa textil) fundó la Empresa Transmisora de Fuerza Eléctrica (que el 1ro de enero de 1900, cambió su razón social por la de Empresa Eléctrica de Santa Rosa) cuya central de instaló en el lugar en que hasta ahora se halla la Central Térmica del mismo nombre de propiedad hasta hace poco de Electrolima.

La Empresa Eléctrica de Santa Rosa adquirió la concesión que la Municipalidad de Lima había otorgado en 1896 a la «South American Light Power and Traction Co.» para la instalación del alumbrado eléctrico en las calles de Lima en reemplazo del alumbrado a gas que se utilizaba desde 1855. Para cumplir con sus nuevas obligaciones, la empresa amplió la potencia de su central instalando alternadores movidos por vapor en tanto que completaba los estudios para la instalación de una central hidroeléctrica en Chosica.

La Empresa Eléctrica de Santa Rosa no era la única de su clase en Lima pues, al poco tiempo de su fundación, el industrial molinero Juan B. Peral procedió a electrificar las instalaciones de su molino y en 1899 formó la Sociedad de Alumbrado Eléctrico y Fuerza Motriz de la Piedra Liza, instalando su central frente a la de Santa Rosa en la margen opuesta del Rímac.

En 1901 se sumó a las anteriores la Compañía Eléctrica del Callao que tuvo vida autónoma muy corta pues en 1904 la Empresa Eléctrica de Santa Rosa adquirió todas las acciones de sus competidoras al igual que la mayoría de aquellas de la Empresa del Gas de Lima, echando así las bases de la que luego serían las Empresas Eléctricas Asociadas.

En 1906 la Compañía del Ferrocarril Urbano de Lima, que hasta la fecha había utilizado la tracción animal, había dispuesto la electrificación de sus servicios. En el mismo año la Empresa Eléctrica de Santa Rosa obtenía la concesión para la instalación de una línea de tranvías eléctricos de Lima y Callao; En 1903, bajo la razón social de Tranvía Eléctrico de Lima y Chorrillos, se había constituido una nueva empresa que instaló una central térmica en Limatambo.

En 1910 Lima y balnearios contaba con 220,000 habitantes y «Empresa Eléctricas Asociadas» debía abastecer a toda la ciudad de luz y fuerza motriz. Ese año dejó de ser un trust de empresas para tener una sola personería jurídica. Ese fue el segundo paso luego de la fusión empresarial. En los nuevos estatutos, aprobados el 25 de agosto de 1910, introdujeron cambios en el directorio.

A lo largo de las décadas del 10 y 20, el servicio de tranvías de la empresa se efectuó en cuatro líneas: la línea urbana de Lima y las líneas interurbanas del Callao, Chorrillos y Magdalena. En 1923 el conjunto de estas cuatro líneas tenía un total de 166 kilómetros. El plan de expansión aprobado en 1922 contemplaba la reforma de este servicio. En efecto, fueron construidos nuevos tramos y renovados otros, así como se renovaron los tranvías. Una innovación de esos años fue el tendido de rieles y durmientes sobre un material llamado «balastro», que era de piedra chancada elaborada en una planta especialmente construida por la empresa.

Sin embargo, y a pesar de esas mejoras, desde 1925 la operación de los tranvías se vio fuertemente afectada por la competencia de los nuevos ómnibus introducidos. Un hecho que afecto el servicio de los tranvías fue la suspensión del servicio eléctrico durante varios días seguidos, en el verano de 1925, a causa de las inundaciones y huaicos que inutilizaron temporalmente las centrales de Chosica y Yanacota. Durante los días de paralización del suministro eléctrico los tranvías dejaron de circular. Ello ocasionó la aparición del aún incipiente servicio público de ómnibus que empezó a atender la demanda de transporte desatendida por los tranvías. En realidad se trataba de que la empresa tenía costos que los ómnibuses no tenían. Se trataba de una competencia desigual ya que los tranvías debían pagar el costo de sus vías, talleres e instalaciones, mientras que los ómnibus utilizaban gratis las vías pagadas por el Estado y sólo pagaba las reparaciones efectivas realizadas en talleres particulares o en la vía pública. Los ómnibus aumentaron su número y cada día restaban al tranvía de un numero apreciable de pasajeros.

El resultado de esta competencia fue que desde fines de la década del veinte la operación de los tranvías comenzó a ser deficitaria. El número de pasajeros transportados tendió a disminuir.

 


Tranvia de fabric. nortamericana marca Brill, la Colmena, 1935


La Colmena adornada con Tranvias «Brill» en la ruta a la Punta, 1935

Ante esta situación la empresa debió rebajar sus tarifas, gracias a lo cual en 1933 el número de pasajeros transportados se incrementó a casi 27 millones. Sin embargo, esa recuperación no fue suficiente para lograr un superávit en el ejercicio tranviario. Por ese motivo, en 1934 la empresa decidió transferir las líneas de tranvías y dedicarse exclusivamente a la generación y distribución de energía eléctrica. La operación de transferencia de los tranvías fue aprobada en la junta extraordinaria del 28 de abril de 1934. El nombre en inglés de la empresa eléctrica, que era «Lima Light, Power & Tramway Co.», pasó a ser «Lima Light & Power Co».


Tranvia de fabric. Italiana – Breda- en el centro de Lima


Tranvia Breda en los tallleres de mantenimiento

Hacia la mitad del siglo XX una implacable campaña del diario La Prensa, vocero del neoliberalismo, se trajo abajo a la compañía de tranvías sólo porque era una empresa pública, una de las muy escasas que existían entonces. Se acabo entonces con un transporte barato, limpio y eficiente. Luego escuchamos durante años los proyectos para construir un Metro que era descartado con el argumento del costo, mientras en ese lapso otras ciudades de menor tamaño como Caracas o Santiago, lo construían.

En lugar de repotenciar a los tranvías la ley 15786 liquidó el transporte eléctrico de las calles de Lima. Los tranvías dejaron de circular en 1965.

Si uno visita cualquier país medianamente desarrollado, se da cuenta inmediatamente de la importancia y la calidad del transporte masivo, normalmente de propiedad estatal o municipal y bajo estricta supervisión de los usuarios. Europa ha cimentado una conciencia de esto. En cualquier ciudad norteamericana es un tema de primer orden y cuando existen concesiones privadas, las regulaciones son muy severas para garantizar el interés social.

 

Tranvia Breda recuperado por el Museo de la Electricidad, Barranco

 
Nota: Recomendamos la visita al Museo de la Electricidad, que se encuentra en la calle Pedro de Osma 105- Barranco- Lima, en el cual se encontrara una exposición dedicada a los tranvías, asi como el «Tranvía del Recuerdo» en funcionamiento. Tel: 477-65-77

 

*** Información recopilada por César Jiménez