Descripción: SIKU
Es una «flauta de pan», constituida por una o dos hileras de cañas (anterior y posterior) ordenadas de mayor a menor, atados en forma de balsa. Las cañas de la hilera anterior tienen su extremos superior abierto y el inferior cerrado por el nudo natural de la caña. Las del plano posterior poseen el extremo inferior generalmente cortado a bisel y su longitud es la mitad de cada una de las anteriores.
Construcción:
En las culturas Preincaicas se las construía de terracota y piedra. Actualmente se fabrica con cañas de longitud y volumen variable y de canutos de pluma de cóndor (región andina de Ecuador).
Detalles técnicos:
El siku modelo tiene en su totalidad trece (13) tubos divididos en dos partes o «amarros»: una parte con seis tubos llamada IRA y la otra parte con 7 tubos llamada IRKA. Este siku modelo corresponde al registro (tamaño) de las MALTAS (siku mediano).
Están afinados en la escala diatónica de SOL mayor. Existe otra variedad de siku cuya afinación es acomodada a la sucesión de escalas europeas. Se puede obtener la escala cromática tapando parte de la boquilla del caño y regulando el sonido con el labio inferior, mientras que el instrumento toma una posición cercana a la horizontal, logrando alterar las cañas un semitono mas bajo. Con trece tubos se logran 104 notas.
Clasificación:
Aerófobo de soplo, de filo o flauta sin canal de insuflación.
Historia:
Su origen es incierto, ya que se encuentra disperso en distintas regiones del mundo.
Funcionalidad:
Algunas comunidades de aborígenes lo emplean como rituales dedicados a la muerte. En América se utiliza para adorar a los dioses nativos, tiernos, crueles y despiadados. En nuestro país aparece por lo general integrando bandas junto con redoblantes y bombos y demás instrumentos rítmicos en procesiones.
El rondador es un instrumento típico de la música ecuatoriana (extremo izquierdo de la foto), su sonido probablemente sea el más singular de la música andina, ya que el modo como se encuentra afinado y construido es único entre los instrumentos de esta región.
Se cree que este instrumento es ya producto del mestizaje de la música tradicional de los Andes con la música traida durante la conquista; sin embargo los puristas en el estudio de este instrumento dicen tener pruebas de que este es invención pura de los índigenas de la región lo cual sería bastante notable ya que, como se explica a continuación, su construcción no es nada simple.
Este instrumento al igual que los sikus, se elabora de carrizo, bambú o caña brava, y tiene la peculiaridad de que se encuentra afinado en la escala pentatónica (cinco tonos Do, Re, Fa, Sol y La) pero con la situación extraordinaria de que entre cada tono natural de esta escala, se encuentra una tercera inferior exacta, es decir; y como ejemplo, para un Do se inserta un tubo con el tono Fa#, razón por la cual se cree que no es invención indigena, pues los medios tonos se cree que no fueron conocidos en los Andes sino hasta la llegada de los españoles.
Por eso el sonido que emite el instrumento al soplarlo es como si se estuvieran escuchando «pajaritos» entre cada tono natural.
A diferencia de los sikus, este instrumento tiene alineados los tubos en una sola hilera; por lo que sólo puede ser ejecutado por una persona.
Generalmente el instrumento esta compuesto por un promedio de trenita y dos tubos, sin embargo se encuentran en el mercado algunos con menos o más tubos, también es posible encontrar rondadores con la escala completa de tonos.
Otra particularidad es que el instrumento inicia con dos o tres tubos afinados en tonos naturales (Sol y La generalmente) y a partir del último inician los tubos con afinación en terceras.
En la actualidad no existen muchos ejecutantes de este instrumento, probablemente por su complejidad y aunque no es así siempre, se emplea de hábito en piezas pausadas o de tiempos largos.
La Antara (al centro de la foto) también se construye a base de tubos de diferentes bambúes, y su afinación original es la pentatónica, sin embargo, ya es mucho más usual encontrarla con la escala completa de siete tonos.
No se ha podido definir completamente su origen (que se supone es peruano) puesto que se cree que este instrumento es una réplica del suri sikuri boliviano (a la derecha en la fotografía), que al igual que los sikus cuenta con la escala de siete tonos naturales.
La antara es un intrumento precolombino y al igual que el rondador, sólo cuenta con una hilera de tubos, mismos que inician tradicionalmente en el tono de Sol y se pueden encontrar fabricados con siete tubos solamente y hasta con catorce tubos.
El Suri Sikuri se puede decir que es una versión ampliada de la antara, también se fabrica de los mismos materiales descritos arriba y como la antara sus tubos se encuentran dispuestos en una hilera de tonos consecutivos.
Cuenta con la escala de siete tonos e inicia con el tono de Sol, y se conforma de entre 20 y 30 tubos.
El nombre de este instrumento es dado también a un bailable tradicional boliviano y al grupo que ejecuta música con este instrumento para los carnavales.