DANZAS E INSTRUMENTOS

Gracias a los recientes descubrimientos arqueológicos de instrumentos musicales, se sabe que en el Perú la música se remonta al menos a unos 10.000 años de antigüedad.

De esa larga tradición proceden las quenas, las zampoñas, los pututos (trompetas de conchas marinas) y una gran variedad de instrumentos de viento en cuya fabricación se emplearon materiales como caña, barro, hueso, cuernos y metales preciosos, así como diversos instrumentos de percusión.

Mediante el contacto con Occidente se ha incorporado gran cantidad de instrumentos, los mismos que han sido creativamente adaptados a las necesidades rítmicas y tonales de cada región del país. Las muestras más evidentes son las numerosas transformaciones que han operado en el arpa, el violín y la guitarra en la sierra peruana.

El encuentro de lo andino y lo occidental ha dado origen en el Perú a más de 1.300 géneros musicales. Pero dos de ellos han rebasado el ámbito regional y se han convertido en símbolos de la identidad peruana: el huayno y la marinera. Compuesto por una mezcla de alegría y nostalgia, el huayno se ha convertido en la base de la creación de nuevos ritmos musicales contemporáneos, gracias a su estructura musical simple y flexible.

La marinera, si bien no es un género matriz como el huayno, tiene variantes claramente diferenciadas en la costa y en la sierra, y gracias a su belleza musical y esplendorosa coreografía ha alcanzado una gran difusión en todo el ámbito nacional.

La fuerza festiva del migrante africano ha contribuido también a enriquecer el panorama musical: produjo la invención del cajón y el descubrimiento musical de la quijada de burro como instrumento de percusión.

En la región de la selva existe también una gran variedad de ritmos, danzas e instrumentos vinculados con sus fiestas y rituales, como por ejemplo el uso del manguaré (tronco tubular), llamado «tambor semiótico» porque sirve para comunicar mensajes a larga distancia en medio de la selva.

En la actualidad continúan la asimilación de nuevos instrumentos –como sintetizadores, guitarras eléctricas, baterías y armónicas– y la creación de nuevos géneros, como la chicha, que permiten a la música peruana abrirse a nuevas influencias, para extenderse, nacional e internacionalmente, más allá del terreno reservado a lo vernacular.

Esta capacidad para la fusión e innovación musical expresa vivamente la fuerza integradora y el carácter dinámico de la cultura peruana.

La Marinera y el Cajón

La Marinera

Este baile es un derivado de la zamacueca y de la mozamala. En 1893, Abelardo Gamarra «El Tunante» la bautizó con el nombre de «marinera» en homenaje al héroe naval Miguel Grau, durante un concierto de piano ofrecido por una niña limeña, quien posteriormente se convertiría en su gran difusora, doña Rosa Mercedes Ayarza de Morales. De ese encuentro nació la marinera más conocida, titulada «La Decana» y luego rebautizada popularmente como «La Concheperla». La marinera ha ido conquistando posiciones lentamente. En 1938 llegó hasta el Teatro Municipal de Lima para ser presentada en el Concierto de Fiestas Patrias. Hoy en todo el país se realizan diversos festivales, siendo el más conocido el que se celebra en enero en Trujillo. Tiene varios estilos que se denominan según su lugar de origen: marinera costeña, serrana y norteña. Su desarrollo es de un gran dinamismo, con movimientos elegantes y una coreografía muy compleja de secuencias coordinadas y sincronizadas. Cada miembro de la pareja lleva permanentemente el ritmo con un pañuelo en una mano, que utilizan asimismo para el galanteo, a pesar de que nunca se produce un contacto físico. Los instrumentos que se usan para su ejecución son la guitarra y el cajón.

El Cajón

Instrumento de percusión de origen afroperuano utilizado en la mayoría de variantes musicales costeñas de la marinera, así como en la música criolla y la música negra en general. Está confeccionado por una caja de madera que lleva un orificio en la parte posterior. Para su ejecución, el tañedor se sienta sobre el cajón y da golpes directamente con las manos. Aunque de apariencia simple este instrumento ha comenzado a tener una importante difusión fuera del Perú, como da fe su reciente incorporación a la música flamenca.

El Huayno y la Quena

El Huayno

Es considerado el baile andino por excelencia. Sus orígenes precolombinos fueron matizados desde un inicio por la asimilación de influencias occidentales, por lo que presenta múltiples variantes regionales. Su estructura musical surge de una base pentatónica de ritmo binario, característica estructural que ha permitido a este género convertirse en la base de una serie de ritmos híbridos, desde la chicha hasta el rock andino. El baile se realiza en parejas que van desarrollando giros y movimientos a partir de pequeños saltos y zapateos que marcan el ritmo. Los instrumentos que intervienen en la ejecución del huayno son la quena, el charango, el arpa y el violín. En algunas variantes del huayno intervienen bandas típicas, que añaden instrumentos como las trompetas, el saxofón y el acordeón. Por otro lado, aunque son géneros muy diferentes, en la sensibilidad popular el huayno está más vinculado a la marinera de lo que aparenta, como lo recuerda este estribillo de marinera serrana: «no hay marinera sin huayno / ni huayno sin marinera / cholita pollera verde / para ti va la tercera».

La Quena

Este instrumento de viento es el más difundido en el Perú y procede de épocas prehispánicas. Está hecho con un tubo de caña, madera, hueso o plástico con un segmento biselado, que constituye la embocadura. Presenta 5 o 6 pequeños orificios de digitación con los que se componen las variaciones del sonido producido por el soplo del ejecutante. En cada región predomina un tamaño diferente.

El Huaylarsh y el Arpa

El Huaylarsh

Es un ritmo y danza de fiesta y alegría vinculado con los periodos de cosecha en la sierra central. Su energía y vivacidad se manifiesta en los saltos y demostraciones de agilidad de los danzantes varones, frente al fino zapateo de sus parejas. En su ejecución coreográfica el grupo de danzantes va desarrollando, por parejas, muestras de habilidad en una alegre competencia. En su instrumentación intervienen orquestas o bandas típicas compuestas por arpas, violines, saxofones, clarinetes, trompetas y bombos.

El Arpa

Es un instrumento de cuerdas hecho sobre una base hueca de madera con forma cónica que sirve como caja de resonancia. Su origen es occidental y ha tenido gran aceptación en el Perú, especialmente en la sierra peruana, donde se utiliza por su versatilidad para ejecutar variaciones de sonidos agudos. El arpa ha sido modificada y adaptada en numerosas regiones, tanto en su forma como en su afinamiento.

El Festejo y la Quijada

El Festejo

Es una danza afroperuana muy popular en la costa central. Se baila en parejas, insinuando y al mismo tiempo evitando el contacto físico. Los movimientos alegres y pícaros desarrollan una expresividad corporal llena de sensualidad. La instrumentación está compuesta por la guitarra, el cajón y la quijada y es acompañada por un cantante solista y su coro.

La Quijada

El maxilar inferior del burro, mula o caballo se ha convertido, gracias al ingenio afroperuano, en un efectivo instrumento de percusión. Se sostiene con una mano y con la otra se da rítmicos golpes al son de la pieza que se ejecuta. El sonido particular de la quijada, producido por la vibración de las muelas del equino, es amplificado en la misma estructura del hueso.

El Carnaval y la Mandolina

El Carnaval

Es una danza que, con variaciones regionales, se baila en todo el Perú, especialmente en las zonas rurales de Puno, Cajamarca y la Amazonia. La ejecución de este baile se realiza en comparsas que salen por las calles acompañadas de sus propios músicos. Las letras de las canciones, con una rima usualmente puntual, son en muchos casos pícaras, satíricas y muy alegres. Guitarras, acordeones, mandolinas, tambores andinos (tinyas y tamboriles) y charangos son los instrumentos más empleados para su ejecución.

La Mandolina

De origen europeo y parecido al laúd, la mandolina ha sufrido una serie de transformaciones en el Perú, tanto en el material de su caja de resonancia, como en el número de cuerdas. Se usa frecuentemente con la guitarra formando dúos para interpretar huaynos y otras variedades musicales de la sierra.

El Santiago y la Tinya

El Santiago

La música de este género proviene de las costumbres vinculadas al pastoreo. Se toca en las ceremonias andinas de la marcación del ganado y los rituales de fertilidad de los rebaños. En esas ocasiones, una serie de canciones propiciatorias de ritmo sencillo y de fina sensibilidad es interpretada especialmente por jóvenes mujeres. Los instrumentos empleados con mayor frecuencia son las tinyas y los wakrapuko o trompetas de cuerno de res.

La Tinya

Es un instrumento de percusión a manera de un pequeño tambor manual hecho de cuero. Tiene una gran difusión en el ámbito andino y es tocado –fundamentalmente por mujeres– con una baqueta, en danzas y ceremonias referidas a la vida campesina, especialmente durante las épocas de cosechas y marcación del ganado.

El Vals Criollo y la Guitarra

El Vals Criollo

Es una danza en que las parejas tomadas de las manos, en un abrazo a medio terminar, se mueven con finos pasos entrelazados, un estilo recreado por los limeños de los típicos valses (waltz) vieneses. Tiene sus orígenes en el siglo XIX y se difundió en la clase media urbana como una manifestación que sintetizaba la añoranza romántica del criollismo por una Lima que se alejaba. Los instrumentos con los que se ejecuta son la guitarra y el cajón.

La Guitarra

Se trata del instrumento de uso popular más difundido en el Perú. La forma más usada es la española moderna, pero hay un total de 10 variedades diferenciadas por su forma, materiales de construcción y número de cuerdas. Su afinación varía según la zona. Se combina con varios otros instrumentos según el género musical interpretado, y se la utiliza para tocar el vals criollo, la marinera, el festejo, el huayno, la zamacueca, el tondero e incluso también para la chicha.

El Sikuri y la Zampoña

El Sikuri

El ritmo un tanto marcial de la danza de los sikuris, tiene sus orígenes en la región del Altiplano. Se baila en grupos numerosos formando comparsas que se organizan en grandes círculos en torno a los músicos que tocan zampoñas de diferentes tamaños.

La composición coreográfica denota la complementariedad y armonía que debe regir en toda integración humana, pues un grupo de ejecutantes sólo puede emitir la mitad de las notas requeridas, siendo indispensable la participación de otro grupo para completar la melodía.

La Zampoña

Es un instrumento de la familia de flautas de pan, que consiste en la reunión de varios tubos de caña de diferentes tamaños sujetos entre sí por hilos entrelazados formando una o dos hileras. El tamaño del tubo determina la nota musical. Este instrumento presenta distintas variedades regionales, dependiendo de la longitud, disposición y cantidad de cañas. Su uso es frecuente en casi todas las festividades del sur del país y especialmente en el departamento de Puno. Una de sus variantes es la antara, fabricada con las cañas más finas del carrizo.

El Harawi y el Charango

El Harawi

Llamado también yaraví, es un género musical cuyas melodías transmiten sentimientos de tristeza y añoranza. Está considerado dentro de las variantes musicales más antiguas del repertorio peruano y su procedencia se entronca con la manifestación poética del mismo nombre desarrollada en el periodo incaico. Su música aletargada es acompasada con frecuentes silencios que le añaden dramatismo a la ejecución. Generalmente este género no se baila, salvo que esté incorporado dentro de un huayno o una marinera, como suele ocurrir en algunas de sus variantes mestizas. Entre los instrumentos que se usan para su ejecución están el charango, la mandolina y la quena.

El Charango

Es un instrumento creado sobre el modelo de la guitarra clásica. Es de tamaño pequeño en relación con el instrumento originario, pero posee en cambio un número mayor de cuerdas (12). Su caja de resonancia esta hecha de caparazón de armadillo o kirkincho, aunque también las hay de madera. Su uso es muy popular en la región sur del país.

Danzantes de Tijeras

Destreza Física y Desafío Ritual

Desde el punto de vista del hombre occidental, la danza de las tijeras es básicamente una impresionante manifestación de arte y destreza física, pero para el hombre andino o mestizo que habita en las comunidades de la sierra constituye ante todo un complejo ritual. Una serie de misterios rodean a los danzaq (ejecutantes del ritual) quienes, en un despliegue de fuerza y elasticidad, ponen a prueba su destreza mediante saltos gimnásticos al ritmo del arpa y el violín. Según los sacerdotes de la Colonia su halo mágico obedece a un supuesto pacto con el diablo, debido a las sorprendentes pastas o pruebas que ejecutan en la danza. Estas pruebas denominadas atipanakuy consisten en meterse espadas por el esófago, atravesarse el rostro con alambres, comer insectos, sapos y culebras, entre otros actos propios de faquirismo andino. El instrumento central de la danza son las tijeras, elaboradas de dos placas independientes de metal de aproximadamente 25 cm de largo y que juntas tienen la forma de un par de tijeras de punta roma. Los lugares de mayor difusión de esta danza son Ayacucho, Apurímac, Arequipa, la sierra de Ica, Huancavelica y Lima.

La Chicha o Cumbia Peruana

Un Nuevo Género Domina América del Sur

Un nuevo ritmo musical de notable difusión es la chicha, que actualmente ha penetrado con fuerza en gran parte de América del Sur. Aunque también acoge elementos del rock y otros ritmos contemporáneos, los dos géneros musicales que sirven de base para la creación de la chicha o cumbia peruana son el huayno y la cumbia colombiana. Su difusión no sólo ha logrado propagarse en todo el territorio peruano, sino que también ha calado fuerte en países vecinos como Argentina, Chile, Bolivia y Colombia. La principal característica de este género, que se proyecta sobre toda Hispanoamérica, es la permanente fusión de nuevos ritmos, tanto modernos como tradicionales, así como el uso de una gran variedad de instrumentos para su ejecución, sobre todo electrónicos.

Los Huacos Silbadores

Sonidos y Voces del Pasado

Una gran variedad de sonidos e instrumentos presentes en los ritmos y melodías actualmente vigentes en el Perú proceden del pasado prehispánico. Además de algunos instrumentos de percusión, los más abundantes eran los de viento, conformados por diversas formas de silbatos, quenas, antaras y trompetas, hasta hoy usados y los llamados huacos silbadores o botellas acústicas, los cuales pueden ser apreciados en museos como el de Arqueología, Antropología e Historia (Lima). Estos curiosos instrumentos, hallados en templos, residencias de curacas, ajuares funerarios de guerreros y tumbas de niños, cumplían también funciones decorativas y simbólicas, y estaban vinculados a ceremonias rituales: los sonidos de entre 33 y 50 centésimos de semitono representaban a seres humanos, los de 80-100 a víctimas de sacrificio, y los de 25 a seres sobrenaturales.

Por lo general, los huacos silbadores están conformados por dos cámaras acústicas unidas y una serie de orificios alineados y en diferentes tamaños que permiten modular los sonidos (timbre y frecuencia), mediante el soplo, a manera de flauta. En algunos huacos la cámara acústica no sólo amplifica el soplo del ejecutante, sino que también produce sonidos mediante el desplazamiento de líquidos, agua o chicha, de un vaso comunicante a otro, en su interior.