RELATO: NOTAS DE UN CONCIERTO

Un festival de música criolla no es noticia para la prensa local, que parece más interesada en que figurita de T.V. estrena nuevo físico. Ante su ausencia, el homenaje a los 12 años en la música de Jorge Luis Jasso, fue un excelente espectáculo para un público numeroso. Jasso, Los Hermanos Santa Cruz, Pepe Vásquez, Ernesto Pimentel, Cecilia Barraza y el ballet de danzas Expresión Folklórica, armaron la jarana.

La tarde caía cuando Los Hermanos Santa Cruz subieron al escenario. Enternados, arrancaron con “Y se llama Perú”. Su participación fue muy divertida, jugaron en el escenario, representaron las canciones. “Hemos lanzado nuestro disco y hoy hacemos otro lanzamiento”, dijo uno de los hermanos y lanzó un disco al público. Los cajones retumbaron, mientras los hermanos cantaban: “ese ritmo de negro, ese ritmo sabroso, ese ritmo festejo aquí”. Festejo final para una noche que recién empezaba.

Dos negros bajaron del escenario y subió otro, que pesaba por los dos. Pepe Vásquez y su habitual show. Sin embargo, la gente lo quiere así, pues en realidad el público criollo es muy conservador. Sudó la gota (super) gorda y elevó aún más la temperatura del recinto. En un momento de su actuación, invitó a Leticia Curay. Muy tímida ella, esperaba siempre una venia de Pepe para acercarse.

Sin esperar más, como si se tratase de un nuevo cantante, en medio del espectáculo, subió Jorge Luis Jasso, elegantemente vestido. “Hoy comparto estos doce años, agradeciendo a nuestros artistas y compositores. Pido un aplauso para nuestra música, y para quienes han construido esta historia hermosa”, fue lo primero que dijo un generoso Jasso. Luego recordó sus inicios y en honor a ese recuerdo, interpretó clásicos como “Corazón” o “Cariño Malo”. A continuación, su aguda voz se elevó por los aires para interpretar temas propios.

Ernesto Pimentel, amigo de Jorge Luis desde la época en que estudiaban teatro, cantó algunos temas clásicos. Lo más resaltante de su participación fue la simpatía que le mostró el público. Luego apareció en escena, Cecilia Barraza de negro y pequeñita, pero de chispa grande. Provocó a los hombres (“¿hay alguno aquí?”), se quitó los zapatos para bailar, encantó a la audiencia y bajó rápido.

Es necesario resaltar la participación del conjunto musical que acompañó a todos los artistas, ¡qué tal vitalidad, no paraban nunca! Y, por supuesto, hay que mencionar a Expresión Folklórica, conjunto que presentó diversas danzas del Perú, demostrando versatilidad y derrochando gracia.

El capítulo final, fue la vuelta al escenario de J. L. Jasso. Invitó a Cecilia a cantar juntos “Alma, Corazón y Vida”. El público vibró. A Jasso, no se le escapó ninguna…como buen piurano que es, se puso el poncho y el sombrero y cerró con un tondero, con sus padres y representante organizador del espectáculo Pepe Polanco en el escenario. Acabó echado en el escenario entre aplausos del rendido auditorio . Luego él aplaudió. La faena del delgado matador había concluido. Y la noche cubrió ya.

Texto y fotos: Wili Jiménez Torres