Un Barrio con Historia

Muchas personas desconocen realmente los límites de los Barrios Altos y quizás ni cuenta se han dado que transitan o trabajan en esa zona. Los Barrios Altos está limitado por el Río Rímac, la Avenida Abancay, la Av. Grau y su prolongación. El Congreso de la República está dentro de su área por lo que bien harían nuestros padres de la patria en elaborar leyes que protejan y sobre todo reconstruyan o rehabiliten esa zona muy tradicional de nuestra Lima que tiene una plaza que fue considerada por muchos años como la segunda principal de Lima, después de la Plaza Mayor, me refiero a la Plaza Bolívar.

El Congreso tiene dos plazuelas. La del frente es una plazuela o plaza con mucha historia, «Plaza Bolívar» y la que está en su parte posterior es una Plaza que fue construida junto con el local del Congreso, «Plaza del Congreso».

Como de niño viví a sólo una cuadra de la Plaza Bolívar, fui testigo de ciertos cambios que en ella ocurrieron y descubrí también a través de la lectura que dicha plaza es histórica y fue por mucho tiempo el centro cultural e intelectual de la vieja Lima ya que entre otros, ahí estuvo ubicada la Universidad de San Marcos que fue demolida para dar paso a lo que ahora es el Congreso. De ahí se desprende que la cuadra dos del Jirón Ayacucho se llamaba antiguamente «Calle de la Universidad» y fue cercenada cuando se construyó el local del Congreso.

La Plaza Bolívar es también conocida como «Plaza de la Inquisición» ya que allí quedaba el local de la Santa Inquisición, muy temida por muchos durante la época de la colonia. En su museo se exhiben los instrumentos y aparatos de tortura que utilizaba dicha institución. Con el crecimiento de Lima se perdió gran parte de dicho local ya que se tenía que dar paso a la construcción de la Avenida Abancay. Lo que siempre tuve curiosidad fue el saber si en las noches penaban las almas al interior de la Bomba Roma que se construyó a su costado y sobre terreno que había sido de la Santa Inquisición. Tal vez algún bombero que haya pasado la noche en ese local pueda contarnos si se podía dormir bien ahí.

Ricardo Palma, en sus «Anales de la Inquisición de Lima», contó una anécdota sobre la tan temida Santa Inquisición: «Premunidos en sus privilegios, llegó ocasión en que los inquisidores se atrevieron a llamar a juicio hasta el representante de la corona. Citado a comparecer ante el Tribunal el marqués de Castelfuerte, se hizo escoltar hasta la puerta por una compañía de sus guardias y dos piezas de artillería. Penetró en la sala de audiencias, colocó su reloj sobre la mesa y previno a sus señorías que, si antes de sesenta minutos no había terminado la sesión y salido él a la calle, sería cañoneado el edificio. Dicho esto, tomó asiento y contestó a las futilezas que se le preguntaron. Inútil es añadir que media hora después el virrey se retiraba tranquilo».

Por estar la Universidad de San Marcos ahí ubicada, la Plaza Bolívar fue conocida también con el nombre de «Plaza de la Universidad» y ahí solían reunirse los intelectuales de la Lima antigua, siendo también el centro de las ceremonias más importantes de aquella época.

Ramón Castilla fue quien inauguró la estatua de Simón Bolívar que tiene dicha plaza y que fue mandada a construir en Europa. Desde esa fecha, dicha plaza adoptó el nombre de «Plaza Bolívar». En la ciudad de Caracas, Venezuela, hay una plaza que tiene una estatua idéntica a la que hay en la Plaza Bolívar de Lima, y es que ellos maravillados por la belleza de dicha estatua pidieron permiso a las autoridades peruanas de entonces para utilizar los moldes con que se construyó dicha estatua.

Durante la época militar de los 70s el Congreso de la República estuvo cerrado y ello originó que se descuidara dicha Plaza. Durante la noche dicha plaza era invadida por los «peloteros» de diversas partes de los Barrios Altos y se organizaban allí partidos de fulbito hasta la madrugada. Toda la plaza fue dividida en canchas de fulbito.

Con el retorno de la democracia, se le hicieron trabajos de reparación y embellecimiento y ya no permitían que se juegue fulbito allí de noche, así que se volvió un poco solitaria. Ciertas mujeres de la noche se aprovecharon de dicha soledad en que se encontraba la plaza y la convirtieron en su centro de operaciones y de «trabajo». Años después alguien tuvo la horrible idea de cercar dicha plaza y hasta ahora se encuentra cercada, habiéndosele quitado parte de la estética con el cerco de hierro que tiene.

La historia del Perú, en parte, se desarrolló alrededor de la Plaza Bolívar en los Barrios Altos. Del mismo modo hay otras plazas y lugares en los Barrios Altos que están llenas de historia por lo que es deber de nuestras autoridades el rehabilitar dicho barrio tradicional de nuestra querida Lima.

Dario Mejia
Melbourne, Australia