Restos de Rafael Matallana son velados en privado

(ANDINA). En estricto privado se realizan las exequias del compositor y cantante criollo Rafael Matallana, a quien se le recordará como «El Caballero de la Canción Criolla» y un maestro de todos los ritmos, según destacaron diversos compositores peruanos.

Los compositores Alicia Maguiña y Augusto Polo Campos lamentaron la muerte del eximio compositor e intérprete Rafael Matallana, en quien reconocieron extraordinarias cualidades profesionales y humanas. Sus restos se velan en privado, tal y como lo pidió en vida.

El intérprete de Esta es mi tierra y Alejandrina falleció ayer 8 de julio a las 11:00 horas, a los 79 años de edad.

Rafael Matallana se une a otros dos ilustres criollos fallecidos en menos de un año. El primero fue Arturo “Zambo” Cavero, en octubre de 2009; y María de Jesús Vásquez, la “Reina y Señora de la Canción Criolla”, quien dejó este mundo en abril de este año.

Su amigo y colega Ronny Zuzunaga contó que la familia de Matallana dispuso que las exequias sean en estricto privado, tal como Rafael lo deseaba.

«La familia quiere que la exequias se realicen en estricto privado, tal como Rafael lo solicitó en vida. Creo que debemos recordarlo como el gran cantante que era, como «El Caballero de la Canción Criolla». Recomiendo a las nuevas generaciones que ingresen al portal YouTube para que conozcan quién era este criollo que nos acaba de dejar.»

Augusto Polo Campos lo calificó del más completo compositor que ha tenido Perú.

«Hay mucha tristeza en el país por la muerte de Matallana y sobre todo entre los verdaderos compositores, entre los que lo quisimos por ser el más entendido y un maestro de todos los ritmos, no sólo de valses. Cantaba con la misma gracia festejos, valses picados o huainos, era el cantante más completo que ha tenido Perú.»

Por su parte, la compositora y cantante Alicia Maguiña dijo que el desaparecido intérprete era un gran artista y señor.

«Y no lo digo porque haya muerto o porque fuera su amiga. Tenía un fraseo muy especial, él cantaba, no gritaba, sabía modular muy bien su voz, sabía la cadencia de los valses y la síncopa de la marinera limeña. Se regodeaba cantando marineras limeñas como buen vecino de la Lima de antaño», reseñó.

«Es una lamentable pérdida, la música criolla pierde a un gran artista. Fue una persona muy comprometida con la música que amaba», puntualizó.