PROMESAS

de Manuel Quintana Oliveros
«El Canario Negro»

Yo oí en los intersticios

de su cráneo ya disuelto

batir sus leves alas

el soplo nocturnal.

Y súbito en las rocas

la vibración de un eco

lo mismo que el preludio

de un cántico nupcial.

Quiés sabe qué promesas

dejó en su seno trunco

me dije contemplando

tan trsite solución.

Y el viento parecía

que suspiraba trunco

Promesas nunca mueren

si son del corazón.

Enviado por Walter Huambachano