Hablar de don Abelardo Vásquez es , hablar de toda una institución dentro nuestro folklore popular costeño, y en especial de la música limeña..
Descendiente de Don Porfirio Vásquez Aparicio, el Patriarca del Folklore Negro, quién se asentó con su familia , procedente de Aucallama, en el distrito limeño de Breña.
Fue Don Porfirio maestro en las décimas de Nicomedes Santa Cruz, y su hermano Carlos Vásquez Aparicio fue un pilar importantísimo de este arte.
Por los años cincuenta el conjunto “Porfirio Vásquez y sus hijos” realizó numerosas presentaciones en las que destacaba nítidamente su hijo Abelardo.
Artista particularmente completo, a decir de los entendidos, pues dominaba casi todas las disciplinas del arte . Guitarrista, zapateador, percusionista, bailarín, actor, compositor, y por si fuera poco dueño de una voz aterciopelada, primerísima , y también excelente segunda voz.
Sin embargo, a mi modesto entender, la cualidad más importante de Abelardo era su deseo de volcar sus conocimientos , de alguna manera, pues no hay métodos definidos para enseñar folklore, y mucho menos el difícil arte de cantar Marinera de Lima, en lo que Abelardo, sin duda, fue, es , y será , EL MAESTRO.
Nacido el 2 de Enero del 29, actor precoz a los seis años en la película nacional “El Gallo de mi Galpón”, integra la primera compañía de música negra formada por José Durand Flores, prestigioso doctor en letras, diplomático e impulsor de nuestra cultura popular negra, a quién tuve la suerte de conocer.
Esta compañía , se llamó Pancho Fierro y consiguió un logrado espectáculo de fiesta y baile negro que llegó hasta el Teatro Municipal y la Plaza de Toros de Acho, para ser apreciado por la alta sociedad limeña de entonces.
Abelardo contribuyó en gran medida, a partir de allí, en toda producción musical importante que se hiciera sobre nuestra música negra. Los logrados trabajos de Victoria
y Nicomedes Santa Cruz, con su conjunto Cumanana, donde Abelardo era el obligado cantor de pregones, danzas, pero sobretodo, de la Marinera de Lima.
De esto queda el testimonio, en los discos de antología reeditados por Iempsa , ahora en CD SOCABÓN Y CUMANANA grabados en el año 1975.
Previamente grabó Ritmos Negros del Perú, con Nicomedes en el año 1971, precisamente en momentos en que Porfirio su padre fallece, y queda la placa como homenaje póstumo al
Patriarca del Folklore Negro, y jefe de familia de los Vásquez, tronco fundamental para las raíces de nuestra música de la costa, que junto con los Santa Cruz, los Ascuez, y posteriormente Ronaldo Campos y su Perú Negro, conforman la columna vertebral , sobre la que descansa nuestra música afroperuana.
Abelardo ejerció, durante treinta largos y fructíferos años la docencia en folklore negro, en la Escuela Superior José María Arguedas. Como he dicho anteriormente, la cualidad que considero más importante en él, es precisamente su afán de enseñar, su perseverancia y paciencia, a pesar de tener un genio muy fuerte.
Debo destacar , de todas las disciplinas o cursos que enseñó, especialmente el llamado
CANTO DE JARANA, que se impartió de manera exclusiva y única.
Abelardo era genial, pues terminaba sacando cantores, de personas que llegaban en cero, y además con problemas de compás, personas que no tenían en su mayoría estudios previos de canto, ni voces educadas. Era tal su insistencia, y el ejemplo inigualable de oírlo cantar sólo para sus alumnos, que todos tratábamos de imitarlo de la mejor manera.
En el año 1974 se graba el antológico LA MARINERA LIMEÑA ES ASI, donde junto con Augusto Ascuez, el Señor de la Jarana, Augusto Gonzales, El curita, Carlos Hayre y su hermano Vicente Vásquez en las guitarras, el cajón de Reynaldo “Canano” Barrenechea , las palmas y guapeo de Valentina Arteaga, queda escrita la única página didáctico musical de Canto de Jarana o Marinera de Lima.
Demás esta decir que Abelardo propició un “culto” casi religioso por este arte, nos contagió una especie de “virus” del cual algunos(as) como yo, no queremos encontrar la vacuna .
Y además, junto con ello, toda un gama de enseñanzas ético morales, que regían la vida de los criollos de antaño, reglas que se tenían que respetar si ansiabas pertenecer al criollismo.
Si querías cantar jarana debías escuchar con atención a los mayores, pedir permiso y esperar tu turno.
También en 1974, grabó el disco titulado Los Vásquez, con sus hermanos Vicente, Pipo
y Osvaldo, valioso aporte a nuestra música, con Pregones como el Pan de Dulce, con música de Abelardo y letra de Nico Cisneros, El Aguador y La Buñuelera de Victoria Santa Cruz, y también de Victoria su hermosa danza o habanera, Obsesión.
Posteriormente en el año 1989 graba su homenaje musical a su Padre Porfirio, y sus hermanos Pipo y Vicente fallecidos también. Con valses de Porfirio, como Los Ñorbos, A Gardel, y valses muy antiguos y jaraneros como El Vergel, y El Huracán de Miguel Almenerio.
En el año 2000, la última producción EL GRAN ABELARDO VASQUEZ, con temas suyos, como el vals Carmina, el festejo Camote asao, Humanidad de Pablo Casas.
No te aguaito de Máximo Bravo, compositor de Breña el barrio de sus amores, y muchos temas más.
Después de su partida física en Abril de 2001, salió a la luz la producción de Ester Dávila Bartola, con la que grabó Cristal Herido y un contrapunto de Jarana Limeña realmente sensacional. Asi como a Ester, su voz acompañó a casi todos los artistas criollos, en su momento, como Cecilia Barraza, Cecilia Bracamonte , Ellen Burhun , El Centro Musical Unión, y muchos más en sendas producciones discográficas.
Abelardo es el principal responsable de que La marinera limeña , en su esencia, aún permanezca entre nosotros y se inserte en las futuras generaciones gracias a la labor de sus alumnos tanto en el baile como en el canto. Y por supuesto del amor a nuestra música que sembró con ahínco en nuestras mentes y nuestros corazones.
Gracias Maestro
Mercedes Mendoza Canales
09296178
Lima, 15 de Marzo de 2,003 ( Mega Reunión)