La Flor de la Canela

Déjame que te cuente, Chabuca, grandiosa / déjame que te venere, como si fueras diosa / déjame que muestre al mundo entero / que en cada corazón peruano, tu recuerdo es duradero.
“La Flor de la Canela” es considerada por los peruanos como su segundo himno nacional, siendo también el vals peruano más interpretado en el mundo. Chabuca Granda le dedicó esa canción a Victoria Angulo de Loyola, una mulata nacida en Barranco el 21 de julio de 1891, donde pasa su niñez para luego mudarse al Rímac donde se casó y que fue donde vivía cuando Chabuca la conoció. 

En la casa de Victoria Angulo solían armarse una jaranas memorables que reunían a las grandes glorias de nuestro criollismo de aquella época. Por su casa desfilaban sus primos hermanos Elías y Augusto Ascuez, su prima Bartola Sancho Dávila, también Manuel Covarrubias, Luciano Huambachano, Pablo Casas Padilla y lo más renombrado de la bohemia criolla. Chabuca Granda fue llevada a la casa de Victoria Angulo por María Isabel Sánchez Concha de Pinilla, una barranquina muy vinculada con los artistas.

 

La casa de Victoria Angulo quedaba en un corralón frente al «Puente de Palo», que ya no existe. Dicho puente quedaba en la curva del ferrocarril Lima-Ancón y comunicaba al Jirón Arica (hoy Rufino Torrico) con «Abajo el Puente» (como también se le conoce al Rímac). Ese «Puente de Palo» es el puente al que se refiere Chabuca Granda en «La Flor de la Canela» y no el Puente de Piedra o el Puente de los Suspiros como, equivocadamente, son mencionados a veces. Al «Puente de los Suspiros» le dedicaría, posteriormente, otro vals.
Chabuca Granda, por esa época, trabajaba en la Antigua Botica Francesa en la Calle Mercaderes (hoy Jirón de la Unión). Victoria Angulo solía visitar a Chabuca allí y le comentaba el trayecto que tenía que recorrer a pie, a través del Puente de Palo, para regresar a su casa. Chabuca fue forjando así una canción que se la iba cantando a las hijas de Victoria cuando ellas la visitaban en su trabajo.
Oscar Avilés, en la entrevista que le hiciera Mario Cavagnaro en el Programa Televisivo «Avanzada Criolla», contó la historia de como el 7 de enero de 1950, Chabuca Granda termina de hacer «La Flor de la Canela», cuyas dos primeras estrofas estaban hechas con casi un año de anticipación: En el cumpleaños de José Moreno Alarcón, el 7 de Enero, el equipo de La Victoria todos van a la casa de José Moreno y con el “chapita” Alfredo Weston cantan con “curdo”, … con Ricardo, … cantan un tema y levantan las voces … entonces Chabuca se queda impresionada y me llama y dice: “…  esto es lo que le falta a mi vals, esto es lo que le falta a mi vals…”. De repente vemos que Chabuca se levanta y va hacia las puertas del balcón (Plaza 2 de Mayo Nº 32); … entonces, frente al monumento de la Plaza 2 de Mayo ella empieza a tararear y va combinando lo que va sintiendo, lo que va recordando de las notas agudas, de la expresión de cada uno de los intérpretes y mencionando: “…déjame que te cuente limeño, deja que te diga Moreno…” el dueño de casa, “… déjame que te diga Moreno, mi pensamiento…”. Es ahí, que en presencia de mis compañeros tan queridos, … que están en el cielo, como Augusto Ego Aguirre, Alejandro Cortez …, en fin …, y otros tantos como José Moreno mismo, Leturia, Alfredo Weston y de otro grupo más que estábamos rodeando a Chabuca, encontramos el final de este tema y supimos saborear, eso que ella decía: “… esto es lo que le falta a mi vals…”
«Chabuca» Granda cantó «La Flor de la Canela» por primera vez a Victoria Angulo en su cumpleaños, el 21 de julio de 1950. Ninguna de las dos se imaginaron, en ese instante, que más que un presente de cumpleaños, Chabuca Granda había inmortalizado a Victoria Angulo con su canción.
Victoria Angulo falleció el 20 de diciembre de 1981, pero «La Flor de la Canela» nos hará recordar a ella y Chabuca Granda, por toda la eternidad.
Dario Mejia
Melbourne, Australia