JOSÉ ANTONIO

Vals Peruano

Chabuca Granda

“A José Antonio de Lavalle y García, barranquino, gran señor peruano,
angustiado desde su juventud por la desaparición irreparable
de nuestras esencias, por ejemplo: el Caballo de Paso.
Desaparecía este admirable animal de trabajo y viajes largos.
José Antonio tenía un potro, “Pancho Fierro” y del embride de éste
con una yegua moqueguana propiedad de un señor chino,
brotaron todos los ambladores de hoy.
Para gloria de José Antonio, los criadores actuales de nuestro país
-angustiados, como es natural, por una u otra cosa-
siguen perfeccionando el genotipo y varios países sudamericanos
se surten de este animal nuestro.
En California, inclusive, hay un cálido lugar –Lomita-
donde le crían bajo el nombre de “The Peruvian Paso Horse”.
José Antonio me contó tanto de este caballo
que le hice esta canción, pero no me la oyó.
Por eso le letra tiene la fuga al final, que dice:
José Antonio, ¿por qué me dejaste aquí?.
Y cuando algunas señoras la cantan con ira,
yo digo: No, si la canción es de amor.
El señor se me murió. Era un señor muy viejo,
muy amigo de mi padre y muy amigo mío”.

JOSE ANTONIO
(Vals)

En España se la conoce como “Caballo de Paso”

Por una vereda viene cabalgando José Antonio,

se vienen desde El Barranco a ver la flor de amancaes;

en un bere-bere criollo va a lo largo del camino

con jipijapa, pañuelo y poncho blanco de lino.

Mientras corre la mañana su recuerdo juguetea

y con alegre retozo el caballo pajarea;

fina garúa de Junio le besa las dos mejillas

y cuatro cascos cantado van camino de Amancaes,

¡Qué hermoso que es mi chalán! Cuan elegante y garboso

sujeta la fina rienda de seda, que es blanca y roja;

que dulce gobierna el freno con sólo cintas de seda

al dar un quiebro gracioso al criollo bere-bere.

Tu mi tierra que eres blanda, le diste ese extraño andar

enseñándole el amblar del paso llano gateado;

siente como le quitaste durezas del bere-bere

que allá en su tierra de origen, arenas le hacían daño.

Fina cadencia en el anca, brillante seda en las crines,

y el nervio tierno y alerta para el deseo del amo;

ya no levanta las manos para luchar con la arena…

quedó plasmado en el tiempo su andar de paso peruano.

¡Qué hermoso que es mi chalán! cuán elegante y garboso

sujeta la fina rienda de seda, que es blanca y roja;

que dulce gobierna el freno con sólo cintas de seda

al dar un quiebro gracioso al criollo bere-bere.

José Antonio, José Antonio

¿Por qué me dejaste aquí?

Cuando te vuelva a encontrar

que sea Junio y garúe;

me acurrucaré a tu espalda

bajo tu poncho de lino

y en las cintas del sombrero

quiero ver los amancaes

que recoja para ti,

cuando a la grupa me lleves

de ese tu sueño logrado

de tu caballo de paso

¡Aquél del paso peruano!

Lima, 1957.

José Antonio de Lavalle muere un 17 de mayo de 1957