HERMELINDA

Vals

Alberto Condemarin

Escucha amada mia
la voz de los cantares
que brotan de mi lira
con desolado son
Malevola es tu ausencia;
temiendo mil azares
enferma tengo el alma
y herido el corazon.

Ya para mi las aves
no cantan sus amores
ni vierte su perfume
la aurora matinal.
Ni el timido arroyuelo,
que bulle entre las flores,
tu rostro peregrino
refleja en su cristal.
Que triste amada mia,
los dias amanecen;
que lentas son las horas
que estoy lejos de ti!

Para calmar la duda,
que tormentosa crece,
acuerdate, Hermelinda,
acuerdate de mi (bis)

Piensa en tu fiel amante,
que solitario llora
al recordar las horas
de dicha y de placer,

bañando con mis lagrimas
tu frente encantadora…
tus ojos, dos luceros,
fijados hacia mi. (bis)