Luís Cruz Nuñez

Nació en Sullana el 05 de Julio de 1934, hijo de don Luis Felipe Cruz Salazar y doña Marina Nuñez Flores y nieto a la vez del recordado «Don Chabaco». Cruz Nuñez ve pasar los años en medio de un ambiente fiestero y de jarana llegando a ser periodista y distinguido compositor. Estudió en el Colegio Santa Rosa, promoción 1950, completando estudios superiores al obtener el título de Contador Mercantil y Administración de Empresas. Como periodista escribió en «El Norte» de Sullana y «El Tiempo» de Piura también en «La Opinión».

Como compositor, se inicia el año 1953 y en 1955 conforma el dúo mixto de «Los Norteños» con Rosa Exilda Checa Arrese, visitaron Radio Nacional de Lima y fueron contratados por el sello el Virrey para grabar el vals de su inspiración «Rosa», e «Isabel» de Juan Requena. Integró el trío «Los provincianos» con Félix Reyes y Emilio Gómez, fue vocalista de la famosa orquesta «Don José y Sus Rítmicos», también formó un conjunto típico con sus hijas con el nombre de «Las Capullanas» y «Popy» en el cajón.

Compuso el vals, «No me olvides» grabado por «Los caciques» y después por «Los Kinsa» Amaranto y los «Tres del Perú». Otras composiciones como «Rosa», «Aroma de amor» fueron grabadas por «Los Mochicas», «China Celosa» por Lilian Lorena, «Madrecita» por Palmira Pizarro (Chilena), «Nueva Ilusión» por los «Embajadores Criollos», «Madre, lindo tesoro» por Jesús Vásquez, «El Vals huayno» y «Arriba mi Norte» por Las Capullanas.

Casado con Genara Elisa Castellano Talledo, quien también fue cantante. Recordando a Luis Cruz Nuñez, que en sus versos nos dice: «Así es mi Tierra Sullana» ardiente como el sol que la abraza.

Enviado por: Luis Ramirez Mio

Manuel Raygada

Autor de «Mi Perú»

 Nació un 8 de Marzo de 1904. Desde muy joven a los 24 años (1928) viajó a Chile para la entrega de Tacna, y regresó en 1955 ya casado con Doña Juana Sepúlveda y sus hijos: Sergio, Victoria, Gladys, María y Julio. Su regreso se debió gracias a los esfuerzos del Municipio del Callao, por tal motivo compuso la canción «Mi Retorno». y falleció en abril de 1971

Escribió el vals «Nostalgia Chalaca» cuando se encontraba en Chile, donde vivió desde 1929. Sólo después de muchos años volvió al Perú. Fue en 1956, época de su arribo al Callao, donde el alcalde Atilio Torchiani le confió la administración del Mercado Central, como una manera de brindarle su apoyo. Casado, radicaría desde entonces en La Perla. Escribe «Mi retorno», vals que populizarían «Los Chamas».

Autor de canciones tan populares como «Así era ella« («Ahora que se ha ido / la que endulzó mi vida, / dejando este mundo / al llamado de Dios, / voy vagando por las playas de la vida / llevando en el pecho este dolor…»).

Compuso «Acuarela criolla«:

«Lima está de fiesta, / la canción criolla se viste de gala / las guapas limeñas lucen su belleza / y gracia sin par…

«Mechita« contribuyó, también, a consolidar su popularidad: «Mechita de mis ensueños, / muñequita seductora, / tu juventud atesora / todo un mundo de esplendor .

Quizá pueda decir que el vals «Mi Perú« es su composición cimera. Lo es por contenido, expresión musical, fervor patriótico: «Tengo el orgullo de ser peruano y soy feliz / de haber nacido en esta hermosa tierra del Sol… -dice en sus primeros versos.

Chalaco, rinde sin embargo, en 1945, un fervoroso homenaje a la capital con un vals que titula «Lima criolla«. «Que viva Lima, viva mi patria / hermosa tierra de promisión / ciudad adornada de tauromaquia, / de vivanderas y serenatas, / que hermosa es Lima tu tradición».

Federico Barreto

Federico Barreto
Federico Barreto

08 de Febrero 1868.- Nace en Tacna, Don Federico Barreto.

Hijo del Coronel Federico María Barreto (Limeño) y de doña Ventura Bustíos,(Tacneña) José Federico Barreto Bustios nació en Tacna el 8 de febrero de 1868. Falleció en Marsella (Francia) el 30 de octubre de 1929.

Como poeta y como periodista fue uno de los ardorosos abanderados del patriotismo. Esto lo sabe muy bien su pueblo. Por eso lo ama y busca sus poemas y los recita.

Entre la intelectualidad que encabezó la tenaz resistencia a la ocupación enemiga de Tacna tiene un puesto de Honor Federico Barreto, quien, además de sus dotes de patriota, fue como hombre de letras un indiscutible valor, principalmente en la poesía.

A los 17 años de edad se inició en las lides periodísticas, colaborando con sus poesías en el diario Los Andes, fundado y dirigido por Cúneo Vidal.

 En la guerra con Chile al inicio de las acciones bélicas con Chile, y la consecuente alteración de la vida normal en la ciudad, hizo que sus padres lo enviaran a Lima para que continuara sus estudios. fue llevado a Lima pero más pudo el amor al terrunio ya que pronto regresó. En 1886 el poeta con un grupo de jóvenes entusiastas fundó el periódico El Progresistas y el círculo vigil,  Publicó varios poemas referentes al cautiverio.

Terminada la ocupación, retornó a Tacna, reiniciando su actividad intelectual, dirigida desde los primeros momentos a alentar la resistencia. Se editaba en Tacna por ese entonces El Deber, El Tacora y el periódico chileno El Eco; Barreto fundó El Progresista, que se convirtió en trincheras de la campaña antichilena.

Más tarde, con su hermano José María, fundó La Voz del Sur, asaltado y destruido por los chilenos debido a su campaña peruanista. Barreto, autor de Algo mío, Aroma de mujer y otras obras elogiadas por la crítica, murió en Marsella (Francia), el 30 de octubre de 1,929, sin haber podido estar presente en la Reincorporación de Tacna, que era su principal anhelo.

Title: Tu Castigo
Poet: Federico Barreto

Después de tu traición no he vuelto a verte
Te ocultas porque temes que algún día
Exclame en alta voz para perderte:
¡Esa mujer que pasa ha sido mía!

No temas nada soy hidalgo y fuerte
Y en mi honradez de caballero fía
Guardaré tu secreto hasta la muerte.
¡Antes que divulgarlo moriría!.

No seré yo que fui feliz contigo,
Quien salpique de lodo tu semblante,
¡Tendrás el desengaño por castigo…!

Algún día llorando como loca
Me llamarás, a gritos, y tu amante
Las manos viles te pondrá en la boca

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Title: Queja a Dios
Poet: Federico Barreto

Me has entregado, ingrata, al abandono,
y yo, que tanto y tanto te he querido,
ni tu negra traiciòn hecho en olvido
ni disculpo tu error…¡ni te perdono!

No intentes, pues, recuperar el trono
que en mi pecho tuviste, y has perdido.
En el fondo del alma me has herido,
y en el fondo del alma està mi encono.

Yo no podrìa, es cierto, aunque quisiera,
castigar como debo tu falsìa;
mas la mano de Dios es justiciera…

¡Castìgala, Señor, con energìa!
Que sufra mucho; ¡pero que no muera!
¡Mira que yo la adoro todavìa!

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PRINCE

El Circo por el pueblo está invadida,

y allí, causando admiración y pena,

Prince , el león de esplendida melena,

se revuelca en su jaula enfurecido.

Mira a la turba con el cuello erguido,

y al sentirse amarrado a una cadena,

hunde la garra en el candente arena

y grita «¡LIBERTAD! con un rugido.

Como esa fiera indómita y altiva,

conozco yo de inmortal renombre

que tambié ruge porque está cautiva.

No es Prince , no, su soberano nombre;

no está en el Sonegal su patria magna;

Su patria es el Perú.

DESDE EL DESTIERRO

De mi suelo natal estoy proscrito,

y al verme aquí, tan lejos de mis lares,

la indignación ahoga mis pesares,

y en lugar de una queja, lanzo un grito.

¿Cuál fue, decid, mi crimen inaudito?

¿Adorar a mi patria en sus altares?

¿Consagrarle mi brazo y mis cantares?

¡Pues hónranme la pena y el delito!

¡Madre Tacna, soporta tu tormento

con el valor del mártir en la hoguera.

¡Muéstrate grande hasata el postrer monento!

Fija está la humanidad entera.

Sufre, ¡pero no laces ni un lamento!

Muere, ¡pero no cambies de bandera!

EL VALLE

Amanece. De pie desde una loma 

veo a Tacna entre frondas escondido.

Desde lejos parece una paloma

con las alas abiertas en su nido.

Tras la cumbre de un monte el sol se asoma,

gorjeos de aves llegan a mi oído,

Y sinto que embriaga el blando aroma

de ese pedazo del Edén perdido.

Desde aquí todo el valle se domina.

Corre, abajo, entre sauces, el Caplina;

y guardando esta tierra encantadora,

dos titanes admiran su heroísmo:

el mar azul y el níveo Tacora.

Dos extremos: la cumbre y el abismo.

Alejandro y Rosa Dolores Ascoy

Alejandro y Rosa Dolores Ascoy
Alejandro y Rosa Dolores Ascoy

“La Limeñita y Ascoy”

Fueron hermanos; se llamaban Alejandro y Rosa Dolores Ascoy.

Unieron sus voces en 1936, para formar el dúo que les dio fama pero no dinero. Uno de sus discos de larga duración más populares fue “Glorias de la Canción criolla”.

La manera en que se inició en el canto Rosita Ascoy, la narró al columnista Alfredo Kato, de esta manera: “visitaba con mi familia la radio Goicochea cuando encontré una guitarra y me puse a tocarla. Yo toco desde los siete años. Me escuchó un señor, de Brito creo que se llamaba, que era director artístico de la emisora. Me llevó a lo que hoy se llama la cámara de transmisiones y me animó a cantar. Yo interpreté “Huérfano soy,

no conocí a mi madre”, vals que en ese entonces se cantaba mucho.

La buen interpretación que causó en Rosa Elvira Figueroa y en “un poeta Alatrista”, recordó la cantante, le abrió el camino de la emisora. Pero…su familia le dijo no. Como su madre había fallecido y su hermano Alejandro no se encontraba en Lima, tuvo que esperar…esperar que pase la tormenta.

Inició su actuación con el auspicio de las Empresas Eléctricas Asociadas, con el programa “mi guitarra y yo”. De vuelta a lima, su hermano Alejandro, hizo dúo con él previo acuerdo con los directivos de la radio. Era el año 1937.

Jorge Aprile, periodista argentino radicado en Lima, editor de la revista “ Cahuide”, los llevó al Teatro Municipal para que interviniesen en un festival; participaron con ellos: Filomeno Ormeño, Nicolás Wetzell y el cajonero Carlos Bahamonde. A partir de entonces, los cines de Lima, Callao y balnearios fueron escenarios donde su presencia se hizo notar.

Como la suerte los acompañaba, en 1939 empezaron a viajar. Su arte se imponía, se había impuesto. Argentina y Chile fue la ruta que recorrieron. Pero después Guillermo García Ocharán, esposo de Rosita, guitarrista del grupo, enfermo.

¿ Qué sabor les dejó la vida artística?, ¿Qué podían decir en 1972 cuando Alfredo Kato los entrevistó?, “….se trabajó mucho y se ganó muy poco”. Dolorosa y triste confesión.

Ascoy, antes de unir su voz a la de su hermana Rosa, había formado un dúo conocido como “Ascoy y Costa”; en 1931 ambos trabajaron en las películas nacionales “La última lágrima” y “La huérfana de Ate”. Eran conocidos por sus presentaciones en el Teatro Delicias, donde acompañados al piano por Carlos Saco, hicieron popular el vals “Las cadenas”.

Rompe con tu cariño

Las cadenas,

Las cadenas que se unen

A las ondas del quebranto:

Una palabra calmará mis

Penas,

Una sonrisa enjugará mi

Llanto.

Alejandro Ascoy vivió en el barrio de las Carrozas (segunda y tercera cuadra del Jr. Huánuco), correspondiente al cuartel 3ro en los Barrios Altos. Su hermana Rosa – “La Limeñita” – cantaba en 1945 en Radio Victoria y además solía actuar en teatros. Alejandro murió en 1986; Rosa poco después.

De: Canción Criolla, Memoria de lo nuestro (Manuel Zanutelli Rosas)

Enviado por Jose Olivera.

Daniel Alomía Robles

Daniel Alomía Robles
Daniel Alomía Robles

Siendo niño integró el coro de la catedral de su ciudad natal. Al cumplir 13 años, su madre, doña Micaela Robles, dama huanuqueña de ancestros andinos, lo envía a Lima para alentar su talento artístico en el campo de pintura y las artes manuales. En 1887, en plena adolescencia, conoció al maestro Manuel de la Cruz Panizo, negro liberto, compositor de música religiosa en varias iglesias y monasterios de Lima, quien lo instruyó en el solfeo y en el canto coral. Poco tiempo después, Panizo puso en contactoal joven Alomía con el maestro Claudio Rebagliati, compositor italiano radicado en el Perú, para los estudios de piano, armonía y composición.

Viajero infatigable desde los 15 años, recorrió el Perú internándose por los más abruptos lugares de su serranía, recogiendo los cantares y música que se transmitían de generación en generación, captando melodías tradicionales y leyendas de las épocas incaica y colonial, coleccionando instrumentos musicales y cerámicas de las antiguas culturas peruanas.

Su amistad con el Padre franciscano español Gabriel Sala en el Monasterio de los Padres Descalzos de San Luis de Shuaro fue determinante para sus orientaciones musicológicas, en la misma medida en que lo fue su amistad con Felipe Pedrell en la Argentina.

En febrero de 1897 contrajo matrimonio con la dama pianista cubana Sebastiana Godoy, hija de banqueros y hermana del poeta simbolista Armando Godoy radicado en París. De esta unión nacieron diez hijos. En 1910 el padre Alberto Villalba Muñoz lo presenta en la Universidad de San Marcos como descubridor, al lado de Castro y Alviña, de la gama pentafónica de los Incas.

A los dos años de la muerte de su esposa acaecida en Nueva York, en 1922, casó Alomía Robles con doña Carmela Godoy, hermana de la difunta, en la que tuvo dos descendientes. Sus numerosos viajes lo llevaron a trasponer las fronteras de su patria en varias oportunidades, visitando Bolivia, Argentina, Ecuador, Panamá y Estados Unidos, en donde radicó en la ciudad de New York durante 14 años, desde 1919 hasta 1933.

Diversas instituciones y personalidades del mundo artístico norteamericano manifestaron profundo interés por su obra: Mr. Peter H. Goldsmith, director de la división interamericana de la «American Association for International Conciliation»; el maestro Edwin Franko Goldman, director del a famosa banda del mismo nombre; las fundaciones Carnegie y Guggenheim; las Universidades Columbia y Yale; la Unión Panamericana en Washington y el presidente Harding de los EE. UU. Este último propuso su ópera Illa Cori para ser estrenada en las grandes ceremonias de apertura del Canal de Panamá, en 1914. Lamentablemente, el conflicto bélico frustró el proyecto.

Las casas: RCA Víctor y Brunswich grabaron en 24 discos sus principales obras, de las cuales, la plegaria de la zarzuela El Cóndor Pasa es la que alcanzó mayor difusión y fama.

El 16 de junio de 1933 arribó al Callao, Perú, regresando a la patria tras prolongada residencia en Nueva York. Afincado en Lima, recibe homenajes, un nombramiento para un cargo público y numerosos estrenos con la Orquesta Sinfónica Nacional, bajo la batuta de su entonces titular, maestro Theo Buchwald.

Atacado de septicemia fallece en Chosica – Lima, a los 71 años de edad dejando inconclusas varias composiciones y el proyecto de un departamento de investigación con el compositor puneño Theodoro Valcárcel, artista también de estirpe y vocación andinas.

Daniel Alomía Robles fue un infatigable compositor de honda raigambre andina. Sus conceptos musicales difieren radicalmente del academicismo imperante en la época. Fue, sin lugar a dudas, el primer compositor peruano y, tal vez, latinoamericano, que basó su trabajo de constructor musical en la investigación y estudio constante de los materiales sonoros nativos, específicamente andinos, es decir aquellos que definen como afirmara González Prada, «…el verdadero Perú… la nación formada por la muchedumbre de indios diseminados en la Cordillera».

Su trabajo creativo encontró en los géneros populares, en la canción y en las breves piezas pianísticas efectivos canales de expresión mezclados en sencillas y espontáneas estructuras formales. Obviamente, en trabajos más elaborados, obras de cámara, sinfónicas y dramáticas, no pretendió alcanzar las complejidades del convencional desarrollo o variación académicas, propias de las concepciones europeas, pero sí dejó hermosos testimonios de una auténtica búsqueda de expresión musical peruana.

Si, aparentemente, los méritos del recopilador opacaron su genuino talento creador, es necesario establecer que su labor de musicólogo únicamente constituye sólido complemento y fuente de inspiración para la del compositor. Alomía Robles no sólo ha legado una estupenda colección de melodías nativas sino ha logrado, como compositor, y ello es trascendente, una propuesta sencilla, pura y espontánea en el manejo de los materiales sonoros andinos, propuesta visionariamente ligada al quehacer del compositor peruano del mundo contemporáneo. (Fuente: Conservatorio. Revista Musical Peruana N° 3. 1991-1992. pp.21-23)

Daniel Alomía Robles escribe 88 canciones, muchas de ellas sin hacer uso de melodías populares, la mayoría de un exaltado romanticismo como son Volverán las oscuras golondrinas, Sobre la playa o Fue una ola de mar. En Nueva York realiza su obra más seriamente elaborada: el sexteto El Indio para flauta, oboe, clarinete, corno, fagot y piano. Tiene cuatro partes donde se alternan movimientos lentos y expresivos con danzas entusiastas y originales como la ‘Cashua’ del final, que posee una instrumentación muy colorida y original».

El cóndor pasa

La obra más célebre de Daniel Alomía Robles es la zarzuela El cóndor pasa, escrita en 1913, con texto de Julio Baudouin y Paz. Este argumento resultó ser revolucionario por su carácter político contra el imperialismo yanqui.

El libretista de El cóndor pasa seguramente había leído a Gonzales Prada, que afirmó: ‘No forman el verdadero Perú las agrupaciones de criollos y extranjeros que habitan la faja de tierra situada entre el Pacífico y los Andes: la nación está formada por las muchedumbres de indios diseminados en la banda oriental de la Cordillera’…’No veamos, pues, en la cuestión indígena una crisis provincial y pasajera sino un problema nacional y permanente’…’La palabra que se dirija hoy a nuestro pueblo debe despertar a todos, poner en pie a todos, agitar a todos como una campana de incendio en avanzadas horas de la noche’…

El argumento de Baudouin y Paz transcurre en una region minera de la sierra peruana. Allí se enfrentan los explotadores y los explotados. Mister King es odiado por los trabajadores y muere aplastado por una inmensa piedra que le arroja Higinio. Pero inmediatamente surge Mr. Cup y la lucha empieza nuevamente, siendo el cóndor que vuela en el cielo símbolo de la libertad.

Este planteamiento desarrollado en la zarzuela era de una novedad absoluta en el teatro, si bien había sido ya tratado en las novelas románticas de Aréstegui, Mercedes Cabello de Carbonera y Clorinda Matto de Turner, pero en 1913 y bajo la presidencia de Guillermo Enrique Billinhurst, fue de un impacto fulminante.

En el teatro Mazzi se dio tres mil veces a lo largo de cinco años. De los ocho fragmentos musicales, el que más éxito tuvo es la cashua, que se sigue tocando hasta el presente en muchos países del mundo, siendo un éxito cantado en idiomas muy diversos.

Para entender hasta qué punto utilizaba Robles el folklore peruano, debemos decir que el principio de la melodía de esta cashua es un canto de amor de Jauja, cuyo texto en quechua dice: Huk urpichatam uywakarkani y fue publicada en el célebre libro La música de los incas, de los esposos D’Harcourt en el ejemplo musical N. 47, p.303, editado en París en 1925, doce años después del estreno de la zarzuela en Lima.

Los tres primeros compases de la canción jaujina son idénticos, pero luego la melodía cambia totalmente. Por ello, no se puede decir que no haya auténtica creación, como variación de un tema popular, por parte de Alomía Robles.

Fuente: PINILLA, Enrique. La Música en la Republica. Siglo XX. En «La Música en el Perú». Patronato Popular y Porvenir Pro-Música Clásica, Lima 1985. pp.139-140

Obras: Colección de Melodías Populares, recientementre publicada por su hijo; la ópera Illa Cori (o La Conquista de Quito por Huayna Capac); la zarzuela El Cóndor Pasa; la zarzuela Alcedo, de la que sólo queda la «Sereneta»; la opereta La Perricholi, de la cual se han encontrado fragmentos; 88 canciones para voz y piano; una Misa de Gloria (1909); y los poemas sinfónicos «El Indio», «El Amanecer andino», y «El surgimiento de los Andes»; y algunas piezas para piano.

otros datos:

Nació en Huánuco en 1871, y murió en Lima, en 1942. A los trece años fue a Lima y estudió con el maestro y compositor Manuel de la Cruz Panizo, cantor de iglesia limeño, que lo inició en el solfeo.

Siendo niño integró el coro de la catedral de su ciudad natal.
Al cumplir 13 años, su madre, doña Micaela Robles, dama huanuqueña de ancestros andinos, lo envía a Lima para alentar su talento artístico en el campo de pintura y las artes manuales.

En 1887, en plena adolescencia, conoció al maestro Manuel de la Cruz Panizo, negro liberto, compositor de música religiosa en varias iglesias y monasterios de Lima, quien lo instruyó en el solfeo y en el canto coral.

Poco tiempo después, Panizo contactó al joven Alomía con el maestro Claudio Rebagliati, compositor italiano radicado en el Perú, para los estudios de piano, armonía y composición.

Viajero infatigable desde los 15 años, recorrió el Perú internándose por los más abruptos lugares de su serranía, recogiendo los cantarees y música que se transmitían de generación en generación, captando melodías tradicionales y leyendas de las épocas incaica y colonial, coleccionando instrumentos musicales y ceramios de las antiguas culturas peruanas.

Su amistad con el Padre franciscano español Gabriel Sala en el Monasterio de los Padres Descalzos de San Luis de Shuaro fue determinante para sus orientaciones musicológicas, en la misma medida en que lo fue su amistad con Felipe Pedrell en la Argentina.

En febrero de 1897 contrajo matrimonio con la dama pianista cubana Sebastiana Godoy, hija de banqueros y hermana del poeta simbolista Armando Godoy radicado en París. De esta unión nacieron diez hijos. A los dos años de su muerte acaecida en New York, en 1922, casó Alomía Robles con doña Carmela Godoy, hermana de la difunta, en la que tuvo dos descendientes.

Sus numerosos viajes lo llevaron a trasponer las fronteras de su patria en varias oportunidades, visitando Bolivia, Argentina, Ecuador, Panamá y Estados Unidos, en donde radicó en la ciudad de New York por 14 años, desde 1919 hasta 1933.

Diversas instituciones y personalidades del mundo artístico norteamericano manifestaron profundo interés por su obra: Mr. Peter H. Goldsmith, director de la división interamericana de la «American Association for International Conciliation»; el maestro Edwin Franko Goldman, director del a famosa banda del mismo nombre; las fundaciones Carnegie y Guggenheim; las Universidades Columbia y Yale; la Unión Panamericana en Washington y el presidente Harding de los EE. UU. Este último propuso su ópera ‘Illa Cori’ para ser estrenada en las grandes ceremonias de apertura del Canal de Panamá, en 1914. Lamentablemente, el conflicto bélico frustró el proyecto.

Las casas: RCA Víctor y Brunswich grabaron en 24 discos sus principales obras, de las cuales, la plegaria de la zarzuela «El Cóndor Pasa» es la que alcanzó mayor difusión y fama.

El 16 de junio de 1933 arribó al Callao, regresando a la patria tras prolongada residencia en New York. Afincado en Lima, recibe homenajes, un nombramiento para un cargo público y numerosos estrenos con la Orquesta Sinfónica Nacional, bajo la batuta de su entonces titular, maestro Theo Buchwald.

Atacado de septicemia fallece en Chosica – Lima, a los 71 años de edad dejando inconclusas varias composiciones y el proyecto de un departamento de investigación con el compositor puneño Theodoro Valcárcel, artista también de estirpe y vocación andinas.

Daniel Alomía Robles fue un infatigable compositor de honda raigambre andina. Sus conceptos musicales difieren radicalmente del academismo imperante en la época. Fue, sin lugar a dudas, el primer compositor peruano y, tal vez, latinoamericano, que basó su trabajo de constructor musical en la investigación y estudio constante de los materiales sonoros nativos, específicamente andinos, es decir aquellos que definen como afirmara González Prada, «…el verdadero Perú… la nación formada por la muchedumbre de indios diseminados en la Cordillera».

Su trabajo creativo encontró en los géneros populares, en la canción y en las breves piezas pianísticas efectivos canales de expresión mezclados en sencillas y espontáneas estructuras formales.

Obviamente, en trabajos más elaborados, obras de cámara, sinfónicas y dramáticas, no pretendió alcanzar las complejidades del convencional desarrollo o variación académicas, propias de las concepciones europeas, pero sí dejó hermosos testimonios de una auténtica búsqueda de expresión musical peruana.

Si, aparentemente, los méritos del recopilador opacaron su genuino talento creador, es necesario establecer que su labor de musicólogo únicamente constituye sólido complemento y fuente de inspiración para la del compositor.

Alomía Robles no sólo ha legado una estupenda colección de melodías nativas sino ha logrado, como compositor, y ello es trascendente, una propuesta sencilla, pura y espontánea en el manejo de los materiales sonoros andinos, propuesta visionariamente ligada al quehacer del compositor peruano del mundo contemporáneo.

Felipe Pinglo Alva

Felipe Pinglo Alva
Felipe Pinglo Alva

El 18 de julio se conmemora el nacimiento del gran poeta y compositor peruano, Felipe Pinglo Alva, considerado el Padre de la Música Criolla y autor de una de las más importantes piezas musicales del Perú, el vals «El Plebeyo».


FELIPE PINGLO ALVA: «El Plebeyo»

Don Felipe Pinglo Alva, es considerado el padre de la música criolla, poseedor de un estilo de amplio arraigo popular que surgió en la etapa republicana y que vino a enriquecer el acervo musical de nuestra patria.
Sus creaciones, principalmente en forma de vals, son reconocidos como poemas de sobria versificación y acompasada melodía, facilitando de esta forma que el pueblo repita bellas y cultas expresiones literarias que cantan al amor, al sentimiento, la solidaridad humana y la necesidad de justicia social.
El vate criollo, contribuyó además a prestigiar a nuestro país en el plano exterior, puesto que el Perú es reconocido, entre otras características, por tener su vals con personalidad propia, aún cuando el vals -venido de la vieja Europa- se había propagado por toda América.

Don Felipe Pinglo Alva, nació en los Barrios Altos de Lima, el 18 de julio de 1899, hijo de un pedagogo y huérfano de madre desde muy niño. La pobreza en la que vivió y las enseñanzas de su padre y sus tías, fueron formándolo como niño instruido pero con sentimiento social.

Con sus propinas adquirió más tarde un rondín e intuitivamente aprendió a repetir en el instrumento musical las interpretaciones de las bandas militares ofrecidas en las retretas, en las plazas públicas de su tradicional barrio.

En 1917, ganado por la música criolla, comenzó su producción con el vals «Amelia» que, en el transcurso de diecinueve años hasta 1936 en que tempranamente falleció, llegó aproximadamente a 300 canciones; muchas de ellas perdidas o conocidas solamente en forma fragmentada.

Las más difundidas, sin embargo, son: «El Plebeyo», «El Huerto de mi Amada», «Mendicidad», «La Oración del Labriego», «Sueños de Opio», «El Canillita», «Pobre Obrerita», «Pasión y Odio», «Rosa Luz», «El Espejo de mi Vida», «Hermelinda», «El Tísico»; «Bouquet», «Amor Traidor», «Melodías del Corazón», «Celos», etc.

Es valedero decir que gracias a Pinglo la música criolla adquiere jerarquía, dándole interpretación al proceso de transculturización de nuestro pueblo, de la que nacieron también la polka, la marinera, el tondero, estilos musicales que teniendo antecedentes de otras realidades geográficas, son también auténticamente peruanos.

Felipe Pinglo Alva, falleció prematuramente el 13 de mayo de 1936, víctima de una penosa enfermedad, pero nos dejó versos y melodías, verdaderos himnos populares que enriquecieron la cultura popular.

José María Arguedas diría que «Felipe Pinglo le enseñó a los limeños a querer su música».

Felix Pasache Castillo

Felix Pasache Castillo
Felix Pasache Castillo
Félix Pasache, gran compositor peruano, falleció el 22 de abril de 1999 en la ciudad de New York. Compositor prolífico que tiene entre sus obras a «Nuestro secreto», «Déjalos», «Dijiste adiós», «Dime la verdad», «Mi amiga la tristeza», «Se acabó y punto», «Sigue tu rumbo», «Tu capricho», «Vete», «Volvamos a ser novios».
 
Hace un mes, buscando en periódicos pasados, encontré el artículo de La República, donde daba a conocer la noticia de tan lamentable perdida para el Perú. Quienes vivimos fuera del Perú, mayormente, ya sea por uno u otro motivo, no tuvimos la oportunidad de enterarnos de aquella noticia, en su momento. Ello debido a que en muchos países no llegaban las noticias de Perú, algo que se ha solucionado gracias a la internet. Comparto aquel artículo de La República donde se informó de la desaparición física del gran compositor peruano, Félix Pasache. Saludos.

Restos de Félix Pasache llegan madrugada del jueves

Descansará en Lima

El pasado jueves 22 de abril dejó de existir el notable cantautor
peruano Felix Pasache. Sus restos actualmente son velados en la ciudad de White Plains, New York.
Anoche (a las 7:00) se le ofició una misa de cuerpo presente en la ciudad de Manhattan, New York, como última despedida que le tributó la colonia peruana en los Estados Unidos.
Los restos del recordado criollo, Félix Pasache, serán traidos a Lima en vuelo de Delta Airlines la madrugada del jueves 29 de abril procedente de la ciudad de los rascacielos.
«A nombre de mi familia quiero agradecer a toda la comunidad hispana que ha mostrado su gran cariño hacia mi padre. Espero que la gente que supo seguir su música, nos acompañe en Lima en la Funeraria Las Nazarenas (Garcilazo de la Vega 1904, Lince) luego del arribo a la patria donde quizo ser enterrado», informó mediante e-mail a nuestra redacción, Oscar A. Pasache, hijo del desaparecido cantautor.
Asimismo, el heredero del criollo, informó que esta noche, en vuelo de American Airlines procedente de Nueva York, arribarán la esposa, cinco hijos, y nietos de Felix Pasache, para recibir los restos que llegarán este jueves.

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El 22 de abril se conmemora un año más del sensible fallecimiento de FELIX PASACHE CASTILLO.
Es uno de los mas grandes valores de la Guardia Nueva de la Música Criolla. Creo que su más grande éxito NUESTRO SECRETO (este secreto que tienes conmigo…) dejó huella en la memoria de cada amante de la música criolla.
 
Otras producciones de este gran personaje son :
  • Sigue mintiendo
  • No insistas
  • Vete
  • Déjalos
  • Sé féliz
  • Se a cabó y punto
  • Dime la verdad
  • Volvamos a ser novios
  • Parece un sueño

Jorge Perez Lopez

EL “CARRETA” JORGE PEREZ ESTA DE FIESTA
Bodas de Oro con jarana
ADEMÁS, ALISTA UNA TELESERIE CON AUGUSTO POLO CAMPOS

 Es serrano pero canta valses como si fuera un criollo limeño y jaranero. El “Carreta” Jorge Pérez tiene ya 50 años de vida artística y los celebrará el viernes 17 con un show en el local barranquino De Rompe y Raja, donde tendrá como invitados especiales a los hermanos Zañartu y “Melcochita”.
“Será una reunión para recordar mis inicios y demostrar que canto aún, no obstante a los años, con la misma alegría y entusiasmo”, manifestó el intérprete que nació hace 72 años en Huaraz.
Además de ofrecer este espectáculo, pronto presentará el segundo disco compacto de su carrera, que se titulará Las Profecías de Nosfregamos. El álbum incluirá canciones de tono irónico y popular como Haga su agosto en agosto; Pepa, pepita y pepona y San Valentín, temas escritos por su amigo Augusto Polo Campos.
“En esta producción interpretaré, como siempre, temas que reflejan la vida, costumbres, gustos y picardías del criollo ingenioso y alegre. Los arreglos estarán a cargo del maestro Javier Munayco, con quien hice también mi anterior disco: Al Fondo Hay Sitio, que fue editado hace cuatro años por IEMPSA”, contó el maestro de la replana.

Proyecto televisivo. En forma paralela a este trabajo, el artista grabará junto a Polo Campos el piloto de una teleserie, que reflejará al igual que en sus canciones, la vida cotidiana de los limeños de barrio.
“La idea es presentarlo a los canales de televisión, para ver si alguno se anima a llevarlo a la pantalla. Esperamos que se concrete la ayuda del Estado, ahora que el nuevo Presidente es un cholo del pueblo, que promete difundir lo nuestro”, agregó el popular “Carreta”, quien asegura que sus presentaciones en la OEA y la ONU fueron los mejores momentos de su vida.
Sin duda, los cincuenta años de carrera artística y los casi ochenta de vida no amilanan el entusiasmo ni la férrea voluntad de Jorge Nicolás Pérez López. Su vitalidad y labor de difusión de nuestra música nos motiva a concluir que hay “Carreta” para rato. (Amparo Prieto)

El Eterno Carreta

En la década del 50, el Maestro Mario Cavagnaro, criticado porque su producción se centraba en boleros que cantaban los Caballeros de la Noche» en Radio El Sol, tuvo la original idea, para demostrar que podía hacer valses, de hacerlos utilizando el lenguaje jergal o de argot, entre nosotros conocido como replana.

Me contaba Mario, que la idea surgió, al escuchar el estilo alegre y dicharachero, del Conjunto «Los Troveros Criollos, que cantaban una hora antes en la misma emisora. El éxito fue inmediato, y los nombres de Lucho Garland, Director del Grupo, y de Jorge Pérez, se hicieron popularísimos. Jorge Pérez, quien adoptó el apelativo de «Carreta» que se repetía en esas canciones, estos temas le dieron oportunidad de desarrollar una carrera brillante, ya como solista, pues dejó a los ‘Troveros Criollos». A Mario Cavagnaro volvieron a criticarlo por el uso de ese tipo de lenguaje y esto lo motivó a componer valses de altísima calidad. Pero esa es otra historia.
Lo definitivo, es que el «Carreta» Pérez, celebró el pasado 19, en el «Rompe y Raja», cincuenta años de carrera artística, cargado de distinciones y premios. Uno de ellos, importantísimo, pues se lo entregó la OEA, distinguiéndolo como «Embajador Musical del Perú».

Pese a estar en un proceso de recuperación por una afección cardiaca, actuó al lado de los «Hermanos Zañartu’, y recibió del Alcalde de Surco el nombramiento de ‘Vecino Surcano Preferente’. Un galardón más para este infatigable difusor de lo nuestro, que anuncia una nueva producción con temas de su autoría. Fiel a su estilo, los estrenos que anuncia, serán del mismo corte, ocurrente y replanero, del que se mantiene como solitario difusor, y que siempre provoca en sus seguidores, el aplauso y el cariño.

Felicitamos a nuestro Consocio por estos cincuenta años de carrera artística, de la mano con el éxito.

Pedro A. Bocanegra

Famoso compositor y cantante criollo de la «Guardia Vieja», de varonil voz y hermosas inspiraciones. Nació en Chiclayo, Lambayeque el 4 de junio de 1890. Hacia 1910 toca el clarinete en la Banda de Guerra del Ejército del Peú, en la frontera norte. Se sabe que en 1921 vivía en Limaen un cuarto del callejón del Pino, de la calle Patos, donde aprendió a tocar la bandurria y a ejecutarla en la bohemia. En 1918 se fue a vivir al valle de Huanca del Mantaro; retornando a su rincón bohemio del Cuartel Primero de Lima en 1921. En na madrugada de enero de 1927, al volcer de una jarana, cayó enfermo y falleció de los bronquios y del corazón.

Compuso las obras: Entre los dos, La Alondra, en tu día (La bóveda azulada), Soy hoja desprendida, A orillas del Mantaro, etc

 

Enviado por Jose Olivera

Maria Jesús Vasquez

María Jesús Vasquez
María Jesús Vasquez

En 1939, Aurelio Collantes, «La voz de la tradición», organizó un concurso para designar a la reina de la canción criolla. El evento que se transmitió por radio, tuvo como escenario el Teatro Segura. La calle Pachacamilla, en el jirón Chancay está a sólo unas cinco cuadras del Teatro Segura. Y desde un solar de aquella arteria central, llegó una chiquilla llena de encanto y poseedora de una extraordinaria voz. Se llamaba Jesús Vásquez Vásquez.

Siendo apenas una chiquilla se adjudicó, y para siempre, el título de Reina de la Canción Criolla. Y para el efecto escogió como números de su repertorio tres temas de Felipe Pinglo Alva. El primero: «El Plebeyo». Desde entonces Jesús se convirtió en una de las más auténticas y legítimas intérpretes del cancionero Pinglo.

«Nací en el barrio de Pachacamilla, a una cuadra de la iglesia de Las Nazarenas. Mi padre era chotano y mi madre huancaína, de Concepción, fue ella quien me enseñó a cantar aunque recuerdo que los dos no tuvieron mucho contacto con los criollos de ese entonces.

De chica me gustaba sentarme sobre la pila de agua del callejón vecino y desde allí escuchar los ensayos del trío «Los criollos de pura cepa», en la casa de la familia Paz Soldán, todas las tardes. Aquel trío lo integraban Lucho de la Cuba, Aramburu y Ernesto Echecopar… Un día me los dueños de la casa me invitaron a cantar a dúo con Lucho de la Cuba y después de escucharme me dijeron que iba llegar bastante lejos, acuérdense…».

La obra de Jesús es una de las más fecundas de la historia de la canción peruana. Ha grabado innumerables discos, ha hecho éxitos temas de grandes compositores, inclusive gente de la Guardia Vieja que ella no pudo conocer. Grabó valses, marineras, polkas y huainos, mencionaremos algunos memorables como: «La Pasionaria», «Secreto», «Todos vuelven», «Corazón», «Muñequita rota», «Historia de mi vida».