Inicios del Vals Criollo del Perú

 Vals Criollo del Perú
Vals Criollo del Perú

Para hablar del nacimiento del vals criollo, tenemos que remontarnos a sus origenes  que provienen  del waltz Vienes.  Se estaba viviendo los momentos finales de la colonia, segun los estudiosos del folklore costeño, son  los Austriacos Johan Strauss (padre) y Jhoan A. Strauss (hijo) creadores del Waltz Vienes.

En 1865 Estrauss (hijo) compone el mas famaso waltz que se escucha hasta nuestros dias, por nombre “El Danubio Azul”.  Este gran musico nace en Viena, Austria, el 25 de Octubre de 1825, llegaron a llamarlo “El Rey del Waltz”.  Otras composiciones que le pertenecen a  este talentoso musico son “Voces de Primavera”, “Sangre Vienera”, “Vida de Artista”, “Rosas del Sur”, “Cuentos de los Bosques de Viena”, “Vino, Mujer y Musica”, “Las Mil y Una Noches” entre otras.  Strauss dejo de existir el 3 de Junio de 1899.

Dentro de la musica que llega a nuestras tierras desde el Viejo Continente, se encuentran el Waltz y La Polka, ritmos que sucumbieron ante la fuerte influencia de los criollos peruanos. Ya en la agonia del colonialismo, los valses vianeces eran interpretados para la alta alcurnia de la capital, por las orquestas del Hotel Maury y el Palais Concert.

Allí los sivientes negros, indios y mestizos, escuchaban aquella musica y la aprendian fracmentariamente.  Este aprendizaje entreverado, descontinuo y disperso, seria sin embargo decisivo en la definición ritmica y musical del vals criollo.

Asi, con este conocimiento imperfecto, surgieron los primeros valses por compositores populares, quienes los escribieron con frecuentes variaciones de tonalidades. Para la primera mitad del siglo antepasado nacieron los primeros valses criollos de que se tiene memoria. “El Silencio” escrito por un musico de iglesia de apellido Salazar, esto sucede entre los años 1872 al 1875, “Recuerdos de Lima”, escrito en homenaje a un diplomatico en solo piano por el maestro Walter Pease, tambien aparece “Angel Hermozo”, con letra de Abelardo Gamarra y musica de su prima Zoila, “Al Pie del Misti” con musica del doctor Eduardo Recabarren Garcia Calderon, “Hortencia”, “Crisantemo” y “La Hamaca” creaciones del musico Filipino Jose Sabas Libornio, quien fuera director de la banda de Guerra del Perú, fue tambien el, el autor de “Marcha de Banderas”  que se interpreta hasta nuestros dias, en las festividades escolares.

A comienzos del  siglo XX “El vals vienes se encontraba en pleno proceso de cambio, en busca de su identidad criolla”- segun Abelardo Gamarra.

Entre los valses modernos (1906) “Monte Cristo”, “ Valse Azul”, “Recuerdos de Abril”, “Enamorados”, “Perfume de Invierno”, “Estrella de Amor” y “ Sobre las Olas”.  El mismo Gamarra escribio bellas obras por esa epoca como “La Oruga”, Canto a Luis Pardo”, “Radiante Espirutual”, los cuales fueron musicalizados por Justo Arredondo.

Don Pancho Ferreyros ya cantaba a todo pecho, los valses de aquel periodo decisivo en la historia de nuestro canciopnero popular, temas como “Adriana”, “Tus Ojitos”, “Celaje”, “China Hereje” y “El Parisien”.

En 1911, la pareja de cantantes del barrio jaranero del Rimac, Eduardo Montes y Cesar Manrique, viajan a la ciudad de New York donde para orgullo del criollismo y de todos los peruanos, llegan a discograficamente producir, 91discos con 182 temas criollos.  Montes y Manrique, fueron los primeros en grabar en el extranjero, esta producción musical discografica, atribuida a la denominada “Guardia Vieja”, con variados e innumerables autores, en su  mayoria anonimos.

Y el 3 de Diciembre de 1912, Alejandro Ayarza, conocido entre los criollos  como “KARAMANDUKA” presenta en escena, en el teatro “Victoria” situado en la calle Orijuelas, (6ta. Cuadra del Jirón Ica) su Obra Musica Peruana, donde da a conocer su immortal vals,

“La Palizada”.

Don Julio Arredondo ligara su nombre a este proceso de afirmación criolla del pais, con sus valiosas contribuciones.  Otros autores de singular significado por aquellos tiempos fueron Alejandro Saenz, “La Cabaña”, Nicanor Casas, “El Capuli”, Pedro Arzola, “Alejandrina”, Braulio Sancho Davila, “La Comarca”, Pedro Bocanegra, “La Alondra”, Miguel Almenerio, “Rebeca”, Carlos Saco, “A la Huaca China”, Juan Francisco Ezeta, “Ecos del Alma”, Pedro Fernandez “Al Fin Solos”, Guillermo Suarez Mandujano,”Bella Mujer”.

La musica criolla alcanzaria su perfecta definición, a partir del año 1917, cuando un joven de escasa figura, procedente del barrio, (cuna del criollismo) los Barrios Altos, por nombre Felipe Pinglo Alva, da a conocer en los senaculos del criollismo, su primer vals “Amelia”.  Pinglo inauguró un nuevo capitulo en la historia  musical costeña, el vals criollo adquiere definitiva personalidad.  En adelante seria intencionado en sus versos, profundo en su melodia y escencialmente mensajero de honda emoción social.


Nota: Algunos datos han sido recopilados de los libros, “Antologia de la Musica Peruana”

De Lorenzo Villanueva y Jorge Donayre. Y “Canción Criolla, Memoria de lo Nuestro” de

 Manuel Zanutelli Rosas.

    Por: Victor Hurtado Riofrio

Homenaje al Callao

Homenaje Callao
Homenaje Callao

El 22 de abril de 1857 la Convención Nacional acuerda conferir al Callao el honroso título de Provincia Constitucional.

Uno de los tantos encuentros entre gobernistas y rebeldes fue el que protagonizaron el 22 de abril de 1857. Vivanco había decidido tomar por asalto la plaza del Callao, el Real Felipe, para luego avanzar hacia Lima. Las tropas vivanquistas desembarcaron al amanecer por la boca del río Rímac. Luego hicieron un avance por las zonas de Chacaritas, Pescadores y Gallinares, para luego seguir a la plaza principal. La guarnición del Callao estaba al mando del general José María Plaza. Los vivanquistas superaban en número a las fuerzas gobernistas del Callao. Esto despertó gran inquietud entre los pobladores chalacos ya que muchos de los miembros de las fuerzas gobernistas eran también chalacos.

Los civiles del Callao, hombres y mujeres, deciden defender la invasión de su tierra y acuden a luchar al lado de las fuerzas gobernistas. El encuentro fue sangriento y muchas bajas habían en los dos bandos. La lucha fue más encarnizada en la calle Derecha en la cual se veían cantidades de cuerpos tirados y muchas lagunas de sangre. La batalla que no se decidía por ningún bando sólo se decidió con los refuerzos gobernistas enviados de Lima, al mando del general Manuel Diez Canseco. La calle Derecha en donde se vió correr tanta sangre hermana fue rebautizada luego como calle Constitución.

Texto de la Ley de 1857

La Convención Nacional;

Considerando:
Que la Provincia Litoral del Callao ha merecido bien de la Patria combatiendo hasta rendir a los enemigos de la Constitución, que desembarcaron en la mañana de hoy;

DECRETA:
ARTICULO UNICO.- La expresada provincia se denominará :

                         «Provincia Constitucional»

CONTEMPLACION

Compositor: Victor Hurtado Riofrio

 

Me encuentro aqui  sentado, otra vez a tu orilla

y una emocinón muy grande, se apodera de mi

dificil describir lo que por ti yo siento

callao pequeño suelo que me viera nacer.

 

Al contemplar tus playas, y tu majico cielo

la espuma de tus aguas, se acercan hacia mi

parecen detenerme, no dejan que me valla

y me hacen prometerte, regresar otra vez.

 

El sol radiante que te distingue

la luna llena, llena de amores

tus lindas calles, siempre tan bellas

me traen recuerdos de mi niñez.

 

Uno mi voz al canto de gaviotas

y en dulce melodia describo tu belleza

Callao querido, puerto añorado,

tierra adorada…. como te extraño.

 

*************

Datos Recopilados de la Pagina Web.ChimpumCallao.
Cortesia de: Victor Hurtado Riofrio

Compositores Extranjeros que Escribieron Valses Criollos al Perú

Bonifacio Byrne
Bonifacio Byrne
Nuestra bella musica criolla ha sabido ganarse, la admiración y el respeto de muchos compositores de diferentes paises, que cautivados por su estructura musical, se inspiraron para componerla, claro que lo hicieron siguiendo la linea armonica que esta requiere.

Todos sabemos que la musica criolla nace en las calles de nuestros barrios, una musica que nos ha sabido representar en todos los rincones del mundo, es la expreción original de un pueblo que supo transmitir el sentir de su gente a los visitantes que se identificaron con nuestra tierra, sus costumbres y tradiciones.

Es asi como en estos momentos, nuestro cancionero patrio cuenta en su haber con bellas obras musicales, que fueron escritas por un sin numero de destacados autores que plasmaron su sentimiento en nuestro cancionero musical, haciendo la delicias del criollo costeño.

Jose Sabas Libornio (1855-1915) hijo de españoles nacido en las Filipinas, traido al Perú para dirigir las bandas de Guerra de nuestro ejercito durante el mandato de Nicolas de Pierola, compuso valses tales como “En la Hamaca”, “Mis Sueños’, “La Perla del Pacifico”, “Hortencia”, “Crisantemo”, “Jardin de Flores”, “Maria Isabel”, “Flor de Pasión”, “Los Hijos del Sol”, “Bellas Limeñas”, “Siempre te Amare” y “Las Delicias”, entre otras.

El Argentino Luis Dominguez escribio los versos de 

“La Comarca” llevados al vals por Braulio Sancho Davila.

Vicente Olguin de Colombia escribio la danza “El Payande” que fuera interpretada magistralmente por nuestra “Soberana de la Canción Criolla” Eloísa Angulo.

Y de Uruguay Juan Pedro Lopez que escrbio “China Hereje”.

El poeta Colombiano Julio Flores nos dejo “El Guardian”.

Tambien el poema “Dejalos” del poeta Cubano Bonifacio Byrne

fue musicalisado por Fausto Florian convirtiendoce en el vals,

 “La Rosa del Pantano”.

Boris Ackerman agradecido y enamorado de nuestra patria  escribio, “Soy Peruano”.

Rodolfo Coltrimiari destacado musico Argentino que trabajo mucho tiempo en nuestra Lima escribio junto al maestro Lorenzo Humberto SotoMayor “Un Vals y Un Recuerdo” conocido por muchos como “Nestor Chocobar”.

De Italia llego Pablo Bicaria, quien cambio de nombre haciendose llamar «Pablo de los Andes», nos dejo “Olvidate de mi Amor”, “Sensitiva”,“Vuelve Vidita”, “Te Toca a Ti” y la Polka “El Trome”.

Domingo Rullo Llega a Lima desde Argentina en el año 1947 compone “Ay Pquita”, “Soñando”, “Te Dedico Este Vals”, “En el Parque”, “Esta Noche”, “Mi Condena”, y junto a Humberto Vilchez Vera de Chile, compone “Como no se ha Querido”.

Al Chileno Armando Gonzales se le recuerda por su vals “Clavel Marchito”.

Otro Chileno que nos dejo valses fue Vicente Bianchi “Peruanita Bonita” y “Mi Vals”.

Porfirio Diaz, tambien de Chile  nos dejo “Pedacito de Ilusión” y ”Rocio Matinal”.

“Ciudad Virreynal” fue escrita por el musico Chileno

  Nibaldo Soto.

El Vals “Amarraditos” lo escribieron Margarita Duran y Pedro Perez.

Modesto Lopez de Mexico es el autor de “Propiedad Privada”.

“El Andariego” fue compuesto por otro Mexicano Alvaro Carrillo.

El compositor español  Manuel Alejandro dedico “Chabuca Limeña”  en homenaje a la gran Chabuca Granda .

 

Algunos datos han sido extraidos de libro «Canción Criolla, Memoria de lo Nuestro»

de Manuel Zanutelli Rosas.

Por: Victor Hurtado Riofrio

Historia del Día de la Canción Criolla

Día de la Canción Criolla
Día de la Canción Criolla

La Historia del  «DIA DE LA CANCION CRIOLLA» está llena de anécdotas, pues ese día fue muy escrupulosamente escogido; primeramente tenía que ser un fin de quincena o fin de mes  para poder tener la solvencia necesaria, y celebrarlo con «todas las de la ley»; que el día siguiente sea feriado, por obvias razones; la primera para poder ir en romería al cementerio y visitar las tumbas de quienes con su amor e inspiración enriquecieron el pentagrama de nuestro acervo popular costeño, entrelazando con notas de oro los versos que a la amada, a la madre o a la patria le cantaran; y segundo para poder festejarlo con una buena serenata como «Dios manda», en la que los cantores criollos de diferentes barrios «pondrían lo mejor de sí»  lo que daba por  consecuencia el consabido «contrapunto de serenatas», tratando cada cual de «llevarse la bandera», demostrando «ser el mejor» , o «saber mas que los otros», de tal manera que sea el barrio o el centro musical que representaban, el que ganaba la lid.

También se pensó, y a justo título, en las festividades del Patrón de Lima, el «Señor de los Milagros».

Teniendo en cuenta que había que tratar de reunir todos estos elementos; y con gran acierto, se escogió el 31 de Octubre, pues el 1° de noviembre es feriado y se celebra el día de Todos los Santos, y se acostumbra hacer romerías al cementerio a visitar a sus difuntos. También el 31 de Octubre es el último día de las festividades del «Cristo de Pachacamilla» o «Señor de los Milagros»; … y listo, se encontró lo que se buscaba:

                                                            el 31 de octubre

Luego de haber hurgado trabajos de algunos insignes tratadistas, me inclino sobre todo por las teorías de dos de entre ellos, quienes merecen toda mi admiración y respeto, y a quienes tuve el privilegio de conocer, como son don Niko Cisneros, otrora periodista de «La Crónica» y tratadista de los anales de la canción criolla; y el bajopontino (como yo) don Aurelio Collantes Rojas meritoriamente llamado «La Voz de la Tradición», de reconocida trayectoria en la labores de investigación sobre los orígenes de la música criolla, mérito que le valió el público reconocimiento del ilustre maestro e historiador don Jorge Basadre en su obra «La Historia de la República».

Dicho esto, y con el permiso de los presentes, puedo a ciencia cierta decir que el «padre histórico» de  la creación de ese magno día fue el criollazo y prestigioso periodista del diario «El Comercio»  don Juan Manuel CARRERA, quien luego de un cierto tiempo de estadía en la hermana república de Chile, regresó a su querido y añorado Perú, a sus Barrios Altos, cuna de grandes bohemios del criollismo, radicándose al final de la avenida Grau, frente al Hospital Dos de Mayo, y muy cerca de la placita de Buenos Aires, donde en una de sus esquinas, si no me equivoco, entre la calle de los naranjos y Acequia de Islas, en el segundo piso de una hermosa y antigua casa de bellos balcones coloniales, se encontraba el prestigioso y criollazo «Centro Musical Carlos A. Saco» (local que tuve el honor de conocer en mi prima juventud), institución que lo acogió con los brazos abiertos, y la que más tarde, solamente un año después, este singular personaje llegó a dirigir en calidad de Presidente.

Una de las primeras gestiones que realizó don Juan Manuel CARRERA en pro de su institución, fue el de convencer al propietario del inmueble donde se encontraba el Centro Musical, don Rómulo Sessarego, otrora maestro de la fotografía y muy conocido en los ámbitos limeños por su profesión. gestión en la que fue apoyado total y ampliamente por su amigo y también dirigente del Centro Musical, don Felipe ANDRADE, a la sazón Diputado por Lima, quien a su vez era amigo influyente del Sr. Sessarego, el mismo que ante las muy constantes visitas de estos dos personajes, no tuvo otra alternativa que ceder en donación el local que ocupaba este emporio del criollismo  barrioaltino, coronando de esta manera las aspiraciones de los socios del Carlos A. Saco.

Luego de los consabidos festejos por el triunfo, el inquieto don Juan Manuel CARRERA  propone otra misión a su compañero de lides Felipe ANDRADE para luchar por la realización de su sueño dorado, del sueño de los criollos de verdad, que nuestra querida música criolla cuente con un día oficial, en señal de reconocimiento a todos los gestores de la música popular costeña. Cabe recordar que los miembros de la institución apoyaban unánimemente estas gestiones, y que a la sazón  se encontraba como miembro de la Junta Directiva en calidad de Director Artístico, mi señor padre, don Luciano Huambachano Temoche, gran bohemio, buen compositor, y excelente cantor y guitarrista.

Innumerables tropiezos, idas y venidas habrán tenido que sortear hasta llegar a ser escuchados por el Presidente de la República, don Manuel Prado Ugarteche, a quien lograron convencer, y quien por Resolución Suprema del 18 de Octubre de 1944 ordenó que el 31 de Octubre de cada año sea dedicado a la exaltación de la música popular de la costa, denominándolo «Día de la Canción Criolla». Vale mencionar también que ésta Resolución Suprema, poco tiempo después se convirtió en Ley; el respectivo proyecto de ley fue presentado primeramente a la Cámara de Diputados por don Felipe ANDRADE, quien no escatimó esfuerzos hasta que la Cámara Alta, la Cámara de Senadores ratificara lo aprobado y la convirtiera en Ley.

Como es de suponer, ese fue el más grande día de todos los criollos que de una u otra manera dieran lauros a nuestra música, porque esa fue la primera vez que un Presidente Constitucional de la República del Perú asistiera a una serenata criolla desde los balcones del Centro Musical Carlos A. Saco, ya que el propio don Manuel Prado quiso confundirse con los criollos que festejaban por primera vez, y en forma oficial, este histórico día; serenata en la que actuaron entre otros, artistas consagrados como el famosos y recordado dúo  «Romero y Monteverde»,  el dúo Huambachano y Pizarro,  el dúo mixto «La Limeñita y Ascoy» integrado por los hermanos Rosita y Alejandro Ascoy, el gran Máximo Garrido, acompañados por las guitarras y laúd de Pancho Estrada, Demetrio Cruzado y «El Chino Ravelli».

Entre las anécdotas de mas relieve debo contarles que una semana mas tarde se realizó una gran función de gala en el Teatro Municipal, a la que también asistió el Presidente de la República y que entre las muchas figuras del cancionero criollo, surgió una de las más grandes estrellas de todos los tiempos, con sólo 21 años de edad, doña María de Jesús Vásquez; quien había sido consagrada como estrella antes en un homenaje que organizara «El Rey de la Polka», don Pedro Espinel al Bardo Criollo don Felipe Pinglo Alva; pues había interpretado como nunca antes nadie lo había hecho el valse «El Plebeyo» del mismo Pinglo; el público se puso de pie para aplaudirla, Jesús Vásquez tuvo que cantar por tres veces este hermoso himno de la música criolla, y un 18 de julio de 1939, por iniciativa de Aurelio Collantes quedaba definitivamente consagrada «Reina y Señora de la Canción Criolla» en el desaparecido teatro  Apolo de los Barrios Altos.

Al haber hecho este breve pero significativo recuento histórico de la música criolla, y antes de terminar quiero testimoniar mis más grato reconocimiento y elogios a quienes dedicaron por entero su vida a la grandeza de nuestro  criollismo, entre otros primeramente al más grande, al bardo insigne don Felipe Pinglo Alva, inmortal compositor de El Plebeyo, Andarita, Mendicidad, Hermelinda, El Espejo de mi Vida, etc.; a los bajopontinos Eduardo Montes y César Manrique, reconocidos como «Los Patriarcas» y quienes fueron los primeros en grabar  en Estados Unidos para el sello Columbia 91 discos con 182 temas; al Tunante don Abelardo Gamarra, con su «Canto a Luis Pardo»; al chalaco de nacimiento, pero barrioaltino de corazón, don Carlos A. Saco; Pedro Bocanegra; Alejandro Sáenz, Yolanda Vigil «La Peruanita»; don Braulio Sancho Dávila, con su «Comarca» e «Idolo»; al Rey de la Polka, don Pedro Espinel; a Isabel «Chabuca» Granda con su famosa inspiración «La Flor de la Canela»; a esas catedrales como fueron los hermanos Augusto y Elías Ascuez, bajopontinos; al chalaco don Manuel «Chato» Raygada y su famoso valse «Mi Perú»; don Pablo Casas Padilla, nominado por el Propio Pinglo como su sucesor, y su «Anita»; al gran Manuel «Mañuco» Cobarruvias con su «Ocarinas»; a don Laureano Martínez Smart y «El Provinciano»; al rimense don Luciano Huambachano Temoche (malambino) con su «Barrio Bajopontino», creador y organizador dela tradicional serenata a la barrioaltina Virgen del Carmen «Patrona del Criollismo»; al victoriano Porfirio Vásquez fundador de la dinastía de los Vásquez; don Filomeno Ormeño y «Se va la Paloma»; otro rimense de polendas don Lorenzo Humberto Sotomayor y su tema «Corazón»; al chinchano don Abelardo Carmona y su «Lucy Smith»;  a la barrioaltina Serafina Quinteras y su «Muñeca Rota»; don Nicolás Wetzel y su «Noche Triste», al piurano (cataquense) don Rafael Otero López con «Mis Algarrobos»; Alicia Maguiña y «Viva el Perú y Sereno» e «Indio», a la melódica voz de Nedda Huambachano y «Nuestro  Eterno Amor»; al gran decimista y célebre por sus décimas de pié forzado don Nicomedes Santa Cruz; al Arquero Cantor Juanito Criado; don Ernesto «Chino» Soto y «La Abeja»; a don César Miró con «Todos Vuelven», «Se va la Paloma», «Puerto de Malabrigo», etc.; al ayacuchano de nacimiento y bajopontino de corazón Augusto Polo Campos y su famoso «Contigo Perú»; a la primera guitarra del Perú, el «Chino» Oscar Avilés; su yunta y eximio cantor «Zambo» Arturo Cavero, al campeón mundial de resistencia en guitarra, jaranero y fundador de varios conjuntos criollos, Fernando Loli; al «Caballero de la Canción Criolla» don Rafael Matallana; al torero cantor Lucas Borja.

Cómo  no tener presente a «La Princesita de la Canción Criolla», Maritza Rodríguez ; y lógicamente no debo olvidarme de «Las Grandes» Eloísa Angulo, Esther Granados, Delia Vallejos, Teresita Velásquez y Alicia Lizárraga;  la «Dama del Vals» Edith Bar; Graciela y Noemí Polo «Las Limeñitas»; al dúo Pedro y Emilia, Los Hermanos Trigo, tampoco puedo dejar de mencionar a la legendaria «Negra Valentina» y su !Ay qué me hacen!.

Al finalizar también quiero recordar a una de las más grandes estrellas del firmamento de la música criolla, que fue tanto su amor por la música, que escogió el 31 de Octubre (1970) para pasar al valle celeste y reunirse con quienes la precedieron y que de seguro en el cielo seguirán cantando al criollismo, y murió cantando a su público «Mi última Canción», me refiero a la Morena de Oro del Perú, a la Voz de Oro, a Lucha Reyes (rimense por cierto).

Sé que hay más nombres que debo de mencionar, pero el tiempo es corto y solamente termino diciendo… «Viva la canción criolla»… y… «Viva el Perú».

Felipe Pinglo Alva, el inmortal bardo criollo

Felipe Pinglo Alva
Felipe Pinglo Alva

El 13 de mayo de 1936, falleció en Lima el gran autor, compositor y poeta, El Maestro Felipe Pinglo Alva, quien revolucionó el vals criollo, o vals peruano, dándole otra dimensión y forjando una escuela que hasta el día de hoy es seguida por los cultores de la música criolla en el Perú. Entre sus creaciones más resaltantes debemos citar: «Luis Enrique, el Plebeyo», «El Espejo de mi Vida», «El Huerto de mi Amada», «Bouquet», «De Vuelta al Barrio», «La Oración del Labriego», «Mendicidad», «Sueños de Opio», «El Canillita», «Rosa Luz», «Amelia», y muchísimas más. Va por ello mi homenaje al Maestro de los autores y compositores del Perú, al conmemorarse un aniversario más de su lamentable fallecimiento.

La música criolla, sobre todo el vals peruano, tiene un antes y un después. Ese límite o diferencia lo impuso un modesto pero gran autor y compositor, que nos dejó su obra para que sea interpretada, seguida e imitada por otras grandes figuras que ha tenido nuestro criollismo. Felipe Pinglo Alva fue quien impulsaría ese gran cambio a nuestro vals. Lamentablemente, murió joven sin haber conocido en vida los frutos de la fama y de lo que sembraría en nuestro pueblo, y cultura, que lo llegó a convertir, después de muerto, en una especie de ídolo para quienes aman y siguen la música criolla.

Felipe Pinglo nació el 18 de julio de 1899 en la calle «El Prado» (cuadra catorce del Jirón Junín) de los Barrios Altos, Lima. Empezó a componer canciones desde muy joven. Le gustaba retratar lo que acontecía alrededor de las personas, la sociedad, las costumbres, gustos y el amor. Su obra consta de hermosos poemas acompañados de bella melodía que engrandeció y le dio personalidad a nuestro vals. Su vena literaria puede apreciarse, claramente, en sus composiciones.

«Las flores que he cogido del jardín / las he hecho un bouquet para mi amor / lleva jazmín del cabo y tulipán / lleva claveles rojos de ilusión. / Pensamientos limitan su confín / y algunas azucenas coloqué / pero también lleva mi corazón / a una mujer.»… Un canto al amor del Maestro Pinglo con su composición «Bouquet».

Pinglo era un verdadero poeta para cantarle al amor, un romántico, un soñador, un sentimental; detalles que ayudan a inspirarse más a quienes los tienen… «Quien quiera con el alma, el corazón no mande / quien busque amores buenos, que deje de soñar, / el corazón y el alma son dos fuerzas humanas / que emprenden una senda, para no regresar.»… Con «El Huerto de mi Amada» hizo soñar, amar, cantar y llorar a muchos.

Pinglo indirectamente nos hacía reflexionar y despertar ante la realidad de la vida, el darnos cuenta que los años no pasan en vano y que toda la vida no seremos los mismos o, mejor dicho, luciremos bien… «Con los años huyeron mis privilegios / uno a uno mis idilios vi fugar, / y hoy tan sólo de este apogeo me queda / bucles, retratos, pañuelos, / cartas de amor y nada más. / El espejo en que me vi hoy es mi amigo / porque mudo me ha mostrado la verdad, / hoy comprendo el secreto de mi olvido / y conozco el por qué de mi orfandad.»… A través de «El Espejo de mi Vida» nos mandó su mensaje para que cambiemos a tiempo y sembremos valores que perduren a través del tiempo y de la muerte.

Al igual que la mayoría de los hombres, Pinglo era aficionado al fútbol e hincha del Alianza Lima, sobre todo de Alejandro Villanueva. Así que le compuso una polca a él y una marinera, «¡Viva el Alianza!», al equipo de sus amores… «Viva el Alianza, señores / el once de la emoción / que cuando a jugar concurren / el match es una ovación».

Recordando a su barrio querido, Felipe Pinglo escribió el vals «De Vuelta al Barrio», canción con la cual él le cantó a sus Barrios Altos… «Barrio de mi ilusión / de ti yo me alejé, / pensando que al rodar / no fuera el mundo cruel. / Tus glorias de otros tiempos / procuré al retornar / y el pendón de tu nombre / orgulloso pasié. / Hoy de nuevo al llegar / cansado de la lid, / a los nuevos bohemios / entrego el pendón / para que lo conserven / y siempre hagan flamear, / celosos de su barrio / y de su tradición».

Felipe Pinglo era el compositor de los pobres. En una sociedad que discriminaba al pobre y donde era notoria la diferencia entre ricos y pobres, Pinglo se rebeló contra aquello. Por ello, durante el gobierno de Oscar R. Benavides, las radioemisoras tenían la orden de no emitir sus canciones. Resulta inexplicable, en estos tiempos, el saber que la canción inmortal de Pinglo fue prohibida por una sociedad y gobierno discriminatorio y prejuicioso… «Después de laborar, vuelve a su humilde hogar, / Luis Enrique, el plebeyo, el hijo del pueblo, / el hombre que supo amar, y que sufriendo está / esa infamante ley de amar a una aristócrata / siendo plebeyo él. / Trémulo de emoción, dice así en su canción: / El amor siendo humano, tiene algo de divino. / Amar no es un delito, porque hasta Dios amó. / Y si el cariño es puro y el deseo es sincero, / ¿por qué quitarme quieren la fe del corazón? / Mi sangre, aunque plebeya, también tiñe de rojo / el alma en que se anida mi incomparable amor. / Ella de noble cuna y yo, humilde plebeyo, / no es distinta la sangre, ni es otro el corazón. / Señor, ¿por qué los seres no son de igual valor?»… Con «Luis Enrique, el Plebeyo», Pinglo trató de romper las tradiciones y mitos aristocráticos del Perú de antaño.

Víctima de una penosa enfermedad que lo tuvo en agonía por varios días, Pinglo falleció en su casa de los Barrios Altos, sito en la Calle Penitencia (segunda cuadra del Jirón Paruro). Eran las cinco y media de la mañana del 13 de mayo de 1936. Se fue a la hora en que terminan las jaranas.

Un año después de la muerte de Pinglo, su gran amigo Pedro Espinel le organizó un homenaje en el Teatro Segura, en Lima, por cumplirse el primer aniversario de su fallecimiento. Una jovencita que estaba recién haciéndose conocida en el ambiente criollo, María de Jesús Vásquez, interpretó la obra cumbre de Pinglo «Luis Enrique, el Plebeyo». Fue tan grandiosa la interpretación de Jesús Vásquez que el público, aplaudiendo de pie, la obligó a repetirla tres veces… habían gozado no sólo con la bella canción, sino que habían sido testigos del nacimiento de una nueva estrella e ídolo popular.

El 23 de julio de 1943, el vals «Luis Enrique, el Plebeyo» fue grabado por primera vez. «Los Trovadores del Perú»: Javier Gonzalez, Oswaldo Campos y Miguel Paz; fueron quienes hicieron aquella grabación en la Argentina.

Pinglo fue olvidado por los libros y periódicos de su época. Jorge Basadre hace un justo reconocimiento de su obra al incluirlo en su Historia del Perú, porque Pinglo no sólo forma parte de la historia de la música peruana, sino que es parte de la historia del Perú. La Biblioteca Nacional de Lima, también, ha reconocido la obra de Pinglo al incluir un cuadro con su retrato, al lado de nuestros grandes escritores de toda la historia del Perú.

Otro reconocimiento a la obra de Pinglo es de José María Arguedas quien admirado por la belleza de las composiciones de Pinglo, dijo que «Felipe Pinglo le enseñó a los limeños a querer su música».

Pinglo tiene muchísimas composiciones, algunas de ellas desconocidas. Su obra musical es grandiosa y ha sido, y seguirá siendo, fuente de inspiración para muchos intérpretes, compositores y todo aquel que guste de la música criolla, porque si, muy bien, él falleció hace ya muchos años, su obra lo ha hecho inmortal para los peruanos.

Dario Mejia
Melbourne, Australia

Nota de Prensa – Diario Extra – Lima, Perú

La Era de Autores y Compositores (del Vals Criollo) a partir de Felipe Pinglo Alva

Felipe Pinglo Alva
Felipe Pinglo Alva

A la muerte de Pinglo, en el año 1936 una legión de compositores populares avivan nuevas inquietudes, dandose la tarea de afirmar la peruanidad “del Vals”.  Aparecen grandes compositores inspirados en la escuela que el “Maestro Indiscutible” nos dejo; grandes nombres, en  una lista interminable de autores que siguieron embelleciendo con sus obras nuestro pentagrama musical criollo.

Su gran amigo y compadre espiritual, Don Pedro Espinel, le escribio a modo de homenaje (a solo un dia de su partida) el bello vals, “Murio el Maestro”. 

Espinel fue uno de los grandes compositores de la epoca, los entendidos en la materia lo denominaron como “El Rey de las Polkas”.  Entre las polkas mas conocidas que nos dejo estan: “BomBom Coronado” y “Campesina”, entre  otras.  Otro de sus grandes amigos fue Nicolas Wetsell, quien musicalizo el primer vals de Pinglo “Amelia”. Entre las obras del maestro Wetsell esta el conocido vals “Esperame” ademas de haber musicalizado muchas otras obras.  A Jose Bazan Barrantes le pertenecen  los valses “Rosa Luz” y “Grata Pasión”,  a Manuel (Mañuco) Cobarrubias, “Tus Pupilas”, “Las Flores de mi Bandera”, Pablo Casas Padilla y sus inolvidables “Anita” y “Olga”,  Adrian Flores Alvan  escribe “Alma Corazón y Vida”, tambien “Como una Visión”, Don Eduardo Marquez Talledo, su inmortal “Nuve Gris”, tambien escribe “Ventanita” y musicalizo “Mi primera Elegia” bajo la pluma de Serafina Quintera.

Alberto Condemarin, criollo Barrioaltino, compuso uno de los valses mas celebrados por los criollos de todas las epocas, “Hermelinda”, ademas de “Mi Linda Rosa”, Lauriano Martinez  rinde tributo a sus hermanos que emigran a la capital con su gran creación, “El Provinciano”, nos dejo tambien “Compañera Mia”, (gran exito en las voces de “los Embajadores Criollos”), Alcides Carreño con mucho orgullo decia que el maestro Pinglo le encargo la interpretación de sus Valses “El Espejo de mi Vida” y “El Plebeyo”; el compuso “Pobre Madre” y “Quisiera”.

Juan Sixto Prieto nos dejo “Destino” y “Fatalidad”, Filomeno Ormeño (destacado pianista Limeño de gran trayectoria musical) nos deja grandes obras como “Canción del Carnaval” y “Vivir para Querer”, Francisco Quiroz Tafur, su vals “Bandida”, le escribio ademas “Vamos Boys” en ritmo de polka a su equipo porteño, otro pianista que destaco fue Luis De La Cuba, quien escribio “Humo Vano” y “Jarana”, Samuel Joya Nery escribe, “Julia” y  “Chabuca”, El Chalaco Manuel (Chato) Raygada envia desde Chile, “Mi Perú”; tambien le pertenece “Acuarela Criolla”.  Cesar Miro, destacado escritor y periodista a quien se le recuerda por sus inmortales, “Todos Vuelven” y “Malabrigo”, Lorenzo Humberto Soto Mayor, escrbio un himno al amor, en su vals “Corazón”, otro de su autoria es  “El Solitario”.  Melitón Carrasco nos deja “Rocio Matinal” y “Melodias Divinas”, Alberto Ore Lara, su polka “Si Don Luis”, ademas del vals “Nunca Podran”, Abelardo Carmona escribe “Amor Perdido” y “Madre”, Elisario Rueda Pinto dos de sus mejores temas “Clamor”, y “Balcón”, Agusto Rojas Llerena es el creador de “Rencor” y “Navidad del Niño”, Serafina Quinteras nos dejo “Muñeca Rota” y en homenaje al maestro Pinglo, “Mi Primera Elegia” con musica de su gran amigo Eduardo Marquez Talledo.

Fransisco Reyes Pinglo escribe “Peregrino” y “San Miguel de Morropo”, Amparo Baluarte (poetisa de grandes pergaminos) escribe las letras de los valses “Secreto” y “Nativa”, con musica de Reyes Pinglo, Luis Dean compone “Gloria”, Juan Criado escribio “Angelica”, y “Corazón por que suspiras”, Pedro Duran  “Me duele el Corazón”, Don Luciano Huambachano se inspira para componer “Barrio Bajopontino” y “La Perricholi”, Alberto Haro es el autor de “Hilda”, y “Tiendeme La Mano”, a Jorge Huirse le pertenecen “ Encontre una Carta Tuya” y “Quisiera Verte Siempre”, Gilberto Plasencia presenta “Tu Culpa”, y “A mi Madre Querida”, Rafael Otero Lopez es el autor de “Yolanda” y “Estrechame”, Pedro Miguel Arriese “Alma Mia” y “Deseperación” , Raúl Calle “Yo Te Perdono”, Erasmo Diaz “Un Solo Corazón y “Sincera Confesión, Felipe Coronel Rueda escribio “Estrellita del Sur” y “Mi Desolación”, Miguel Carrea, “Nunca me Faltes” y “Alma Herida”, La dama de la composición, nuestra Isabel (Chabuca) Granda, “La flor de la Canela”, “Jose Antonio”, Juan Gonzalo Rose (el poeta del vals) nos dejo “Si Un Rosal Se Muere” y “Tu Voz”, Miguel Paz escribio “Desden”, Emilio Pelaez “Triste Despedia”, el chino Luis Abelardo Nuñez, “Mal Paso”, y “Engañada”, los hermanos Santa Cruz Victoria y Nicomedes nos entregaron “Callejón de un Solo Caño”,  Mario Cabagnaro nos dejo sus valses en replana “Carretas Aqui es el Tono”, le pertenece tambien “Yo La Queria Patita”, Alicia Maguiña nos presenta “Indio” e “Inocente Amor”, Augusto Polo Campos, “Cuando Llora Mi Guitarra” y “Vieja Limeña”, Manuel Acosta Ojeda, su tema antologico “Madre” y “Si Tu Me Quisieras”, Felix Pasache nos deja “Dejalos” y el popularisimo “Nuestro Secreto”, de la autoria de Pedro Pacheco son “Asi Lo Quieres Tu” y por pedido de nuestra “Morena de Oro del Perú” Lucha Reyes, escribio “Mi Ultima Canción, la señora Ana Renner escribe “Olvidate de Mi Amor” y “Quiero Pedirte Perdón”, Maria Gladys Prats  “Como Una Rosa Roja”, Miguel Cabrejos escribio, “Victoria” y “Guitarra Mia”, Leonor Garcia “No Lo Llames” y “Hoy y Mañana”, Teresa Blas y su “Lejano Amor”, Angel Anibal Rosado compone “Mis Sueños” y “Mis Esperanzas”, la conocida interprete Teresita Velasquez  compone “No Te He Dado Motivo” y “Cuando los Hijos se Van”, Juan Mosto Domec nos entrega “Mi Mundo” y “Dime”, Jose Escajadillo “Jamas Impediras” y “Que Somos Amantes”, Alejandro Lara “Cuentamelo Todo” y “Dejame en Paz”, Efrain Castro (Gargantita) “Un Señor Vals” y “Antes de Partir”.

Como dije al comienzo de este articulo, la lista es interminable, en esta fuente inagotable de talento, tradicion y amor por lo nuestro.  Muchos de estos personajes no estan mas con nosotros, pero nos dejaron sus composiciones como legado del criollismo que vivio en ellos, criollismo que se quedara siempre y para siempre con nosotros, engalanando las paginas de nuestro pentagrama musical, esa musica que nacio del pueblo para el pueblo y que los criollos llevamos por dentro, muy metida en el alma y el corazón.

Por: Victor Hurtado Riofrio

La Presencia e Importancia de Don Abelardo Vásquez Díaz en la Música Afroperuana

Abelardo Vásquez Díaz
Abelardo Vásquez Díaz

Hablar de don Abelardo Vásquez es , hablar de toda una institución dentro nuestro folklore popular costeño, y en especial de la música limeña..

Descendiente de Don Porfirio Vásquez Aparicio, el Patriarca del Folklore Negro, quién se asentó con su familia , procedente de Aucallama, en el distrito limeño de Breña.

Fue Don Porfirio maestro en las décimas de Nicomedes Santa Cruz, y su hermano Carlos Vásquez Aparicio fue un pilar importantísimo de este arte.

Por los años cincuenta el conjunto “Porfirio Vásquez y sus hijos” realizó numerosas presentaciones en las que destacaba nítidamente su hijo Abelardo.

Artista particularmente completo, a decir de los entendidos, pues dominaba casi todas las disciplinas del arte . Guitarrista, zapateador, percusionista, bailarín, actor, compositor, y por si fuera poco dueño de una voz aterciopelada, primerísima , y también excelente segunda voz.

Sin embargo, a mi modesto entender, la cualidad más importante de Abelardo era su deseo de volcar sus conocimientos , de alguna manera, pues no hay métodos definidos para enseñar folklore, y mucho menos el difícil arte de cantar Marinera de Lima, en lo que Abelardo, sin duda, fue, es , y será , EL MAESTRO.

Nacido el 2 de Enero del 29, actor precoz a los seis años en la película nacional “El Gallo de mi Galpón”, integra la primera compañía de música negra formada por José Durand Flores, prestigioso doctor en letras, diplomático e impulsor de nuestra cultura popular negra, a quién tuve la suerte de conocer.

Esta compañía , se llamó Pancho Fierro y consiguió un logrado espectáculo de fiesta y baile negro que llegó hasta el Teatro Municipal y la Plaza de Toros de Acho, para ser apreciado por la alta sociedad limeña de entonces.

Abelardo contribuyó en gran medida, a partir de allí, en toda producción musical importante que se hiciera sobre nuestra música negra. Los logrados trabajos de Victoria
y Nicomedes Santa Cruz, con su conjunto Cumanana, donde Abelardo era el obligado cantor de pregones, danzas, pero sobretodo, de la Marinera de Lima.

De esto queda el testimonio, en los discos de antología reeditados por Iempsa , ahora en CD SOCABÓN Y CUMANANA grabados en el año 1975.

Previamente grabó Ritmos Negros del Perú, con Nicomedes en el año 1971, precisamente en momentos en que Porfirio su padre fallece, y queda la placa como homenaje póstumo al
Patriarca del Folklore Negro, y jefe de familia de los Vásquez, tronco fundamental para las raíces de nuestra música de la costa, que junto con los Santa Cruz, los Ascuez, y posteriormente Ronaldo Campos y su Perú Negro, conforman la columna vertebral , sobre la que descansa nuestra música afroperuana.

Abelardo ejerció, durante treinta largos y fructíferos años la docencia en folklore negro, en la Escuela Superior José María Arguedas. Como he dicho anteriormente, la cualidad que considero más importante en él, es precisamente su afán de enseñar, su perseverancia y paciencia, a pesar de tener un genio muy fuerte.

Debo destacar , de todas las disciplinas o cursos que enseñó, especialmente el llamado
CANTO DE JARANA, que se impartió de manera exclusiva y única.

Abelardo era genial, pues terminaba sacando cantores, de personas que llegaban en cero, y además con problemas de compás, personas que no tenían en su mayoría estudios previos de canto, ni voces educadas. Era tal su insistencia, y el ejemplo inigualable de oírlo cantar sólo para sus alumnos, que todos tratábamos de imitarlo de la mejor manera.

En el año 1974 se graba el antológico LA MARINERA LIMEÑA ES ASI, donde junto con Augusto Ascuez, el Señor de la Jarana, Augusto Gonzales, El curita, Carlos Hayre y su hermano Vicente Vásquez en las guitarras, el cajón de Reynaldo “Canano” Barrenechea , las palmas y guapeo de Valentina Arteaga, queda escrita la única página didáctico musical de Canto de Jarana o Marinera de Lima.

Demás esta decir que Abelardo propició un “culto” casi religioso por este arte, nos contagió una especie de “virus” del cual algunos(as) como yo, no queremos encontrar la vacuna .
Y además, junto con ello, toda un gama de enseñanzas ético morales, que regían la vida de los criollos de antaño, reglas que se tenían que respetar si ansiabas pertenecer al criollismo.
Si querías cantar jarana debías escuchar con atención a los mayores, pedir permiso y esperar tu turno.

También en 1974, grabó el disco titulado Los Vásquez, con sus hermanos Vicente, Pipo
y Osvaldo, valioso aporte a nuestra música, con Pregones como el Pan de Dulce, con música de Abelardo y letra de Nico Cisneros, El Aguador y La Buñuelera de Victoria Santa Cruz, y también de Victoria su hermosa danza o habanera, Obsesión.

Posteriormente en el año 1989 graba su homenaje musical a su Padre Porfirio, y sus hermanos Pipo y Vicente fallecidos también. Con valses de Porfirio, como Los Ñorbos, A Gardel, y valses muy antiguos y jaraneros como El Vergel, y El Huracán de Miguel Almenerio.

En el año 2000, la última producción EL GRAN ABELARDO VASQUEZ, con temas suyos, como el vals Carmina, el festejo Camote asao, Humanidad de Pablo Casas.

No te aguaito de Máximo Bravo, compositor de Breña el barrio de sus amores, y muchos temas más.

Después de su partida física en Abril de 2001, salió a la luz la producción de Ester Dávila Bartola, con la que grabó Cristal Herido y un contrapunto de Jarana Limeña realmente sensacional. Asi como a Ester, su voz acompañó a casi todos los artistas criollos, en su momento, como Cecilia Barraza, Cecilia Bracamonte , Ellen Burhun , El Centro Musical Unión, y muchos más en sendas producciones discográficas.

Abelardo es el principal responsable de que La marinera limeña , en su esencia, aún permanezca entre nosotros y se inserte en las futuras generaciones gracias a la labor de sus alumnos tanto en el baile como en el canto. Y por supuesto del amor a nuestra música que sembró con ahínco en nuestras mentes y nuestros corazones.

Gracias Maestro
Mercedes Mendoza Canales
09296178
Lima, 15 de Marzo de 2,003 ( Mega Reunión)

Conjuntos Chalacos

En 1938 existía en el Callao el trío «Porteño». Uno de sus integrantes era el guitarrista Leoncio Gómez. Hubo también un dúo formado por Eduardo Andrade y José Márquez Collazos, de nombre «Los Criollos Porteños». Sin embargo, el conjunto «Callao», formado por José Cómena, Ernesto La Hoz, Nataniel Villamonte y Alberto Mecklenborug, fue el que alcanzó más popularidad. Más tarde fue reforzado con Aurelio Curotto y por el dúo Duble-Herrera. Pero cantaban música argentina y en muy raras oportunidades música peruana de la costa. También se integraron al conjunto los guitarristas Manuel García y Luis Valera.

En ese año actuaba en Radio Goicochea la cancionista Berta Campos, nacida en el primer puerto, quien en Radio Lima hizo dúo con Juana Estrella; antes había cantado con su hermana Luisa Estrella. En 1945 «Las Estrellitas» (así se hacían llamar) actuaron en Radio Central. Populares por su manera de expresar nuestro acerbo costeño, «El Cancionero de Lima» en su edición 1584 publicó con una foto de ambas -Juana Estrella y Berta Campos-, en primera página, con su maestro y guía el pianista Filomeno Ormeño.

Ya en 1940 se formó en el puerto una peña criolla, precursora acaso de las que se formarían en la década del 60. Mentor de ella fue José Guzmán, para los amigos, «Tato» , limeño mazamorrero con estancia temporal en el Callao.

Pertenecieron a ella Manuel Wilman, Pedro Chacón y Pablo Gil, según la información que hemos recogido de «Caretas». (07.06.1973).

Información tomada de «Canción Criolla, Memoria de lo nuestro» de Manuel Zanutelli Rosas, Octubre 1999.

Los Centros Musicales

El primer centro musical fue el “Carlos A. Saco”, que tuvo su local en la Plaza Buenos Aires. De allí fueron Ascoy, Angel Monteverde y, entre otros, Manuel Garrido autor de la polca “Delia”, que popularizaron “Los Embajadores Criollos”. Siguió el “Felipe Pinglo”, fundado el 17 de mayo de 1936, y más tarde aparecieron el “Pedro Bocanegra”, que congregó a sus asociados –cito a Aurelio Collantes- “en una antigua pulpería de la esquina de la Mutua y la Ribera, que regentaba el chino Lam; la idea surgió de don Silvio Travers”; el “Tipuani” en la primavera de 1940, exactamente el 26 de setiembre; el “Musical Unión” (1939). De Juan Criado; el “Montes y Manrique”, de Abajo el Puente; y el “Carlos Valderrama”.

En 1944 actuaban en diversos centros musicales los hermanos Palacios, Filomeno Ormeño, “Las Criollitas”, los hermanos Govea, el trío conformado por García – Barraza – Parras, Jesús Vásquez, Lucho de la Cuba, Alcides Carreño, Nicolás Wetzell, Adela Garza, “Los Trovadores del Perú”, Delia Vallejos, el Dúo Costa- Monteverde, “La Limeñita y Ascoy”, y “Los Chalanes”. Así mismo el Conjunto “Pancho Ferreyros”.

Ya habían alcanzado cierta popularidad. “La Crónica”, en la edición de la mañana del 1 de Noviembre de 1944, dio cuenta de la celebración del “Día de la Canción Criolla” en el “CARLOS A. SACO”, situado en la esquina de Los Naranjos y Acequia de Islas, en los Barrios Altos. Asistió el presidente de la república Manuel Prado, quién fue recibido por los miembros del comité ejecutivo de la institución, Juan Manuel Carrera y el diputado Luis Felipe Andrade. La Plaza Buenos Aires había sido iluminada especialmente.

¿Qué era el “Carlos A. Saco”?. Quizá la respuesta podría ser lo que, al correr de la pluma, sin la urgencia de cumplir una comisión de trabajo, escribió un redactor de “La Crónica” (26-06-1945, ed. De la mañana), aunque sin suscribir su nota: “Ahí en los salones del Centro, se hace música, se charla. Se habla de todo: de música, de belleza, de todas esas cosas que llenan el espíritu y le dan a la vida una razón. Los hombres que allí se reúnen, aman la música sobre todas las cosas y poseen la sinceridad de los que sienten el arte y comprenden la vida de distinta manera que los demás hombres y por eso disculpadores y buenos”.