En el Cielo se Armo la Jarana

La Música Criolla está de fiesta ya que se celebra su día en el Perú. La jarana empezó desde la víspera al ritmo de guitarra, cajón y voces melodiosas que dan vida, calor y salero a la serenata criolla.

Es la fiesta del pueblo, la fiesta del Perú, ya que la música criolla está llena de historia y también de mucha gloria. Música que resalta nuestras costumbres y tradiciones, a través de sus canciones. Música que tiene alma porque nace del corazón y del amor a la tierra.

Música del Maestro Pinglo y la grandiosa Chabuca. Música que sin ser imperio ni religión, tiene una gran reina que es como una bendición.

Música que incita a cantar… que nos hace bailar… que alegra corazones… y despierta emociones. Música que entretiene… el tiempo nos detiene… cuando con ella nos deleitamos… hasta que no nos boten no nos vamos.

Música que con su letra nos culturiza… con sus notas melodiosas nos humaniza… nos recuerda a los bardos del ayer… y nos hace enorgullecer.

Música con sentimiento… que aviva nuestro pensamiento… con versos del alma y del corazón… convertidos en hermosa canción.

Enseñemos a querer a nuestra música criolla, enseñemos a amar todo lo nuestro, que nuestra música no sólo contagia y hace bailar a quien la escucha en cualquier peña o fiesta familiar… sino también en el cielo.

EN EL CIELO SE ARMO LA JARANA

Hoy 31 de Octubre se celebra «El Día de la Canción Criolla» y en el cielo San Pedro con la Virgen María han armado el alboroto… han juntado a nuestra Chabuca con Pinglo y Mario Cavagnaro para armar la jarana… «Pero Regresa…» cantan en coro y convencen así a la «Morena de Oro», Lucha Reyes, para que agarre el micro y deleite a todos con su voz sin igual. «Son tus risas cristalinas, cual un coro de ocarinas…» empieza a entonar Lucha Reyes y con ello logra que nuestra «Soberana», Eloísa Angulo, se haga presente para deleitarlos también con su voz maravillosa.

«Guitarra llama a cajón,… cajón a la voz primera… Escuchen con atención… ¡Aquí está la Marinera!…», se escucha de entre la gente y es la voz de Don Nicomedes Santa Cruz quien pide una demostración de nuestra marinera para dar inicio a la fiesta.

Se forma un círculo entre la gente y es para hacer espacio a San Martín de Porres quien pañuelo en mano está zapateando ya con Santa Rosa de Lima al compás de una marinera limeña.

«¡Un momentito!», grita Don Manuel «Chato» Raygada… «no pueden empezar una celebración peruana sin mí, ya que… Tengo el orgullo de ser peruano y soy feliz, de haber nacido en esta hermosa tierra del sol, donde el indómito Inca, prefiriendo morir, dejó a mi raza la gran herencia de su valor…», y se sumó a la jarana.

Retumban los cajones, lloran las guitarras y todos junto a Chabuca ya estan entonando «Del puente a la alameda menudo pie la lleva por la vereda que se estremece, al ritmo de su cadera… recogía la risa de la brisa del río y al viento la lanzaba, del puente a la alameda…».

«En la jarana somos señores, hacemos flores con el cajón, y si se trata de dar trompadas, también tenemos disposición…», se acercan cantando los muchachos de «La Palizada» quienes no podían perderse la jarana.

Doña Flora Tristán y Doña María Reiche sacan a bailar a Don Antonio Raymondi, no nacieron en Perú, pero su corazón es más peruano que el pisco y el «Cóndor Pasa».

«Todos vuelven a la tierra en que nacieron, al embrujo incomparable de su sol, todos vuelven al rincón donde vivieron, donde acaso floreció más de un amor…», canta Don César Miró… es que todos desde la lejanía, con el corazón y el pensamiento, volvieron a cantarle a la tierra de sus amores, sobre todo en esta fecha tan especial en que se celebra «El Día de la Canción Criolla».

Dario Mejia
Melbourne, Australia
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