El Llanto de un Criollo

Desde muy niño aprendí a querer y admirar la música que escuchaban mis queridos padres, no solo eso, recuerdo bien que en mi casa la radio se encendía desde las tempranas horas de la mañana.  Recuerdo a mi papá alistándose para ir a al trabajo y a mi mamacita preparándonos el desayuno mientras nos planchaba la ropa del colegio….me acuerdo como si fuera ayer!!!!

Ahora que soy un hombre maduro me pregunto ¿Como hacia mi madre para criar, cuidar y amar a tanto muchacho?, éramos ocho y dábamos lata duro. Creo que era por eso que mi mamacita se entretenía escuchando música en la radio y los fines de semana viendo los show criollos de la TV.  Recuerdo  también estar siempre  presente en todas las actividades escolares, creo que era yo el primero en apuntarse para las actuaciones de las fiestas cívicas y era mi madre la que nos preparaba, enseñándonos las canciones o poemas…..  Recuerdos que no volverán pero que vivirán por siempre en un rinconcito de mi corazón.

Por mucho tiempo las canciones mas populares del cancionero criollo, eran cantados por la afinada voz de mi señora  madre a quien yo le preguntaba: “Mami ¿de quien es esa canción? Y a lo que ella contestaba: “Oh! ese es un gran compositor hijito, se llama Felipe Pinglo Alva”.  Fue esa la primera vez que escuche ese ilustre nombre y desde ese entonces NUNCA se me olvido. 

Siempre indague sobre la vida e historia del mas grande compositor que ha dado el Perú y busque ansiosamente por sus canciones, al comienzo sin mucho éxito.  Hoy por hoy cuento en mi colección con casi todos sus temas, que además están muy bien interpretados por un sin numero de catantes criollos de primera línea.  También cuento en mi haber con un par de buenos libros que hablan de la vida y obra del gran “Bardo Inmortal” de quien me convertí en acérrimo admirador y seguidor de su basta obra.

A mi viejita  gusta de la buena música y los buenos interpretes.  Mi padre siempre me hablo de grandes cantantes criollos que el había visto en persona como los hermanos Govea, los Hnos. Ascue y muchos otros.  Mi viejito era chalaco, pero se iba hasta Lima para disfrutar de las jaranas de rompe y raja que por esos lares se desarrollaban. Con esta reseña familiar trato de decir que desde muy niño siento gran apego por el cancionero nacional patrio y lo simplifico así: “Soy Peruano, Soy Chalaco, Soy Criollo y de mi Tierra canto el Vals”

Hace exactamente dos años (2001) viaje una vez mas a mi Perú querido, lo hice en esta ocasión acompañado de mi amada esposa.  Entre los planes habíamos previsto pasear Lima y el Callao (de punta a punta) ya que vivimos hace 24 años en los EE.UU. y en viajes anteriores me había dedicado exclusivamente a la familia.  En este viaje  recorrer la capital y nuestro primer puerto eran una prioridad.  Así uno de esos días de nuestras vacaciones, emprendimos nuestro hermoso paseo, les cuento que entre las atracciones que quería conocer estaba la casa donde nació y se crió el gran Felipe Pinglo Alva.  Creo que mi esposa no se imaginaba el tremendo interés  que tenia por pisar dicho lugar, un lugar que muchas veces soñé con conocer y así fue.  Eran aproximadamente las dos de la tarde cuando uno de mis sueños se hacia realidad. Conocer la vivienda del compositor mas grande de nuestro cancionero nacional era algo que mi emoción contenida en mi pecho no daba mas.  Mi esposa me decía: “Pareces un niño”, les juro que no sabia que hacer, trataba de preguntar a cuanta persona que pasaba por los alrededores si alguien sabia mas acerca de tan importante personaje de nuestro cantar, me tome fotos, mi esposa filmaba, etc.  Hasta que la euforia o la adrenalina se normalizaron y pude ver la realidad, esa realidad que empaño mi alegría…..Quizás para mi esa realidad era mucho mas trágica, ya que aun a la distancia  yo amo nuestras costumbres y tradiciones,

me siento tan orgulloso de ser peruano y de todas esas cosas que el Perú

sabe dar, fue por eso que mis ojos se llenaron de lagrimas, esas lagrimas que muchas veces la impotencia  y el dolor hacen que un hombre con “H” llore.

Como era posible que la casa en donde nació y se crió “El Maestro” estuviera  convertida en una fabrica de soldadura.  No solo eso, se hallaba en un estado deplorable y de abandono.  Mi pregunta era entonces ¿por que las autoridades correspondientes no han hecho absolutamente nada por preservar ese histórico lugar?  En otro país seria algo así como una reliquia.  Es que acaso las autoridades de nuestro país no saben el significado de “Patrimonio Nacional”.

Echarse la culpa los unos a los otros a estas alturas no soluciona nada, hablemos de la forma que el municipio ha permitido que esto suceda, no hay excusas que valgan, lo primero es lo primero.  Creo que el gobierno debería impulsar una ley de protección y conservación de nuestros patrimonios culturales en la nación.

Después de seguir caminando e indagando mas sobre el “Bardo Inmortal”,

segui mi paseo, pero con un dolor que me tenia de mal humor, dolor que tenia que callar para no arruinarle el paseo a mi esposa.  Pero mi indignación no tuvo limites cuando llegando a la “Plaza de Armas” me doy cara a cara con un monumento eregido al “Conquistador” Francisco Pizarro…..que ironia!!!!…que veguenza!!!!…y  que desgracia!!!!!.

Recuerdo que cuando also mi voz de protesta, alguien dijo por allí: “no te molestes hermano, eso es parte de la historia”, que parte de la historia ni que ocho cuartos!!!,  alguien me puede decir ¿en que parte del mundo se le hace un monumento a un criminal?, hay que llamar las cosas por su nombre, ese hombre no fue ningún “conquistador”, en todo caso lo que fue es un vil ladron y un asesino, que llego a nuestra patria, humillo, robo, avasallo y acabo con lo que fue  nuestro  “IMPERIO” o es que ¿acaso ya se nos olvido?.

Historia!!!, lo mismo digo cuando nunca he estado de acuerdo con eso de que  Cristobal Colon “descubrio” America,…. una vez mas, llamemos las cosas por su nombre, Cristobal Colon no nos “descubrio”, en todo caso nos “encontro”.

Cuando su expedición llego a nuestras tierras, nosotros ya eramos una civilización bien constituida, a la cual nunca los “Conquistadores” supieron respetar, por que lo unico que quer¡an era apoderarse de nuestras riquezas.

Si la cosa fuera tan simple, diganme entonces “¿Acaso los judios le han levantado un monumento a Hitler?”, no me venga nadie a decir ahora que una cosa nada tiene que ver con la otra,  por que claro esta que los dos aparecen en la historia entre los criminales mas grandes del mundo.

Victor Hurtado
Victor Hurtado

Victor Hurtado posando frente a la entrada de la vivienda en

donde naciera el maestro Felipe Pinglo Alva (18 de Julio de 1899)

Calle del Prado en los Barrios Altos en Lima.

Como es posible que nos obliguen a tener presente a ese individuo que causo tanto dolor en nuestra patria y lo exhiban como si fuera un “heroe” en un lugar que deberia ser ocupado por algún verdadero heroe peruano que reúna los meritos suficientes para estar engalanando nuestra bella “Plaza de Armas”.

Hagamos un examen de conciencia, los invito a que se sientan peruanos de verdad y que veamos y llamemos las cosas por su nombre.  Permitir estas irregularidades constituye falta de amor por lo nuestro,…. se imaginan la casa de Felipe Pinglo Alva convertida en un museo donde nuestra juventud pueda ir y enterarse de quien fue “El Bardo Inmortal”, de conocer sus canciones, sus anecdotas, y lo bello de su obra.  Todo nuestro pueblo, en especial las nuevas generaciones,  deberian de saber del “padre del criollismo”.

Si el “Maestro” pudiera escucharme, le pediria disculpas en nombre de los criollos que nos enorgullecemos de que el halla nacido en nuestro Perú, de los criollos que como yo siempre lo recordamos e interpretamos sus canciones.

Le pediria que nos ayude a iluminar la mente a nuestros gobernantes para que le presten atención debida al significado de “Patrimonio Nacional” para asi poder tenerlo en el alto lugar que el se merece, como “El Bardo Inmortal”.

Este escrito y la canción que incluyo a continuación, son el humilde homenaje póstumo al mas grande compositor peruano de música criolla-costeña, orgullo de nuestra nación.  Para el incomparable Felipe Pinglo Alva “El Maestro”.

Por: Víctor A. Hurtado Riofrío